¡SIEMPRE POR LA VIDA
‘!Que ningún mexicano se atreva a vulnerar el don precioso de la vida en el vientre materno!’ (Juan Pablo II, México, 1990). Al pueblo de Dios de la Provincia eclesiástica de Monterrey y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad
Los obispos de las diócesis del Noreste de México, expresamos nuestra preocupación por tantas manifestaciones que percibimos de la cultura de la muerte, como son: la violencia social e intrafamiliar, el crimen organizado, el consumo de droga y alcohol, la pobreza creciente y esto agravado por la propuesta criminal de ampliar la despenalización del aborto, debatida en el Distrito Federal, con la amenaza de extenderse a todo el País.
Nos solidarizamos con todos aquellos que levantando su voz profética han hecho su opción por la vida con acciones concretas, y rechazamos los sofismas que pretenden justificar el aborto, argumentando que se trata de un problema de salud pública, para buscar el bien de la mujer, con derecho a decidir sobre su cuerpo, además de argüir la disminución de los abortos clandestinos.
Reafirmamos el derecho fundamental que tiene todo ser humano a la vida. Existen bases científicas sólidas, que afirman que cuando el óvulo queda fecundado, se concibe un nuevo ser y tenemos ya una persona con un patrimonio genético diferente al de la madre, y cuyo desarrollo se sustenta en su seno como una vida diferente. Es un ser con un proyecto original que no se repetirá jamás, de modo que si no se le impide, su crecimiento se dará de modo coordinado, continuo y gradual.
Por tanto, reiteramos que el aborto provocado no es válido en ningún caso, ya que se eliminaría una nueva vida humana. Expresamos nuestro firme ‘sí’ a la vida, especialmente de los más indefensos, es decir, del niño en el vientre de su madre, que tiene todo el derecho a nacer y vivir. El aborto es un grave pecado que atenta contra el precepto ‘No matarás’ del proyecto divino de la vida (Ex. 20,13).
Nos corresponde a la Iglesia, a las autoridades civiles y a la sociedad entera, enfrentar las causas que propician la decisión de abortar, y dar atención médica, psicológica, espiritual y material a las mujeres en situaciones críticas de embarazo, víctimas de abuso, o de la desesperación y la pobreza.
Bendigamos a la madre que nos dio la vida, y agradezcamos que nos haya compartido este hermoso don, e invitamos a todas las mujeres a no sucumbir a la decisión de dar muerte a un inocente, a pesar de las adversidades que tuvieran que afrontar. Nos solidarizamos con ustedes, mujeres, que con valentía y firmeza son signo de amor por la vida en nuestra sociedad.
Reiteramos nuestro compromiso para atender a las mujeres que son violentadas y discriminadas en la sociedad, creando e implementando en nuestras comunidades mas centros de acogida, atención y prevención.
Que el triunfo de la vida sobre la muerte, que celebramos en la Resurrección de Jesucristo, nos ayude a valorar el precioso don que Dios nos ha regalado, y que María de Guadalupe, Santuario de la vida, proteja y bendiga a nuestro Pueblo.
A los 28 días del mes de Marzo del año del Señor 2007
PROVINCIA ECLESIÁSTICA DE MONTERREY
S.E.R. Mons. Francisco Robles Ortega. Arzobispo de Monterrey.
S.E.R. Mons. José Luis Dibildox Martínez, Obispo de Tampico.
S.E.R. Mons. Alonso G. Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras.
S.E.R. Mons. Ricardo Watty Urquidi, M.Sp.S., Obispo de Nuevo Laredo
S.E.R. Mons. Antonio González Sánchez, Obispo de Ciudad Victoria
S.E.R. Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Matamoros
S.E.R. Mons. Ramón Calderón Batres, Obispo de Linares.
S.E.R. Mons. Raúl Vera López, O.P., Obispo de Saltillo
S.E.R. Mons. José Lizares Estrada. Obispo Auxiliar de Monterrey.
S.E.R. Mons. Alfonso Cortés Contreras. Obispo Auxiliar de Monterrey.
S.E.R. Mons. Gustavo Rodríguez Vega. Obispo Auxiliar de Monterrey.
Pbro. Alfonso G. Miranda Guardiola. Secretario
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