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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 22 de Diciembre del 2024

Recordando un vuelo "superespecial" del transbordador espacial

Por Louise Fenner Redactora Washington – Joan Higginbotham recuerda la imagen de la Tierra al contemplarla desde el transbordador espacial Discovery en 2006. En el espacio no hay nada que distorsione la imagen, explicó, “y al mirar al océano se ven tonos azules y verdes brillantes, los colores parecen casi como si fueran de mentira”.

A Higginbotham le llamó la atención no sólo la belleza de la Tierra, sino también la fragilidad de su atmósfera, que desde su punto de vista parecía tener un grosor “tal vez de un octavo de pulgada”. Lo primero que pensó fue: “esto es lo único que nos protege de la extinción”.

Cuando el transbordador Discovery despegó el 9 de diciembre de 2006 en una misión de 13 días de duración a la Estación Espacial Internacional, Higginbotham se convirtió en la tercera mujer afroamericana en volar al espacio. Se desempeñó como especialista de misión a cargo del funcionamiento del gigantesco brazo robótico de la estación espacial. El brazo se utilizó para trasladar cerca de tres toneladas de suministros y equipo desde el transbordador hasta la estación espacial, y también ayudó a los miembros de la tripulación en cuatro caminatas espaciales.

Una de esas caminatas se llevó a cabo porque uno de los paneles solares de la estación espacial no se retractaba, según explicó Higginbotham. (Los paneles son estructuras que contienen miles de células solares que convierten la energía del Sol en electricidad). Los astronautas se subieron al extremo del brazo robótico, el cual les colocó donde tenían que estar y también les proporcionó una plataforma donde poder sentarse y trabajar mientras reparaban la placa.

“Teníamos un carga de trabajo muy pesada”, comentó Higginbotham, pero también fue “una experiencia estupenda”. Los siete astronautas del transbordador habían realizado juntos su entrenamiento y se llevaban bien. Habían conocido a la tripulación de la estación espacial varios meses antes, en la Tierra. “Lo maravilloso es que todos trabajamos en equipo y eso hizo que la misión fuera super especial”, dijo.

Convertirse en astronauta

Higginbotham no siempre pensó en convertirse en astronauta, pero la NASA la reclutó cuando estaba terminando sus estudios de ingeniería eléctrica en la Universidad del Sur de Illinois en Carbondale. Atribuye al programa INROADS el mérito de haber captado su interés en la ingeniería cuando aún estaba en la escuela secundaria. INROADS ofrece a estudiantes prometedores de grupos minoritarios la oportunidad de explorar carreras de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, y les ayuda a prepararse para ingresar en la universidad. También ofrece prácticas remuneradas para estudiantes universitarios en las principales empresas.

Después de nueve años en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, donde trabajó en 53 lanzamientos espaciales, Higginbotham fue seleccionada en 1996 como candidata a astronauta. Se entrenó en el Centro Espacial Johnson en Texas. ¿Tenía miedo de volar en el transbordador? “No, porque yo tenía una ventaja”, explica. “Conocía a la mayoría de las personas que trabajaban en los lanzamientos y sabía que estaban sumamente entregados a su trabajo”.

Higginbotham llevaba ya casi 20 años en la NASA cuando decidió que era hora de dedicarse a algo distinto. Trabajó en la oficina de responsabilidad social empresarial de la petrolera Marathon Oil Corporation y estuvo a cargo de la gestión de un proyecto para controlar la malaria en Guinea Ecuatorial. Actualmente es directora de relaciones con la comunidad en la empresa Lowe’s Corporation de Carolina del Norte.

Estados Unidos suspendió el programa de transbordadores espaciales en 2011, pero “todavía hay oportunidades de vuelo para los astronautas al menos hasta el año 2016 y quizá hasta el 2020. En esa fecha está previsto que la Estación Espacial Internacional salga de órbita. “Los astronautas ahora van y regresan de la estación espacial en naves espaciales rusas. La NASA está trabajando con empresas privadas que desean desarrollar servicios comerciales de naves espaciales. Si esas empresas logran su objetivo, “los futuros astronautas podrán seguir explorando el espacio”, según Higginbotham.

A la astronauta le gustaría ver a más afroamericanos convertirse en astronautas. “Todos queremos que llegue el momento en que ya no se pueda decir: ‘Ese es el tercero’ o ‘el noveno’. Queremos que sea la norma, en vez de la excepción”, dijo. Higginbotham da charlas de motivación y les dice a sus públicos jóvenes que pueden lograr cualquier meta que se propongan.

Para más información, en inglés, sobre el programa INROADS ( http://www.inroads.org/ ), véase su sitio web.

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html ) ************************************************************ La Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estados Unidos distribuye USINFO-NOTICIAS. Puede encontrar información adicional en http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html

Etiquetas: Discovery, EEUU, transbordador, vuelo