Secretario General de la OEA llama a "no caer en la división ni la complacencia"
y convoca al "diálogo, la cooperación y la tolerancia" en inauguración de la Cumbre de las Américas
OEA. 14 de abril de 2012. El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llamó a la unidad a los países del hemisferio en la inauguración de la VI Cumbre de las Américas, señalando que “nuestra América unida es una realidad posible” para alcanzar objetivos comunes, superar obstáculos en el camino al progreso y la prosperidad, y alcanzar las soluciones que los pueblos reclaman a los problemas más urgentes. Dijo también que “la democracia avanza en América y la mejor forma de fortalecerla no está en la presión externa, en la imposición, ni en la exclusión, sino en el diálogo, la cooperación y la tolerancia”.
La cita hemisférica en Cartagena de Indias fue oficialmente inaugurada por el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien propuso a los mandatarios presentes “tender puentes” en asuntos clave de la política regional como la recuperación de Haití y la inclusión de Cuba. “Así como sería impensable otra cita hemisférica con un Haití postrado, también lo sería con una Cuba ausente”, afirmó. En este contexto, agregó que “el aislamiento, el embargo y la indiferencia han demostrado ya su ineficacia. Es un anacronismo que nos mantiene anclados a una era de Guerra Fría superada ya hace varias décadas”.
En su discurso ante los Jefes de Estado y de Gobierno del continente, el Secretario General Insulza afirmó que “en un marco de tolerancia y diálogo debemos asociarnos para lograr la prosperidad que está hoy a nuestro alcance”. Advirtió luego que América se acerca ya a los mil millones de habitantes” y dijo que ellos “esperan de sus líderes, reunidos hoy en Cartagena, un claro mensaje de unidad, para potenciar nuestra competitividad y nuestros intercambios, derrotar la pobreza, la discriminación y la desigualdad, proteger los derechos humanos de todos nuestros ciudadanos, defender su seguridad y hacer posible la sociedad libre y democrática que reclaman”.
El máximo representante de la Organización hemisférica resaltó que “la democracia avanza en América y la mejor forma de fortalecerla no está en la presión externa, en la imposición o en la exclusión”. Planteó la disyuntiva que marcan, por una parte, la Carta de la OEA que proclama la inclusión en el sistema de todos los países de América, y por otra la Carta Democrática Interamericana, que establece el compromiso común con la democracia. Y definió: la solución a este dilema “está en el diálogo, la cooperación y la tolerancia”.
El Secretario General Insulza expresó su confianza en que “una América unida es una realidad posible, con fortalezas institucionales innegables para alcanzar objetivos comunes”. Pero indicó al mismo tiempo que “América es también un continente de regiones, y por ello la acción hemisférica será más realista si reconoce las realidades regionales”. En ese sentido, reiteró que la OEA y el Sistema Interamericano “no están en competencia con las organizaciones regionales ni con los foros que han surgido para expresar nuestro creciente anhelo integrador; por el contrario, les da la bienvenida”.
El líder de la OEA alabó “el tono constructivo y positivo” que dio a la agenda de la Cumbre el Presidente Santos, y destacó su invitación “a no caer en la división ni la complacencia, sino a mirar con objetividad y sentido constructivo los obstáculos que dificultan aún nuestro progreso”, entre los que mencionó deficiencias en infraestructuras y atraso tecnológico; discriminación racial y de género; las desigualdades e iniquidades; el tráfico de drogas y el crimen organizado; y el impacto del calentamiento global.
“La base para nuestra acción común es sólida”, afirmó el Secretario General Insulza, que citó los múltiples nexos que unen a los países y las sociedades del continente, como los lazos comerciales, los flujos migratorios y los valores compartidos.
En su alocución, el jefe del organismo multilateral instó a los Jefes de Estado y de Gobierno a que en la cita de Cartagena alcancen acuerdos que sirvan de guía a los organismos regionales que componen el Grupo de Trabajo Conjunto de Cumbres. “Todos ellos han venido a recibir de ustedes orientaciones que nos permitan desarrollar de mejor manera nuestro trabajo en estos tres próximos años”, afirmó.
El Presidente Santos, por su parte, resaltó que “tendiendo puentes todo es posible”, y puso como ejemplo de ello el “excelente” estado actual de las relaciones entre Colombia y Venezuela, que no hace mucho tiempo mostraban gran distanciamiento. Con este ejemplo, el mandatario colombiano llamó a sus homólogos a “tender puentes guiados por nuestros principios, el respeto por nuestras diferencias, la cooperación y la solidaridad”.
Más adelante, aseguró que la conciliación y la búsqueda del consenso ayudarán también a afrontar desafíos como el problema de la violencia en Centroamérica “Centroamérica no está sola”, afirmó y la guerra contra las drogas. En ese último aspecto pidió “un alto en el camino para saber dónde estamos y hacia dónde vamos”. “Muchos países de la región creemos que es necesario iniciar un análisis de este problema, que sin prejuicios ni dogmas contemple las posibles alternativas para afrontar el problema”, agregó.
Al concluir, el Presidente Santos llamó a los gobiernos a centrar sus esfuerzos en resolver los problemas que más preocupan a los ciudadanos. “Esta Cumbre no se trata sólo de Gobiernos o intereses políticos, se trata de la gente, con necesidades, urgencias, carencias, que demandan nuestra acción efectiva y coordinada”, dijo. “Sólo trabajando de la mano, sólo cambiando los paradigmas podemos construir un mundo mejor para todos. Los invito a tender puentes, a ser socios por la prosperidad, por nuestra gente. Estando más unidos seremos una mejor América”, sentenció.
En la ceremonia también intervino Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas, que se sumó al llamado a la cooperación regional. “Los desafíos de hoy y de mañana desbordan las fronteras. El progreso y el bienestar de los pueblos de las Américas son una responsabilidad compartida” entre todos los países, dijo. Bárcena aseguró que “el valor del diálogo hemisférico en las Américas es reconocido por todos”, pero que no podrá “fortalecerse y proyectarse hacia el futuro” si no incluye a todos los países del continente.
En materia económica, la secretaria ejecutiva de CEPAL resaltó que “la región ha vivido un período histórico de bonanza económica”, con un crecimiento elevado y sostenido, al mismo tiempo que se reducía la pobreza, aumentaba el empleo y se mejoraba la distribución del ingreso. Ahora, afirmó, “llegó la hora de la igualdad. Hay brechas que cerrar y caminos por abrir, pero la desigualdad conspira contra el desarrollo y la seguridad. Nuestra región puede crecer más y mejor”, concluyó.
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