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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 22 de Diciembre del 2024

¿Para qué una oficina de prensa o es que las reglas han cambiado?

Este ensayo es parte del manual "Una oficina de prensa responsable en la Era Digital", publicación de la Oficina de Programas de Información Internacional.

Miércoles, 25 de abril, 2012 20:09:27. “Un gobierno popular que no tenga manera de tener información sobre el pueblo, o los medios para conseguirla, no es más que el prólogo de una farsa o de una tragedia, o tal vez de ambas”, observó James Madison, cuarto presidente de Estados Unidos, en 1822. Unos cien años más tarde, el trigésimo quinto presidente del país, John F. Kennedy, declaró que “el flujo de ideas, la capacidad de tomar decisiones bien informadas, la opción de criticar, es decir, todos los supuestos en los que se basa la democracia política, dependen en gran parte de las comunicaciones”.

Ambos presidentes de Estados Unidos discurrían sobre cómo funciona una democracia. Sus palabras aún siguen vigentes en este siglo XXI de la Era de Información.

La idea de que el gobierno debe rendir cuentas al pueblo y de que los individuos que trabajan en el gobierno son servidores públicos, se remonta a los tiempos de la revolución de Estados Unidos en el siglo XVIII. No obstante, el rendir servicio al pueblo es una empresa doble. En una democracia, servir al pueblo e informar la verdad es tarea que incumbe tanto a la prensa como a los funcionarios del gobierno. En las democracias apuntaladas por la libertad de prensa y la libertad de información, son igualmente fundamentales la transparencia y la operación eficaz de las comunicaciones del gobierno. El ingrediente que no se puede omitir en una prensa libre es un gobierno abierto y transparente.

Función de los medios de información y de los ciudadanos

En una democracia, los ciudadanos necesitan información factual y creíble para poder adoptar decisiones informadas y emitir juicios independientes. Los medios de información libres e independientes, entre ellos los tradicionales, los digitales y los medios sociales, son indispensables para difundir esa información. Los medios independientes, entre los que se cuentan los tradicionales, hacen las veces de guardián de los ciudadanos ante el gobierno. Comprometen a los funcionarios públicos a cumpliar las normas más estrictas e informan si el gobierno se ha ganado o no la confianza del público. En la actualidad, los medios sociales, tales como Facebook, proporcionan nuevas tribunas a los ciudadanos para expresar sus opiniones e intercambiar información entre ellos y directamente con sus gobiernos. A través de los blogs, los videos en You Tube, los mensajes en Facebook, Linkedin, Tweeter y otras redes sociales, los funcionarios de gobierno, los periodistas y los ciudadanos establecen una comunicación directa. Los ciudadanos pueden además hacer seguimiento en los medios sociales de la veracidad de una información, tanto de la que difunden sus gobiernos como de la que se publica en los medios impresos o se difunde por radio y televisión. Hoy día, los ciudadanos disponen también de oportunidades, sin precedentes, de ayudar a los medios tradicionales en su labor informativa al contribuir con sus fotografías y videos de acontecimientos, revelar datos no conocidos y presentar al gobierno sus propias soluciones a los problemas. Los periodistas, ciudadanos y gobiernos nunca antes habían tenido un contacto tan directo como el que existe hoy en todos aquellos contextos, incluyendo el cibernético, en los que imperan la verdadera libertad digital y de Internet, y la libertad de prensa, de expresión y de asociación.

Los funcionarios públicos se comunican por blogs para responder a los comentarios de los ciudadanos, transmiten información de carácter urgente por Tweeter y envían mensajes de texto sobre nuevos planes. Cuando todo funciona bien y no intervienen la manipulación o la censura en línea o de los medios sociales, se mejora la transparencia y la rendición de cuentas, y se abre el diálogo entre los gobiernos, los ciudadanos y los medios informativos.

En la nueva era digital, las viejas normas aún aplican. Las normas de veracidad, exactitud, apertura y verificación siguen tan vigentes hoy en los gobiernos democráticos que utilizan los medios digitales y sociales, como en los que disponen únicamente de los medios tradicionales de información.

“Los funcionarios públicos deben obedecer las mismas normas no importa con quién trabajen”, opina Anita Dunn, ex directora de Comunicaciones de la Casa Blanca en la administración del presidente Barack Obama. Lo que ha cambiado es la velocidad y el ritmo de las noticias, que ahora se difunden las 24 horas de los siete días de la semana. “Hoy trabajamos en un mundo sin cierre de edición”, agregó ella, “porque estamos todo el tiempo trabajando con un plazo de entrega”.

La constante producción de noticias es un requerimiento capaz de imponerse sobre la evidencia disponible. Ello hace que la función del periodista sea determinante.

“Los medios de información tienen la tarea aún más importante de ayudar a la gente a discernir lo verdadero de lo falso”, dijo Dunn.

Los periodistas pueden dar coherencia y contexto a las noticias mediante la provisión de análisis y antecedentes. Pueden separar la paja del grano, y dirigir la atención a lo que es relevante. Pueden ser fuentes fidedignas de información no importa la tribuna que utilicen, ya sean los medios impresos, de difusión radial o televisiva, o los aparatos móviles de comunicación.

