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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 22 de Noviembre del 2024

Pide fracción del PAN en el congreso de Coahuila, reconocer labor de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza

Poeta, periodista y precursora de la Revolución Mexicana

Pronunciamiento de la diputada Esther Quintana Salinas en conjunto con los diputados integrantes del grupo parlamentario “Lic. Felipe Calderón Hinojosa” del Partido Accion Nacional, que al calce firman, con motivo del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana.

Este año que celebramos las dos gestas heroicas que han estremecido nuestro suelo patrio para transformarlo en Nación, y para recordar con respeto y admiración a las mujeres que tan valientemente participaron con su determinación, coraje y entrega, en una o en otra, voy a permitirme a lo largo de este 2010, traer al recinto de esta Soberanía, la historia de su invaluable contribución.

Hoy honramos la memoria de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza.

Como Teteoinnan (diosa de la mitología nahoa cuyo origen no es celestial, sino terrestre, hija de un señor de Colhuacan, deificada por orden de Huitzilopochtli a través de un horrendo sacrificio), un día existieron varias mujeres distinguidas por su inteligencia, dignidad y arrojadas acciones —aun a costa de sus intereses, de su vida o la de sus seres queridos—, protagonistas del proceso armado de la Guerra de Independencia o de la Revolución Mexicana.

No son nombres nuevos los de Josefa Ortiz de Domínguez y Leona Vicario, de hecho son los más conocidos, y también en su momento habremos de conmemorar el destacado papel que tuvieron en la guerra de hace 200 años

Pero también hay otras damas excepcionales, a quienes se les ha relegado prácticamente al anonimato o a la simple mención, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, es una de ellas. De modo que hay que mostrar su trayectoria de vida, para que las generaciones de hoy sepan de su temple y su espíritu indomable, sobre todo en esos años en los que desde la óptica de la cultura machista imperante, ser mujer era ser objeto de adorno y/o de servidumbre.

Pues Juana Belén, no fue ninguna de los dos. Fue periodista, poeta, sindicalista, revolucionaria libertaria, precursora de la Revolución Mexicana.

Nació en San Juan del Río Durango el 27 de enero de 1857. Sus padres, Santiago Gutiérrez y Porfiria Chávez, eran personas muy humildes y de escasos recursos, pero eso no fue obstáculo para un carácter como el de Juana. La joven Gutiérrez se superó, fue autodidacta. Se volvió ferviente lectora de Bakunin y Kropotkin, anarquistas, y en ese derrotero se orientó su pensamiento.

Apenas tenía doce años, cuando se casó con un minero analfabeta llamado Cirilo Mendoza, en Sierra Mojada, Coahuila, a quien Juana enseñó a leer y a escribir. A los 22 años comenzó a colaborar en los periódicos El Diario del Hogar y El hijo del ahuizote. Por defender los derechos de los trabajadores en un reportaje publicado sobre las malas condiciones laborales en el mineral de La Esmeralda, aquí en Coahuila, en 1897 fue encarcelada en la prisión Minas Nuevas.

Al salir de la prisión, en 1899 fundó el Club Liberal Benito Juárez y en 1891 el semanario Vesper en el que criticó a la administración de Porfirio Díaz además de atacar a la Iglesia y al Estado. Ella misma redactaba e imprimía sus contenidos, por lo que fue denunciada y el periódico decomisado. Para evitar la cárcel, se trasladó a ciudad de México y en 1902 reanudó la publicación de Vesper prosiguiendo en sus ataques al gobierno.

Se afilió al Club Liberal Ponciano Arriaga creado por Camilo Arriaga ocupando en 1903 el puesto de primer vocal. Durante un mitin, policías disfrazados de civiles fingieron un alboroto y Camilo Arriaga, junto con Juana Belén, los hermanos Flores Magón y Juan Sarabia fueron recluidos en la tétrica Cárcel de Belén. Más tarde desterrada a Laredo, Texas, ahí se reunió con los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, Santiago de la Hoz, Juan Sarabia, Elisa Acuña y Rossetti, y Sara Estela Ramírez, ésta última de Villa de Progreso, Coahuila.

Junto a Elisa Acuña y Sara Estela Ramírez continuó con la publicación de su periódico y con Acuña redactó el periódico Fiat Lux. En 1905 regresó a la ciudad de México y creó «Socialismo Mexicano», una nueva organización formada por grupos de obreros. Editó un nuevo periódico llamado Anahuac, que sirvió como órgano de difusión de la agrupación. En esta época colaboró en Excelsior.

