Sesión Solemne del H. Congreso del Estado en el Marco de la Conmemoración del Día del Trabajo.
- 1 de Mayo de 2014
- Por: Ramiro Gómez
Saltillo, 01 de mayo del 2014. Discurso Pronunciado por el Gobernador Rubén Moreira Valdez. Buenos días a todos. Diputado Fernando Simón Gutiérrez Pérez, presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, muchas gracias por permitirme hacer uso de la palabra. Saludo con afecto al diputado Eliseo Mendoza Berrueto, al Magistrado Gregorio Alberto Pérez Mata; al general César de la Sancha Villa; al ingeniero Isidro López Villarreal, y con él a los alcaldes que se encuentran esta mañana presentes.
En especial quiero hacer mención de la licenciado María Teresa Guajardo, presidenta del ICAI, lo hago, señores legisladores, porque el día de ayer también nuestro estado recibió la distinción de ser señalado como uno de los que tiene una de las mejores legislaciones en materia de transparencia, y quiero recordar que todos contribuimos a eso; hubo recientes reformas impulsadas en este Congreso y aprobadas por ustedes, que nos han permitido tener una mejor legislación.
Cada 1º de mato recordamos la lucha histórica de los trabajadores por sus derechos y este día en el marco de la Sesión Solemne del Congreso del Estado, es la ocasión para reconocer que esta lucha no fue en vano, sigue viva y merece poner atención de todos.
Nuestro estado se distingue en el país como uno de los que tienen una mayor tasa de empleo formal y, por lo tanto, un número de importantes de nuestros trabajadores y sus familias cuentan un esquema de seguridad social que incorpora los servicios de salud, el acceso al sistema de pensiones, pero hoy faltan cosas por hacer.
Hoy que conmemoramos el día internacional del trabajo, expreso mi reconocimiento y felicitación a todas y todos los trabajadores de nuestro estado, que con su esfuerzo diario colaboran en la construcción de un Coahuila grande, más fuerte y productivo.
Esta conmemoración es de suma importancia para el Gobierno del Estado, pues hoy refrendamos nuestro compromiso de impulsar la armonía entre los factores de la producción, que contribuyan al crecimiento económico de los coahuilenses con bienestar individual y colectivo; (…) los derechos fundamentales de los trabajadores, así como de promover más empleos de calidad.
Nos hemos empeñado desde el primer día de la Administración en consolidar el desarrollo económico de nuestra entidad y ser el Coahuila grande por el que todos los días, miles de mujeres y hombres salen de sus hogares a trabajar con la frente en alto.
Sabemos que para lograrlo necesitamos de una mayor competitividad que nos ubique en posición de ventaja para atraer nuevas y grandes inversiones a Coahuila de Zaragoza.
Actualmente ya nos encontramos entre los mejores destinos de inversión, de acuerdo a los indicadores de los organismos que miden la competitividad. Nos proponemos continuar ascendiendo para ofrecer más y mejores oportunidades de desarrollo laboral para todas las y los coahuilenses.
No hemos dejado de lado ninguno de los factores para alcanzar este propósito:
Trabajamos para ser un mejor Gobierno, más ordenado y transparente; nos empeñamos en afianzar regulaciones administrativas sencillas que faciliten a los empresarios la instalación de sus proyectos.
Nos hemos propuesto mantener finanzas sanas y operar con mecanismos abiertos de participación ciudadana.
Ser un Gobierno plenamente dispuesto a sumar esfuerzos con los otros órdenes de Gobierno y, muy importante, buscar en los lugares, tal vez más remotos, empleos que vengan a esta tierra.
Hemos impulsado obras carreteras estratégicas que permiten una excelente conectividad terrestre dentro de nuestro estado, con el resto del país y con un destino natural que tenemos, los Estados Unidos de América.
Aquí quiero reconocer el apoyo del Gobierno del Presidente Peña, su nuevo programa de infraestructura beneficia a los coahuilenses enormemente. Con él vamos a hacer realidad el corredor económico Laguna-Norte, que pondrá las mercancías de uno y otro de estos grandes centros de población, cerca de los destinatarios, de los consumidores, y que nos permitirá desarrollar también una gran región de nuestro estado, el desierto.