“Los nuevos medios de comunicación se consideran como novedosos y superiores, pero son sólo otro conjunto de herramientas”, señaló el director de una oficina de comunicaciones del gobierno de Estados U nidos. “De la misma manera que el telégrafo fue una herramienta nueva, así también lo son los medios sociales. Los medios sociales contribuyen a que se haga más trabajo y con mayor rapidez, pero el razonamiento y la estrategia no cambian. Lo que es diferente son los múltiples medios de comunicación”.

“Para nosotros vale mucho tener la capacidad de llegar a mucha gente a la misma vez y sin que nos cueste nada”, dijo el ex director adjunto de Filadelfia en el Instituto de Gobierno Fels, en la Universidad de Pensilvania. Cuando su ciudad realizaba proyectos de reforma, agregó él, “era necesario sacar la información para llevarla a la gente. Se debe informar a la gente de lo que está pasando. Y, ciertamente que nadie aquí o en los principales medios de información iba a tener tiempo de determinar quiénes eran los votantes afectados, localizarlos y llevarles la información”. Cuando se dispone de medios sociales, la comunicación de doble vía se hace más eficaz.

Lo que es y no es una oficina de prensa

En medio de toda la transferencia de información entre el gobierno, los medios de información y los ciudadanos está la oficina de comunicaciones u oficina de prensa del gobierno.

“Una oficina de asuntos públicos del gobierno es esencial para todo el sistema de comunicación con la población”, dijo un ayudante de prensa de la Casa Blanca. “Las operaciones de la oficina de prensa del gobierno son el conducto diario por el cual la prensa se informa acerca de lo que hace el gobierno”.

La explicación del efecto que tendrán los programas y las políticas del gobierno en los ciudadanos es la labor principal de una oficina de prensa del gobierno. Es mediante la gestión de esta oficina de información pública que las inquietudes y los planes de los funcionarios del gobierno se transmiten al público, y que se ayuda a que éste comprenda cómo podrán verse afectadas sus vidas por las diversas cuestiones.

“Los gobiernos disponen de tanta información, que necesitan una forma eficaz de difundirla a sus ciudadanos y para ello está el vocero o portavoz de gobierno”, explica Mike McCurry, ex secretario de prensa del presidente Bill Clinton. “El portavoz es como un reportero que trabaja dentro del gobierno, recopilando información para el público. La función del portavoz es obtener la mayor información posible para el público”.

Por consiguiente, los funcionarios de prensa del gobierno desempeñan varias funciones. En su trato con el público y con los medios, son defensores de la posición del gobierno y explican los méritos de las acciones oficiales. Se encargan de rectificar la información errónea, tratan de facilitar la interpretación y la comprensión de la información en curso, se comunican directamente con los medios y a través de los medios sociales y sitios en la web con el público para ponerles al tanto de sus programas y planes. También abogan por los medios ante el gobierno y transmiten a éste los requerimientos de los reporteros, como cuando éstos desean hacer un reportaje de noticias o discutir un tema que es posible los funcionarios del gobierno estén o no estén dispuestos a abordar, y se hacen eco de las inquietudes del público como sucede cuando transmiten noticias al gobierno que les llegan a través de los medios sociales. En cierto sentido, los portavoces hacen muchas veces la labor de los reporteros, pues recaban información para la prensa y traducen para los medios lo que los expertos del gobierno tienen que decir.

“El trabajo del secretario de prensa consiste en presentar las posiciones e ideas del presidente de manera que se propicie el logro de sus objetivos, a la misma vez que se ayuda a la prensa a enterarse de lo que el gobierno está haciendo”, señala Ari Fleisher, primer secretario de prensa de la Casa Blanca con el presidente George W. Bush. “Es un acto de equilibrismo que requiere un juicio sensato para servir a dos amos”.

La tarea del portavoz tiene dos modos, uno asertivo (pone énfasis firme a algunos aspectos de las noticias) y otro reactivo (da respuesta a las preguntas de los reporteros). Por ejemplo, en Estados Unidos, la Casa Blanca distribuye todos los días docenas de comunicados de prensa, declaraciones, anuncios y otros boletines de actualidad a través de videos, blogs, Facebook, Twitter y mensajes de texto para informar sobre nuevos programas, nombramientos o actividades del presidente. Al mismo tiempo, los reporteros a cargo de informar sobre la Casa Blanca se dirigen a la oficina de prensa para plantearle sus preguntas sobre temas que es posible los funcionarios de la Casa Blanca quieran o no quieran tocar. A esta mezcla se agregan los ciudadanos blogueros, llamados ciudadanos reporteros, que pueden cotejar errores, actualizar información y presentar videos que los periodistas pueden ver y verificar. Todo lo que se corrobora que proviene de una fuente legítima se integra a la principal corriente de información.

“Somos, en definitiva, el eslabón entre nuestros gobiernos y el pueblo, los que traducimos para la gente la información del gobierno, pero también debemos prever lo que está a punto de acontecer, escuchar lo que se dice en la calle y traducirlo de nuevo para los funcionarios de nuestro gobierno”, dijo un ex presidente de la Asociación Nacional de Comunicadores del Gobierno (NAGC).

