Secretaria de Estado adjunta Jacobson se refiere a política de EE.UU. hacia Cuba
El camino a la libertad: Luchar contra la represión y el fortalecer la sociedad civil en Cuba
A continuación una traducción de las declaraciones de la secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental Roberta S. Jacobson ante la Subcomisión del Hemisferio Occidental de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el 7 de junio de 2012.
Departamento de Estado de Estados Unidos
Declaración de Roberta S. Jacobson
Secretaria de Estado adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental
Ante la Subcomisión de Hemisferio Occidental de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado
7 de junio de 2012
El camino a la libertad: Luchar contra la represión y el fortalecer la sociedad civil en Cuba
Presidente Menéndez, miembro principal Rubio, miembros de la Comisión, gracias por la oportunidad de estar aquí hoy. Aprecio el compromiso de esta subcomisión con el Hemisferio Occidental y aplaudo su compromiso con los valores democráticos compartidos, los derechos humanos y la ampliación de oportunidades sociales y económicas en las Américas.
En la mayoría de los países del Hemisferio Occidental, vemos que los gobiernos trabajan para ofrecer mayores oportunidades políticas y económicas para los ciudadanos, pero todavía hay excepciones. Es por eso que el apoyo a los derechos humanos, la gobernabilidad democrática y una mayor prosperidad sigue siendo un objetivo fundamental de Estados Unidos en todo el hemisferio, especialmente en Cuba.
En Cuba, la prioridad de la administración Obama es capacitar a los cubanos para que determinen libremente su futuro. La herramienta más eficaz que tenemos para hacerlo es construir conexiones entre los pueblos cubano y estadounidense, para darles a los cubanos el apoyo y las herramientas que necesitan para seguir adelante independientes de su gobierno. Los ciudadanos de Estados Unidos, que participan en viajes bien definidos y con propósito, son los mejores embajadores de nuestros ideales democráticos. Los cientos de miles de estadounidenses de origen cubano que han enviado remesas y han viajado a la isla desde que les facilitamos el camino a principios de esta administración, son parte central de una estrategia para asegurar que los cubanos tengan las oportunidades que se merecen. Las políticas de la administración respecto a viajes, remesas y contactos de persona a persona ayudan a los cubanos al proporcionar fuentes alternativas de información, aprovechar nuevas oportunidades de autoempleo y propiedad privada, y fortalecer la sociedad civil independiente.
Nuestra política reconoce también la importancia de participar con activistas en pro de la democracia y los derechos humanos que han estado trabajando durante años para ampliar los derechos políticos y civiles de todos los cubanos. Como dijo la secretaria Clinton, las sociedades avanzan cuando los grupos de ciudadanos trabajan juntos de manera pacífica para transformar los intereses comunes en acciones comunes que sirvan al bien común. Nuestros programas en Cuba proporcionan ayuda humanitaria a los presos políticos y a sus familias, apoyan la documentación de las violaciones de los derechos humanos, y fomentan el libre flujo de información hacia, desde y dentro de la isla. Constantemente apoyamos y destacamos la labor de las personas que promueven el cambio positivo en Cuba. El año pasado, la secretaria Clinton reconoció a la bloguera cubana Yoani Sánchez con el premio Internacional a las Mujeres de Coraje de 2011, y las Damas de Blanco ganaron el premio del Departamento de Estado a los Defensores de los Derechos Humanos en 2011.
En 2010 y 2011, con el apoyo del gobierno español y de la Iglesia Católica, el gobierno cubano puso en libertad a decenas de presos políticos, la mayoría con la condición de exilio en España. Acogemos con beneplácito la liberación de estos presos políticos, entre los que estaba el último de los 75 activistas pacíficos que habían sido detenidos injustamente durante la “Primavera negra” de 2003 por ejercer sus derechos universales y libertades fundamentales. Nos complace especialmente que doce de estos valientes individuos, entre ellos José Daniel Ferrer y el ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad, Oscar Biscet, lograran quedarse en Cuba. Desafortunadamente, su liberación no efectuó un cambio fundamental en el pobre historial de derechos humanos del gobierno cubano. El gobierno cubano ha seguido castigando a la disidencia política, empleando cada vez más detenciones repetidas, a corto plazo, y arbitrarias, para impedir que los ciudadanos se reúnan pacíficamente y expresen libremente sus opiniones. Continúa limitando las libertades fundamentales, inclusive la libertad de expresión, la libertad de prensa, el acceso a la información y la asamblea pacífica y asociación; todas estas son cuestiones respecto de las cuales esta subcomisión se ha pronunciado enérgicamente, y ha defendido por largo tiempo en la región. Además, ha seguido amenazando y acosando a los pacíficos defensores de los derechos humanos, incluso a las valientes “Damas de Blanco”. Es por eso que tanto por medio de políticas gubernamentales como facilitando la participación no gubernamental seguiremos apoyando a una sociedad civil cubana independiente así como el derecho del pueblo cubano a determinar libremente su futuro.