Nuestras ciudades son cada vez lugares más atractivos para vivir, con servicios públicos de calidad y en donde la seguridad se está recuperando a paso firme.
La disminución de la violencia, que es evidente y por la cual trabajamos todos los días, pronto nos dará una ventaja.
Es por eso que, sin echar como se dice coloquialmente, “las campanas a vuelo”, no podemos regatear a nuestras ciudades el reconocimiento de que la paz está volviendo, porque en ese reconocimiento debemos mejorar la imagen que alguna vez se vio empañada.
Es difícil promover un destino de inversión cuando en las planas de los periódicos aparece la violencia. Por eso, ahora que mejoran las condiciones, digámoslo; que en esas buenas noticias seguramente vendrán empleos para muchos de nuestros hermanos y hermanas coahuilenses.
Las mejores condiciones de competitividad ya existen en Coahuila, pero es necesario darlas a conocer porque las inversiones llegan solas, porque no competimos ni siquiera contra nuestros vecinos, competimos contra todo el mundo.
En nuestro estado ha habido en el pasado dos políticas, una que nos decía que había que promover intensamente; la otra, la que nos decía que promover con selección.
Nosotros decimos que tenemos que salir a buscar todo; detenernos un momento significa una familia que se puede quedar sin empleo; aspiramos a tener y lo podamos hacer, las empresas más sofisticadas, como las que recientemente hemos inaugurado; pero también recibimos con mucho gusto otras que están en la cadena de la producción y que pueden dar empleo a muchas mujeres y muchos hombres que lo requieren.
En el mundo globalizado que vivimos es fundamental promover nuestras ventajas si queremos que se instalen aquí las grandes empresas.
Hoy promovemos no para que vengan mañana, sino para que vengan en los años siguientes. Por eso no hemos descansado ni dejado de pasar las oportunidades para poner a nuestro estado en la órbita, en el radal de las más importantes empresas internacionales.
Estamos atentos a que en el desarrollo de nuestro estado prive la justicia laboral, la armonía, el equilibrio, en donde el avance económico integral indispensable para que crezca el número de empleos y no represente ningún menoscabo de los derechos de los trabajadores.
Queremos que quienes presten cualquier tipo de servicio a un patrón, tengan un salario suficiente para proporcionar una vida digna a su familia. Por eso ese hizo la Revolución.
Con equilibrio entre jornadas y descanso, con condiciones de seguridad en sus centros de trabajo y con derechos a recibir los beneficios de la seguridad social.
Derechos que significan la tranquilidad, presente y futura del trabajador y de sus familias; contar con acceso a una vivienda y en los casos de enfermedad o muerte, con una pensión que garantice la subsistencia digna.
Además, buscamos asegurar la defensa de los derechos de los trabajadores y la impartición de justicia por tribunales independientes e imparciales de manera pronta y expedita.
Impulsamos la conclusión de una política de Gobierno que se inició hace años: la de trasladar la impartición de justicia de los trabajadores del Estado, de la órbita del Poder Ejecutivo a la del Poder Judicial.
Hoy nuestros trabajadores, cuando tienen una diferencia con el Gobierno del Estado, no son éstas resueltas por un subalterno del Ejecutivo, son ahora resueltas por alguien que está en otro poder.
Pero también les quiero comentar que en la próxima iniciativa que presentaremos en materia de legislación de transparencia, con ese mecanismo queremos impulsar que a todos los trabajadores, de los dos órdenes de Gobierno, de los tres poderes, de los organismos autónomos y de los organismos descentralizados, se les otorgue seguridad social, porque hay que reconocerlo, nosotros, los patrones que somos Gobierno, no a todos les damos seguridad social.
Estamos decididos en esta Administración a impulsar políticas públicas para que ese derecho llegue a todas y todos.
