Presenta el PAN reforma electoral con “ elección presidencial a modo”
Dice el diputado federal del PRI Francisco Saracho
- 27 de Enero de 2010
- Por: Roderic Gómez
México, D.F. 27 de enero del 2010. El Partido Acción Nacional presentó, a través de Felipe Calderón, una propuesta de reforma política en la que busca su propio beneficio de partido y no el desarrollo de un sistema electoral moderno e incluyente, aseveró aquí el diputado federal por el primer distrito de Coahuila, Francisco Saracho Navarro.
El legislador acuñense dijo que la propuesta del PAN de que haya segunda vuelta para el candidato presidencial que obtenga el triunfo con menos del 50 por ciento de la votación nacional, busca perjudicar al PRI que se enfila sin ninguna duda a recuperar la presidencia de la república, en la elección del 2012.
Recordó que el PRI presentó dos propuestas de reforma política, una en el estado de Coahuila y otra a nivel nacional, y en ambas la propuesta es gastar menos en campañas, reducir los puestos de elección popular, ya sea de diputados o ediles, y evitar la contaminación visual con propaganda excesiva en vías públicas y equipamiento urbano.
Informó que en la capital del país, la reforma electoral propuesta por Felipe Calderón ya ha sido analizada profundamente por parte de intelectuales de la vida nacional como el foro el pasado lunes y martes, con la presencia de Jorge Alcocer, Jorge Castañeda y José Woldenberg.
De inicio, para el PRI, la propuesta de nueve puntos del presidente de la república es muy controvertida, sobre todo en lo que se refiere a dos puntos: la segunda vuelta y la elección consecutiva.
“Felipe calderón quiere incorporar a nuestra constitución la segunda vuelta en la elección presidencial, lo que significa que aquel partido político que no alcance el 50 por ciento de los votos, aunque gane va tener que ir a una nueva elección con el gasto excesivo que ello implica”, dijo.
“En un país como el nuestro donde los triunfos presidenciales, inclusive del mismo PAN se han dado con menos del 38 por ciento de la votación nacional, Felipe Calderón busca que los dos partidos que se saben ya perdedores se alíen y puedan derrocar al ganador en una segunda vuelta hacia la elección del 2012”.
La otra propuesta que consideró controvertida es la de que un ciudadano que reúna el uno por ciento del padrón electoral podrá registrar una candidatura independiente, ya sea en una elección de alcalde o de presidente de la república.
Aquí lo que se vislumbra es el posible financiamiento ilegal ya que de dónde va a sacar el candidato ciudadano el dinero para su campaña, lo que pone en riesgo el proceso electivo, por la posible ingerencia de dinero de los poderes fácticos.
Si bien la propuesta del PAN o Felipe Calderón no habla de reducción de tiempos de campaña o de financiamiento, y sí toca el tema de reducción de diputados, quiere una elección consecutiva de hasta 12 años que en el fondo no es otra cosa que una reelección.
Sobre cuál es la postura del PRI la propuesta de Felipe Calderón, el diputado Saracho dijo que precisamente será la que emane de los foros ciudadanos que se van a hacer y que se obtendrá de una profunda consulta ciudadana, sin embargo, dijo, que de entrada y a titulo personal, él no estaría de acuerdo en algunos puntos.
“Como particular yo no estaría de acuerdo con la segunda vuelta”.“Si un candidato saca menos del 50 por ciento más uno, esto lo obligaría a ir a una segunda vuelta”.
“Supongamos que saque el 40 por ciento de los votos pues iría a una segunda vuelta con el que quedó en segundo lugar, que sin duda alguna se aliaría con el tercero y cuarto lugar para tratar de ganar la elección presidencial”.
“Ahora estamos viendo cómo partidos de distinta ideología con principios morales, éticos y jurídicos como es el PAN y el PRD ahora se están juntando precisamente para poder derrotar a un partido muy fuerte, un partido muy unido con fuerte presencia en doce estados de la república como es el PRI”.
Dijo que ahora más que una reforma política le urge al país una reforma hacendaria, que reactive la economía, para que se cobren menos impuestos, y se eviten los alzas excesivas a los combustibles como la gasolina, que se generen más empleos y no se gaste más dinero en campañas políticas dobles o excesivas.