Sin embargo, un funcionario de prensa del gobierno no es un mago que pueda transformar una política, o un programa que no funciona, en algo que parezca funcionar bien. Las relaciones públicas no son el sustituto de un programa eficaz o de una idea valiosa. El secretario de prensa no puede crear una imagen de honradez si el funcionario de gobierno no es honesto. En efecto, no puede presentar la imagen de un gobierno que reconoce los problemas y responde a ellos, si tales problemas persisten en la realidad y se hace poco por resolverlos. Una oficina de prensa no puede convencer a los periodistas de que escriban sobre la accesibilidad de un gobierno que no está abierto, o de la capacidad laboral de un funcionario que no es buen administrador. La oficina de prensa tampoco puede transmitir bien los objetivos de un gobierno si los dirigentes de éste no definen con claridad dichos objetivos. No importa cuán eficaz sea el personal de comunicaciones del gobierno, si la política o su aplicación son flojas, deficientes o carentes de ética o profesionalismo, les será imposible hacer que parezca lo contrario.

Los periodistas y los funcionarios de prensa del gobierno

Los funcionarios de prensa del gobierno no deben aspirar a ser amigos o enemigos de los periodistas. Estos últimos tienen que ser observadores neutrales del gobierno, y de las acciones y planes del mismo. En una democracia, la prensa y el gobierno no pueden ser socios. Son adversarios naturales con funciones diferentes. Cada uno debe respetar la función del otro y reconocer la tensión natural que existe entre ambos. A veces, en esa relación, los funcionarios intentan explicar su versión de los hechos o evitar que éstos se publiquen, mientras que la prensa trata de detectar los errores y presiona para que se divulgue la información. Pero, otras veces es una relación de reciprocidad. Los periodistas necesitan que los funcionarios de prensa del gobierno sean fuentes creíbles y fidedignas de información que les ayuden a entender las acciones y los planes de éste. Los funcionarios de prensa necesitan a los periodistas para que la información llegue al público. En la actualidad, estas funciones cobran aún más importancia ahora que los ciudadanos se convierten en ciudadanos reporteros que ayudan a los periodistas a obtener información, verifican los datos que los gobiernos publican y cotejan la información divulgada.

Algunos funcionarios de prensa del gobierno esperan que un periodista con quien han trabado una amistad de tipo social no escriba un artículo negativo, pero un periodista profesional no deja que su amistad con un funcionario público se interponga a la publicación de una noticia. El trabajo del periodista le ocupa las 24 horas del día y un buen periodista nunca descansa.

“Los portavoces deben mantener relaciones cordiales, pero profesionales, con los reporteros”, comenta Mike McCurry, ex portavoz de la Casa Blanca en la administración del presidente Clinton. “Ellos, los reporteros, tienen un trabajo que realizar, y ustedes los portavoces también tienen el suyo. Se puede ser amigo de un reportero, pero recuerde que él siempre está de guardia, lo mismo que usted”.

“El portavoz puede tener una relación profesional y de amistad con un periodista, pero es difícil que entablen una relación personal”, afirma un ex presidente de NAGC. “Llegará un momento en el que el reportero tenga que indagar a fondo un asunto o escribir o transmitir sobre una cuestión, lo que puede no interesar al portavoz. No se puede confiar sólo en la amistad. Algo se perjudicará, ya sea la relación profesional o la amistad. No obstante, es preciso contar con la relación profesional. Es necesario poder llamar al repo rtero y decirle: ‘Me parece que realmente has metido la pata en este reportaje’”.

La obligación de trabajar con la prensa

A todo lo anterior se suma el hecho de que los portavoces de gobierno no deben impedir la consecución de información. Su función como servidores públicos no los faculta para decidir lo que conviene o no conviene que la gente sepa. Su labor consiste en proveer material noticioso a todos los periodistas, aun a los que perciba como poco amigables.

Algunos funcionarios de gobierno se muestran sorprendidos en las ruedas de prensa cuando los periodistas les formulan preguntas al margen del tema propuesto para la reunión. Esto es normal. Es posible que los periodistas tengan poco acceso a los funcionarios del gobierno y, cuando los tienen a su alcance, les hacen preguntas sobre cualquier tema. Es parte de una prensa libre.

“No se debe considerar a la oficina de prensa como dependencia del gobierno o una entidad para mejorar la eficiencia del gobierno, sino como un derecho que dimana de la naturaleza misma de una sociedad libre y de la relación entre Estado y ciudadano”, escribe Stephen Hess, especialista en el tema de la presidencia en en libro The Government/Press Connection: Press Officers and Their Offices (La conexión entre gobierno y prensa: los funcionarios de prensa y su cargo). “En una democracia, ¿qué otra función del gobierno puede ser más natural que difundir información sobre cómo está gobernando?”.

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html ) ************************************************************ La Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estados Unidos distribuye USINFO-NOTICIAS. Puede encontrar información adicional en http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html

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