Presidenta del ICAI, señores consejeros de esta importante institución, mañana estaremos muy atentos al resultado del informe que ustedes presentarán en materia de seguridad social. Lo recibiremos con gusto. Lo analizaremos en su contenido y acataremos todas las observaciones que ustedes hagan.
Invitamos a los otros órdenes de Gobierno y a las autoridades a las que me he referido, para que hagamos lo mismo, que se concrete para todas y para todos los trabajadores de Coahuila un sistema pensionario sustentable, que no se ponga en riesgo nunca y que garantice, para todos, una pensión digna. Mañana estaremos atentos nosotros.
Respetamos y reconocemos el derecho de todo trabajador a sindicalizarse libremente de acuerdo a sus intereses, a negociar a través de estas organizaciones sus contratos colectivos, con los que cada vez se consolida el equilibrio de las relaciones entre los factores de producción.
Quiero reconocer este día el decisivo papel de las organizaciones sindicales que en nuestro estado han actuado con conciencia y responsabilidad, que han sabido, sin detrimento de los derechos de sus agremiados, comprender las posibilidades de los patrones para llegar a exitosas negociaciones colectivas y así poder conservar las fuentes de empleo a pesar de los momentos difíciles del pasado.
Mi reconocimiento a los líderes sindicales de la CROC, de la CROM, de la CTM, de la Federación Nacional de Sindicatos Independientes, del SUTSGE, de la Dirigencia de los Trabajadores Campesinos y todos aquellos que han contribuido a la paz laboral en nuestro estado y que nos ha permitido transitar con paso seguro hacia el progreso.
Gracias dirigentes.
Al mismo tiempo hago un llamado a los patrones, a los capitanes de empresa, a que permitamos la sindicalización, a que no dejemos lugares en los cuales el trabajador no tenga una protección.
He señalado organizaciones responsables, como las que han escuchado, organizaciones que le dan confianza a nuestro estado; permitamos todos la sindicalización.
Nuestra Constitución diseñó sabiamente, la primera en el mundo, un sistema que en esto tiene su mérito, el poder lograr el equilibro entre los factores de la producción.
Hoy quiero recordar también que Coahuila ha sido cuna de trascendentes movimientos a favor de los trabajadores. En 1917, Venustiano Carranza, en el seno del Congreso Constituyente impulsó una nueva Carta Magna, una Constitución social, ejemplo para el mundo, donde se consagra el Artículo 123, la base y el espíritu de la justicia laboral.
Con ese texto Carranza demostró que la Revolución no solamente fue en el campo, también de la ciudad y que quienes empuñaron las armas no solamente querían tierra, que era necesaria, sino también justicia. Basta leer las obras de Traven para descubrir la tremenda injusticia en la cual vivían millones de mexicanos, acasillados a haciendas, reprimidos por manifestar su derecho a un salario digno e incluso, flagelados por exigir seguridad social.
En Marzo, de 1918, aquí en Saltillo, nació la Confederación Regional Obrera Mexicana, CROM, el paso más importante para la constitución de las sociedades obreras, con un proyecto definido para construir un sindicalismo reglamentado, eficaz y en favor de los trabajadores.
Una Confederación que agrupó a los sindicatos más importantes de esa época, entre los que se encontraban los de trabajadores metalúrgicos, electricistas, textiles, ferrocarrileros, mineros, jornaleros agrícolas y otras agrupaciones gremiales.
Por estas calles transitaron, entonces, los padres del sindicalismo mexicano. Estemos orgullosos de que eso sucedió en Coahuila.
Estamos decididos a honrar este legado y continuaremos esforzándonos para que Coahuila se distinga por su capital humano, por las nuevas oportunidades de trabajo de calidad y bien remuneradas, y por abrir espacios necesarios para el desarrollo de todas y todos los jóvenes que cada año se incorporan al mercado laboral.
Las recientes reformas legales, en particular las de materia energética, marcan para Coahuila un futuro mejor, de prosperidad y crecimiento económico. Nuestro estado cuenta con una de las reservas de hidrocarburos más importantes del país y del mundo.
Hoy los ojos de grandes inversionistas están puestos aquí y es una oportunidad que vamos a potencializar en beneficio de las y los coahuilenses.