A finales de 1907 fundó Las Hijas de Anahuac, grupo formado por unas 300 mujeres libertarias que se reunían los domingos por la tarde y que, ya desde 1904 pedían, mediante huelgas, mejores condiciones laborales para las mujeres. Esta agrupación estableció las bases de determinados artículos de la Constitución Política Mexicana, que nacería en 1917, además de desarrollar un amplio trabajo en los clubes del «Partido Nacional Antirreleccionista» de Madero. Porfirio Díaz, viendo el peligro que representaba, la deportó a los EUA.

A su regreso, en 1909, se adhiere al maderismo y funda el club político femenil Amigas del Pueblo, donde participan Dolores Arana, Manuela y Delfina Peláez, Manuela Gutiérrez, Dolores Jiménez Y Muro, María Trejo, Rosa G. de Maciel, Laura Mendoza, Dolores Medina y Jacoba González. Sigue participando con Camilo Arriaga, luego de que las diferencias con el PLM habían aflorado y terminara por dividirse.

El Círculo Ponciano Arriaga organiza un complot que tenía por objeto la rebelión de las tropas en el cuartel de San Diego, en Tacubaya. Esto provocaría, según sus cálculos, la insurrección espontánea de toda la población, lo cual no ocurre, acabando encarcelada, con el conjunto de presos políticos, en los calabozos de San Juan de Ulúa durante tres años, donde coincidirá con Dolores Jiménez, María Dolores Malvaes y Elisa Acuña, entre otras, también presas, con quienes reconoce la necesidad femenina de organizarse por reivindicaciones propias.

En 1910, Francisco I. Madero había subido a la Presidencia; sin embargo, los anhelados cambios no llegaban, pues se conservó toda la estructura del régimen anterior; continuaban las persecuciones, y también la existencia de presos políticos. En enérgicas cartas, Juana Belén exige a Madero el voto para las mujeres.

En 1911, se suma a la causa de Emiliano Zapata y Francisco Villa, participó en la elaboración del Plan de Ayala. En cuanto se declara partidaria del zapatismo es encarcelada. Al salir de la cárcel, se marchó al estado de Morelos, donde Zapata la nombra coronela, encargándose de organizar el regimiento Victoria.

En 1914 dirigió en Chilpancingo, Guerrero, el periódico indigenista La Reforma, al tiempo que desarrolló un duro trabajo organizativo y político. En 1916 Carranza la señala como “zapatista convicta” por lo que estuvo presa diez meses. A su salida funda el Consejo Nacional de Mujeres Mexicanas y continúa su labor propagandística fundando, en 1919, El Desmonte, con artículos sobre la vida política y sindical.

En 1921 creó en Morelos una colonia agrícola experimental: la Santiago Orozco. Fue colaboradora de Vicente Lombardo Toledano durante su gobierno en Puebla. En 1922 publicó ¡Alto!, donde se pronuncia contra la desnacionalización de México desde una perspectiva indigenista.

Entre 1925 a 1930 fue inspectora de escuelas federales en Querétaro y en Zacatecas. En 1930 fundó el grupo “Indo América”, que reivindicaba la unión latinoamericana contra el colonialismo estadounidense. Muchas de esas ideas están plasmadas en su ensayo Por la tierra y por la raza (1924).

En 1930, con 73 años inició la publicación de otro periódico: Alma Mexicana. En 1932, Vesper entró en su cuarta y última época. De 1937 a 1941 fue directora de la Escuela Industrial para Señoritas de Morelia, Michoacán. En 1940, fundó el grupo «La República Femenina», que sostenía que el desequilibrio social provenía del triunfo del patriarcado sobre el matriarcado.

Durante los últimos años de su vida, continuó escribiendo en distintos periódicos. Murió el 13 de julio de 1942 en la Ciudad de México en la miseria y el olvido. Una calle de la colonia de «Los Periodistas» de la Ciudad de México lleva su nombre.

No hubo nada que la avasallara, jamás. Juana Belén amó profundamente a su país, vivió siempre de acuerdo a sus convicciones, y son éstas las que pintan sin adjetivos la congruencia.

Honor a quien honor merece.

“POR UNA PATRIA ORDENADA Y GENEROSA Y UNA VIDA MEJOR Y MAS DIGNA PARA TODOS”.

ATENTAMENTE.
Saltillo, Coahuila a 28 de Enero de 2010

DIP. ESTHER QUINTANA SALINAS

DIP. CARLOS ULISES ORTA CANALES DIP. LOTH TIPA MOTA

DIP. RODRIGO RIVAS URBINA DIP. MARIO ALBERTO DAVILA


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