Organización de salud pretende erradicar enfermedades tropicales desatendidas
Washington, EE.UU. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está intensificando sus esfuerzos para prevenir, controlar y eliminar las enfermedades tropicales desatendidas, que plagan el mundo en desarrollo. La nueva campaña de la OMS pretende erradicar al menos 10 de estas enfermedades para el año 2020.
Al anunciar el plan el 30 de enero, la directora general de la OMS Margaret Chan dijo que “representa la próxima medida en el avance para aliviar y en muchos casos, terminar de una vez por todas la gran miseria que estas antiguas enfermedades de la pobreza causan”.
Por medio de una alianza con las compañías farmacéuticas, organizaciones no gubernamentales (ONG), y países como Estados Unidos, la OMS espera reducir sustantivamente el impacto internacional de estas enfermedades.
Las enfermedades tropicales desatendidas afectan a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo y resultan en una reducción significativa de vidas y medios de vida. Muchas de estas enfermedades, que se transmiten por medio de picaduras de insectos o agua contaminada, pueden evitarse con medidas sencillas, como mosquiteros o tratamientos farmacológicos. En países pobres, sin embargo, incluso las soluciones sencillas pueden ser demasiado caras o no estar disponibles.
El plan destaca una estrategia internacional alineada con la Iniciativa de Salud Mundial de la administración Obama. El presidente Obama dijo: “Simplemente no podemos confrontar enfermedades individuales que se pueden prevenir de manera aislada. El mundo está interconectado, y ello exige un enfoque integrado para la salud mundial”.
El documento de la OMS, titulado Accelerating Work to Overcome the Global Impact of Neglected Tropical Diseases: A Roadmap for Implementation [Acelerar el trabajo para superar el impacto mundial de las enfermedades tropicales desatendidas: Hoja de ruta para su aplicación], tiene como objetivo 17 enfermedades tropicales desatendidas que van desde la fiebre del dengue a la helmintiasis que se transmite por el suelo. Cada enfermedad es única, difieren en su distribución geográfica, método de contagio e impacto a la salud.
Por ejemplo, la helmintiasis, comúnmente conocida como lombrices intestinales, se transmite de tres maneras distintas. Los humanos contraen la infección al comer alimentos, beber agua o caminar por zonas infestadas de huevos de lombriz. Tras unas pocas semanas, empiezan a tener molestias intestinales, como dolores de estómago y diarrea. La infección de helmintos es la más común en el mundo. El plan de la OMS pretende contener la infección por medio de tratamientos preventivos con fármacos y una mejor sanidad.
El informe también recomienda la administración en masa de medicinas para suprimir otra enfermedad tropical desatendida, la filariasis linfática o elefantiasis. Esta enfermedad se transmite por la picadura de un mosquito infectado con un parásito filaria. La infección causa la hinchazón anormal de algunas partes del cuerpo, fuertes dolores y discapacidad. La OMS calcula que más de 120 millones de personas están infectadas con esta enfermedad que produce horrible desfiguraciones. El plan recomienda controlar la población de mosquitos con pesticidas y utilizar mosquiteros para ayudar a erradicar la diseminación de esta enfermedad.
Algunas enfermedades tropicales desatendidas se contagian por contacto humano. El cegador tracoma es la principal causa de ceguera en el mundo susceptible de evitarse y habitualmente se pasa de un niño a otro. La rabia, por otra parte, se transmite de los animales a las personas, normalmente cuando el animal muerde a la persona. Algunas de estas condiciones, como la lepra, han hecho agonizar a pueblos enteros desde tiempos inmemoriales.
Para reducir el impacto de estas enfermedades tropicales desatendidas, la OMS ha desarrollado una estrategia a aplicarse en cinco pasos para las zonas empobrecidas en las que estas enfermedades son endémicas. Estas medidas incluyen quimioterapia preventiva, gestión intensificada de las enfermedades, control de vectores y portadores, salud pública veterinaria, y provisión de agua limpia y saneamiento.
El nuevo plan de la OMS pretende prevenir las enfermedades por medio de medicamentos sanos y de uso único. Cuando se producen las enfermedades, el informe recomienda la detección temprana y mejores tratamientos. También destaca la necesidad de controlar la fuente de las enfermedades por medio de mejoras al saneamiento, la higiene y el cuidado de los animales.
Estados Unidos ya ha emprendido medidas agresivas contra las enfermedades tropicales desatendidas similares a las recomendadas por el nuevo plan de la OMS. En 2009 el presidente Obama anunció la Iniciativa de Salud Mundial (GHI), que se centra en la salud de mujeres y niños así como en las enfermedades infecciosas. Según la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), una de las principales metas de la iniciativa es “reducir la prevalencia de siete enfermedades tropicales desatendidas en un 50 por ciento entre el 70 por ciento de la población afectada, y eliminar la oncocercosis en América Latina para 2016, la filariasis linfática en todo el mundo para 2017, y la lepra”.
Para lograr estas metas, el Presidente ha asegurado apoyo financiero importante. En su solicitud presupuestaria al Congreso para el año fiscal 2012, el presidente Obama solicitó 100 millones de dólares para luchar contra las enfermedades tropicales desatendidas. Esta cifra supone un aumento de un 30 por ciento desde 2011, y subraya el compromiso de Estados Unidos para erradicar estas enfermedades.
Estados Unidos está impulsando su apoyo financiero al colaborar con otras organizaciones mundiales del sector de la salud. Compañías farmacéuticas estadounidenses, como Gilead, Johnson & Johnson y Pfizer todas donan medicamentos. Por ejemplo, Merck proporciona un suministro ilimitado de un tratamiento durante el tiempo que sea necesario. Algunas ONG estadounidenses también contribuyen al esfuerzo. La Fundación Bill & Melinda Gates aportará 363 millones de dólares durante cinco años para investigaciones de productos y operaciones.
La OMS y Estados Unidos esperan ampliar el impulso logrado en la primera reunión de los Asociados Mundiales de la OMS en 2007, en la que las enfermedades tropicales desatendidas recibieron trato de alta prioridad mundial. Desde entonces, la incidencia de la mayoría de estas enfermedades se ha reducido gracias a un mayor acceso al tratamiento y mejores métodos de control.
Por: Mary-Katherine Ream, Redactor