Steve Jobs: un emprendedor del siglo XXI que personificó la creatividad estadounidense
"Muchas de las cosas con las que me tropecé al alimentar mi curiosidad e intuición terminaron por no tener precio". -Steve Jobs
Por Michael J. Friedman Redactor Washington – Steve Jobs fue un estadounidense auténtico: creó un imperio basado en su visión personal sobre la manera en que las personas y la tecnología pueden relacionarse, así como también entre los individuos.
Jobs fue sucesor en el siglo XXI de una larga lista de estadounidenses auténticos que incluyen a Henry Ford, Thomas Edison e incluso a Benjamin Franklin, es decir personas que entendían las nuevas tecnologías, que sabían cómo hacerlas útiles a los demás y como ganar dinero para sí y para sus inversores también. Como sus antecesores, Jobs fracasó varias veces antes de tener éxito, pero aprendió de sus fracasos y los superó con mayor determinación para alcanzar el éxito.
Al afrontar dificultades económicas, Jobs abandonó los estudios universitarios unos pocos meses después de emprenderlos. “Dejé de tomar las materias obligatorias y empecé a tomar las que me interesaban”, dijo. Jobs desarrolló un interés por la tipografía, el estilo y la organización de los caracteres impresos.
Una década más tarde, su aprecio por la tipografía influyó en el diseño de los primeros Macintosh, la primera computadora que ofreció diferentes fuentes tipográficas y espacios proporcionales entre los caracteres, lo que produjo el desarrollo de la autoedición.
En la empresa Apple Computer, que fundó con dos socios en 1976, Jobs siguió una pauta similar de visión personal, fracaso, tenacidad y posteriormente éxito.
Durante varios años, Jobs y sus socios dirigieron Apple desde el garaje de la casa de sus padres. Como muchas empresas de nueva creación en Estados Unidos, Apple atrajo inversiones de capital de riesgo. Cuando la empresa empezó a cotizar en bolsa en el año 1980, Jobs y otros inversores iniciales recibieron retribuciones generosas, pero con la inversión pública se produjo la pérdida de control y en el año 1985 el consejo de administración de Apple votó a favor de expulsar a Jobs de la gerencia de Apple.
“Resultó que ser despedido de Apple fue lo mejor que me pudo haber ocurrido. La carga pesada del éxito se vio reemplazada por la ligereza de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para iniciar uno de los períodos más creativos de mi vida”, dijo Jobs más tarde.
Siempre con la mirada hacia adelante, ese mismo año fundó NeXT, otra empresa informática, y en 1986 compró una pequeña empresa de animación digital. La renombró Pixar Studios y esta produjo películas galardonadas como Toy Story, Finding Nemo y A Bug’s Life.
Para el momento en que Jobs regresó a Apple en el año 1996, su visión personal de cómo los individuos pueden relacionarse con la tecnología estaba respaldada por 10 años de experiencia.
“La tecnología que desarrollamos en NeXT es la esencia del actual renacimiento de Apple”, dijo Jobs en 2005.
Los elegantes productos que Apple crea se conocen en todo el mundo; pero el éxito de Apple y de su fundador se basan en las experiencias y atributos comunes a todo empresario emprendedor estadounidense: la libertad de fracasar y empezar de nuevo, y lo que es más importante, la libertad de soñar.
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