Planes para reducir superbacteria tema del Día Mundial de la Salud en 2011
Por Charlene Porter Redactora
Washington – Los expertos en salud pública advirtieron que la ciencia médica podría retornar a una era en la que los médicos no tenían recursos para combatir las infecciones, y quieren la ayuda del público para evitar llegar a ese punto.
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es el tema del Día Mundial de la Salud que se celebra el 7 de abril. RAM es el término médico para describir una bacteria que ha creado defensas en contra de los medicamentos con que se combate la misma. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha adoptado el lema “Si no actuamos hoy, no habrá cura mañana”, para enfocar la atención en el tema.
“Son necesarias actuaciones urgentes y unificadas para evitar que regresemos a la era preantibiótica”, indica la OMS en su sitio web, al anunciar su intención de presentar el 7 de abril un plan coordinado para frenar la RAM.
Los Centros de Estados Unidos para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) están asociados con la campaña de la OMS y el doctor Arjun Srinivasan dirige los programas para la prevención de las infecciones en la agencia federal en Atlanta, Georgia. Dijo que las infecciones que se presentan con frecuencia, que hoy generalmente se curan con antibióticos, tienen posibilidades de convertirse en superbacterias que no puedan ser reducidas por los medicamentos disponibles o conocidos en la actualidad.
“Una infección de oído, meningitis, una infección grave en la médula espinal, neumonía, infecciones del circuito urinario, infección de heridas, todas estas eran infecciones que, antes del desarrollo de los antibióticos, realmente no tenían tratamiento”, dijo Srinivasan en una entrevista. “El paciente se mejoraba o no, y no había nada que pudiéramos hacer”.
Srinivasan, especialista en enfermedades infecciosas, dijo que deben hacerse dos cosas para evitar el surgimiento de más infecciones bacterianas que sean difíciles, si no imposibles, de curar con los recursos médicos de hoy. La ciencia tiene que elaborar nuevos medicamentos y los practicantes y pacientes tienen que estar mejor informados sobre el uso de los antibióticos y las conductas para evitar las infecciones.
Lo primero, fabricar nuevos medicamentos, es difícil y no promete respuestas inmediatas. Los fármacos que atacan los puntos débiles en la bacteria ya están inventados, por lo que una nueva línea de ataque contra la bacteria debe identificarse incluso antes de que surjan nuevos medicamentos.
La segunda estrategia, usar los antibióticos con más cautela, es fácil. Srinivasan dice que las investigaciones han determinado que el 30 por ciento del uso diario de antibióticos es innecesario, por lo que esto tiene que cambiar de manera imperativa e inmediata.
“A la gente se le recetan antibióticos, sin que tenga ninguna infección bacteriana, o toman antibióticos durante un tratamiento demasiado largo”, dijo.
Cuantos más antibióticos naveguen en los cursos sanguíneos humanos, más grande es la posibilidad de que la bacteria se haga resistente a ellos. La humilde bacteria no puede ser calificada de villano en la historia. Al hacerse resistente a los medicamentos que la pueden atacar, la bacteria está solamente defendiéndose, y crea nietos que son más fuertes y más capaces de sobrevivir. E incluso si en el futuro cercano la medicina elaborase nuevos medicamentos las bacterias seguirán tratando de defenderse, evolucionando para ser más resistentes a los nuevos atacantes.
“En primer lugar tenemos que trabajar arduamente en estrategias para evitar el desarrollo de la resistencia, porque eso es lo que nos ayudará a mantener la efectividad de los antibióticos de que disponemos ahora”, dijo Srinivasan. “Eso es lo que hará que los nuevos antibióticos duren más”.
En Estados Unidos, la bacteria conocida como MRSA (Staphylococcus aureus – estafilococo dorado resistente a la meticilina) es una de las que no puede ser reducida con antibióticos comunes, como la penicilina o la oxacilina. Los CDC calculan que eso provoca miles de muertes al año, con la mayor parte de los casos originados en hospitales que no siguen adecuadamente las prácticas de higiene.
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