A pesar de la intolerancia del gobierno cubano, la disidencia política y las organizaciones religiosas han ganado más libertad para divulgar la religión y ofrecer servicios sociales básicos a los cubanos marginados. Respetamos los esfuerzos de varias denominaciones para ganar mayor espacio dentro de Cuba y valoramos sus labores caritativas. La administración ha tomado medidas para apoyar a los grupos religiosos en Cuba, al autorizar que las organizaciones religiosas de Estados Unidos patrocinen viajes religiosos y al permitir remesas ilimitadas para apoyar las actividades religiosas en Cuba.
En este contexto, destacamos también el caso de Alan Gross, quien ha estado encarcelado injustamente en Cuba desde diciembre de 2009. Seguiremos intentando la liberación inmediata de este dedicado trabajador de desarrollo y esposo, padre e hijo cariñoso.
Al mejorar el acceso a la tecnología de la comunicación facilitaremos el proceso de cambio político de Cuba. Nuestra Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana ofrece acceso gratuito a Internet a activistas de derechos humanos y otros cubanos, enseña habilidades básicas de tecnología de la información, y ofrece capacitación a los periodistas independientes. Aún cuando el gobierno cubano restringe severamente la capacidad de acceso a Internet de los cubanos, los teléfonos móviles se legalizaron en Cuba en 2008, y desde entonces el uso del teléfono celular se ha más que duplicado, lo cual ha mejorado la conectividad de la sociedad civil cubana. Los activistas ahora pueden denunciar los abusos de derechos humanos por medio de mensajes SMS y Twitter.
Para Cuba y otros gobiernos del hemisferio, nuestro mensaje debe ser claro: La disidencia no violenta no es una conducta criminal. La oposición al gobierno no es una conducta criminal. El ejercicio de la libertad de expresión no es una conducta criminal. Al contrario, la libertad de expresión es un derecho que hay que defender.
Permítanme ampliar brevemente este último punto. Señor Presidente, sé que ustedes están comprometidos a garantizar el pleno respeto a la libertad de expresión en las Américas. Quisiera aplaudir los esfuerzos de la subcomisión para subrayar la importancia de la libertad de expresión en nuestro hemisferio. En algunos países de la región, hemos visto que los gobiernos y otros actores usan nuevas tácticas para silenciar a quienes los desafían. Estas tácticas incluyen amenazas y violencia contra los periodistas, reglamentos del gobierno dirigidos a silenciar a los críticos, requisitos abusivos de emitir obligatoriamente comunicados del gobierno, y demandas desproporcionadas y sin precedentes contra los propietarios de los medios. Donde quiera que esto ocurra en nuestro hemisferio, tenemos que hacer frente a estas nuevas medidas que buscan limitar la libertad de expresión.
Para concluir, permítanme subrayar que nuestra política hacia Cuba se enfoca en apoyar el deseo de los cubanos de determinar su futuro de manera libre y pacífica. Seremos los primeros en aplaudir cuando un gobierno elegido democráticamente en Cuba vuelva a participar plenamente en el sistema interamericano. Este hemisferio ha sido un pionero en proteger los principios democráticos en sus instituciones nacionales y regionales, para enorme beneficio de todos los pueblos de las Américas. Esos principios siguen siendo extremadamente importantes para el hemisferio, sus desafíos, y su futuro como lo destacamos recientemente en la Asamblea General de la OEA en Bolivia.
Nuevamente, agradezco su compromiso con los derechos humanos, la democracia, el crecimiento económico y la seguridad en el Hemisferio Occidental. Espero con interés continuar trabajando con ustedes para fomentar mayor libertad y prosperidad en Cuba. Gracias
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Etiquetas: Cuba, derechos humanos, EEUU