Desde nuestra competencia vamos a promover las condiciones necesarias para que la explotación de esas reservas sea sostenible y genere el mayor beneficio social para los coahuilenses. Con el menor daño a nuestros recursos naturales y medio ambiente.
Vamos a fortalecer además a nuestra planta productiva local.
Hace unos momentos recibí a la dirigencia obrera de nuestro estado, en una plática cordial que yo agradezco, porque mi gubernatura salió del apoyo de ellos y porque a ellos nos debemos, a los obreros.
Escuché su preocupación por la seguridad social en la región Norte del estado. Hago el compromiso de llevar su voz a las instancias del Seguro Social para reclamar esas clínicas que nos hacen falta en Acuña, Piedras Negras y Nava.
Como ustedes lo dijeron, dirigentes, esto es urgente. Hoy no se da abasto para cubrir las necesidades existentes, mucho menos sucederá dentro de unos años si no nos lo proponemos y no hacemos algo en forma emergente.
Gracias por su comentario. Gracias por esa plática, que es muestra de la preocupación de nuestra dirigencia obrera por los trabajadores de nuestro estado. Gracias.
Amigas y amigos legisladores, no obstante que hemos avanzado significativamente en la legislación y políticas para desterrar las infaustas prácticas de explotación y discriminación, aquellas que en tiempos de la Revolución permitían que los trabajadores fueran colgados de los pulgares para disciplinarlos.
A pesar de las denodadas luchas que se han registrado en la historia, no podemos dejar de reconocer que estos esfuerzos han sido todavía insuficientes y que aún existen grupos de trabajadores en condiciones muy desfavorables.
Me refiero, primero, a las mujeres discriminadas en su trabajo; menores que laboran, que no han cumplido la edad que la ley señala; trabajadoras del hogar sin derecho; mineros explotados en “pocitos”; migrantes, como los que hoy recibimos con orgullo en esta ciudad; jornaleros agrícolas a quienes en la clandestinidad se les han negado las mínimas prestaciones y se encuentran en condiciones de desigualdad y explotación.
Es momento de reflexionar sobre el tema de la desigualdad laboral. En Coahuila de Zaragoza, un Coahuila próspero, con grandes empresas, un Coahuila grande, como nos enorgullecemos; un Coahuila competitivo, al igual que en el resto del país, cerca de 98 por ciento de los trabajadores del hogar no cuentan con acceso a servicios de salud ni a un sistema de pensiones como prestación laboral.
Tres de cada cuatro perciben ingresos menores a 130 pesos diarios. Son las personas que todos los días llegan a nuestras casas, que se levantan igual que el resto de los obreros.
Son, como muchos de nosotros que salimos a trabajar, pero hay una diferencia, nosotros, en la primera persona del plural, nosotros no les damos seguridad social, a pesar de que hacen lo mismo que nosotros: trabajar.
De estas personas casi la totalidad, el 95 por ciento son mujeres; un número importante de ellas, para ser claro, una de cada cuatro son, además, jefas de familia, es decir, que no cuentan con alguien en la vida que las acompañe en la formación de sus hijos; esto quiere decir que ellas, a las que queremos muchísimo, a las que tratamos, seguramente con mucho cariño y que nos merecen una palmada, no les damos seguridad social y por lo tanto sus hijas y sus hijos viven, y hay que decirlo, obviamente de nuestra bondad, no de nuestra responsabilidad.
Los invito a todas y a todos a que reflexionemos sobre ese tema, y a que pronto invitemos a los coahuilenses a que demos seguridad social a quienes, como nosotros, se levantan todos los días a trabajar, pero salen de su jornada sin la seguridad que nosotros tenemos de un servicio médico o de un sistema pensionario.
Injusta es también la situación en que prestan sus servicios un número importante de trabajadores mineros, específicamente aquellos que laboran en la extracción del carbón en los conocidos “pocitos”.
