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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 26 de Diciembre del 2024

Permanente guarda un minuto de silencio por Carlos Fuentes.

México, D.F. Miércoles, 16 de Mayo de 2012. La Comisión Permanente manifestó su pesar por el sensible fallecimiento del escritor Carlos Fuentes y guardó un minuto de silencio en honor a su memoria, gran imaginación y producción literaria.

Los senadores y diputados hicieron extensivas sus condolencias a su esposa Silvia Lemus, familiares y a la comunidad intelectual por la pérdida irreparable “de un mexicano que trascendió con su labor literaria las fronteras nacionales”.

El senador José González Morfín, presidente de ese órgano del Congreso, calificó a Fuentes como “uno de los escritores mexicanos más importantes del siglo XX, que en vida se destacó como poeta, ensayista, intelectual, diplomático, y sobre todo, como una voz crítica”.

Por ello —consideró— la nación perdió a un mexicano de gran estatura intelectual y moral; a un hombre que dejó en claro su posición respecto de las imposturas políticas.

Fue —añadió— un hombre universal cuya fuerza literaria será extrañada y su obra permanecerá ligada a los lectores de todas las generaciones.

En este sentido, expresó que Fuentes es uno de los representantes más conspicuos de la literatura mexicana.

Recordó que el Senado mexicano reconoció su trayectoria al entregarle en 1999 la Medalla de Honor Belisario Domínguez.

Además, agregó, como autor de numerosas y representativas obras, Carlos Fuentes fue merecedor de los reconocimientos más importantes de la literatura española: recibió más de 30 premios y condecoraciones y más de 20 doctorados honoris causa de universidades de reconocido prestigio internacional.

Entre estos destacan el premio Príncipe de Asturias y la Medalla Picasso de la UNESCO en 1994, así como los galardones Javier Villaurrutia en 1976 y Rómulo Gallegos en 1977.

También fue merecedor de los premios Internacional Alfonso Reyes en 1979 y Nacional de Literatura de México en 1984.

En 1987 recibió el Premio Cervantes y fue condecorado con la Legión de Honor y el galardón Meléndez Pelayo en 1992.

Por último, González Morfín externó que “su ausencia significa una sensible pérdida para nuestro país y el mundo literario, ya que su inteligencia crítica y capacidad literaria lo llevaron a ser una de las mentes más respetadas del mundo de las letras”.

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