La historia todos la conocemos, miles de argumentos para decirles que cuando yo hablo de esto o cualquiera de nosotros hablamos de esto, se ponen en peligro miles, muchos miles de empleos; pero al final del día, cuando sucede un accidente descubrimos siempre lo mismo: no tenían Seguro Social, recibían un sueldo distinto al registrado, el malacate se rompió, no había salida de emergencia, los inspectores pasaron y no se hizo nada, no había un escuadrón de rescate.
Pero al final siempre es lo mismo: “no hablemos más porque se pueden ir los empleos”.
Estamos decididos en este Gobierno a seguir insistiendo en mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de las minas de carbón. No podemos tolerar una muerte más. No podemos tolerar esa historia de que el patrón tenía dos registros. Esa historia de que en ese día, precisamente el día que murieron, por casualidad se les estaba registrando en el Seguro Social.
Los invito a que reflexionemos eso. Los invito a que en el orden de nuestra competencia y nuestra capacidad, podamos legislar al respecto.
Primero, démosle a los municipios, que a ellos les corresponde, una facultad clara para dar los permisos de construcción de las minas y así evitar ese discurso de que nadie es responsable de las condiciones de construcción de los pozos.
Impongamos en las leyes estatales facultades de supervisión en materia de protección civil, para que el Estado pueda entrar a las minas. Al final del día, pasó en Pasta de Conchos y ha pasado en otras ocasiones, tiene el Estado que entrar en forma subsidiaria.
Discutamos esa legislación. Tal vez atrevida, pero atengámonos a lo que dicen los tratados internacionales, que hoy son ley suprema del país.
No nos quedemos con viejas fórmulas legislativas que ya ni en las escuelas de derecho se estudian; atrevámonos a defender a los trabajadores del carbón.
Pronto, además, expediré reformas a los sustentos jurídicos que dan a la Promotora del Carbón, para incorporar en su directiva a los municipios y que todos seamos responsables de la comercialización del carbón; pero también digámoslo, el Estado comercializa una pequeña parte del carbón, no todo.
He dado instrucciones a la Secretaria del Trabajo para que nos pongamos siempre del lado del trabajador, que el Estado, siempre que suceda un accidente irresponsable, como el último, pida y exija la cancelación de la concesión del carbón.
Invito a todos ustedes a que el día de hoy escuchemos la voz de los trabajadores migrantes, estos que van al norte de nuestro país, algunos de ellos nacidos en otras naciones, otros, hermanos nuestros; a quienes podamos, démosles un trabajo, pero a todos démosles garantías de seguridad y traslado en nuestro territorio.
Ellos salieron de sus hogares una mañana buscando un empleo y por lo tanto merecen el respeto y la consideración de todos nosotros. Mi Gobierno anuncia en este momento la constitución de casas de migrantes en la ruta hacia el norte; y de más comedores para recibirlos y permitirles a quienes regresan, tener pan y comida; y a quienes van hacia el norte, igual.
Señora y señores legisladores:
Hoy Coahuila es un estado grande e importante entre los estados más competitivos del país; la capacidad exportadora de nuestro estado nos sitúa entre las cinco entidades con mayor volumen de exportación, y cuando salga de las entrañas el gas shale, seremos una de las tres entidades con más fortaleza económica.
Nuestros esfuerzos de promoción económica, la confianza de los empresarios que confían en el potencial del estado y la alta productividad de los trabajadores, han sido determinantes para la llegada de nuevos proyectos de inversión y de expansión, que han creado en estos dos años 56 mil nuevos empleos.
Espero que al término de nuestra Administración tengamos 150 mil empleos nuevos. Nunca antes en la historia se había dado eso.
Pero lo importante no es decirlo, sino materializarlo y aquí estamos seguros que, como en otras acciones, tendremos el respaldo del señor Presidente de la República, de su Gabinete, de los delegados federales, de los municipios, de los poderes y de todas las y los coahuilenses que saben que el mejor programa social es el empleo; que el mejor beneficio es un salario digno; y que la mejor condición es tener la seguridad de un sistema pensionario que no nos quite el sueño, sino que nos permita soñar en familias con bienestar individual y colectivo.
Muchas gracias.
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