MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR DE CUBA, RICARDO ALARCÓN
, EN INAUGURACIÓN DE LA XIII REUNIÓN INTERPARLAMENTARIA CUBA-MÉXICO.
Jueves, 03 de Mayo de 2012 15:07 MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR DE CUBA, RICARDO ALARCÓN DE QUESADA, EN LA INAUGURACIÓN DE LA XIII REUNIÓN INTERPARLAMENTARIA CUBA-MÉXICO, QUE SE LLEVÓ A CABO ESTE JUEVES EN LA “CASA DE MÉXICO” BENITO JUÁREZ, EN LA HABANA.
Senador José González Morfín, Presidente del Senado mexicano y de la delegación de su país;
Senador César Leal;
Diputado Carlos Flores Rico;
Excelentísimo Embajador de México;
Amigas y amigos;
Ustedes comprenderán que para mi, se trata esta de una situación bastante complicada. Los que siguen los trabajos de la Asamblea Nacional saben que desde que yo la presido hay una regla invariable: yo nunca hablo en la misma sesión en que lo haga mi querido amigo Eusebio Leal.
Pero la vida me ha forzado, sobre todo cuando tenemos estas reuniones interparlamentarias con México, a hacerlo más de una vez, pero realmente es poco lo que tengo que agregar a sus elocuentes palabras y a las enjundiosas que han hecho los tres hermanos mexicanos que han hablado.
Yo diría que tiene una gran carga simbólica que estemos reunidos en la Casa de México “Don Benito Juárez”, pero la Casa de México es cada una de las casas de los cubanos. Ustedes están realmente, aunque hayan viajado desde diversos puntos del país vecino, están realmente en casa y en casa deben sentirse.
Y este año, cuando efectuamos esta XIII Reunión Interparlamentaria lo hacemos, además lo han recordado varios de los que me han precedido, en un momento especial de nuestra historia.
Se ha hecho alusión a la política de bloqueo, de aislamiento contra Cuba, que ya dura medio siglo, pero dura medio siglo cuando está en total bancarrota. Siempre los cubanos recordaremos que allá el comienzo de la década de los 60’s nos quedamos absolutamente solos, con la única y honrosa excepción de México.
Y hoy, los cubanos podemos apreciar con satisfacción, por qué no, con orgullo, lo que sucedió recientemente en la Cumbre de Cartagena donde toda América estaba con México, ya no era México el aislado, sino el aislado era el gran aislador, el gran bloqueador que le había caído encima el fracaso de una política condenada irremisiblemente a la derrota.
Cubanos y mexicanos tenemos muchas razones para sentirnos felices, orgullosos de esta relación respetuosa, fraternal, que ha existido, se ha mantenido a lo largo de los años.
Esta reunión va a servir para que examinemos una agenda bastante amplia que no sólo trata de la relación bilateral entre Cuba y México y lo que podemos hacer desde ambos legislativos para ayudar a que se continúen marchando por el buen por el que van, sino también vamos a discutir cuestiones de la economía internacional, cuestiones del medio ambiente, cuestiones de la educación, cuestiones vitales para los cubanos, para los mexicanos y para todos los pueblos del mundo.
Quiero valerme de esta oportunidad, ante todo para expresar una vez más, la gratitud de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y de los cubanos y las cubanas por la solidaridad, la amistad, el apoyo que siempre hemos tenido de nuestras hermanas y hermanos mexicanos, de todas las corrientes políticas, de todas las regiones de México, sin excepción, por eso todo ustedes cuando vienen a Cuba siempre deben sentirse en casa propia.
Quiero tomarles un breve espacio de esta mañana para referirme a un tena muy importante para los cubanos, al que se refirió el querido compañero Eusebio. Él habló de nuestros cinco compañeros presos, injustamente, en Estados Unidos; es un tema del cual seguramente conversaremos.
Quería anticipar solamente esto: la mayor injusticia de ese caso, desde el punto de vista legal, fue el que se obligase a los acusados a comparecer ante un tribunal en una ciudad, Miami, que en aquellos días, no lo olvidemos, se hizo posiblemente la localidad más famosa del mundo, porque en el mundo entero se publicaron las noticias insólitas del secuestro de un niño de seis años, del desafío de las autoridades locales que le dijeron que no iban a acatar la determinación del gobierno federal, que no harían caso a las instrucciones del Departamento de Justicia, que tampoco harían caso con las decisiones de los tribunales, que finalmente obligó al gobierno federal a realizar un operativo secreto, a altas horas de la noche para rescatar al niño, después de haber desarmado a grupos fuertemente armados que rodeaban todo aquel barrio.
La emigración cubana ha cambiado mucho y seguirá cambiando. No es una emigración hostil, sino que en su inmensa mayoría son hermanas y hermanos cubanos que como, desde el siglo XIX sucedió, se han tenido que desplazar hacia otros países, buscando mejores posibilidades en su vida o por razones familiares. Ese no es el problema.
Nuestros compañeros no están encarcelados por la emigración cubana, sino están encarcelados como consecuencia de decisiones injustas del Gobierno federal, siguiendo los intereses de una mafia, no hay otra palabra, no me viene a la mente ninguna otra que domine a esa ciudad como si fuera un feudo propio.
Es imposible juzgar a cinco patriotas cubanos en aquel lugar. Lo era en 1998, cuando Elián estaba secuestrado. Cuando esos mismos medios de la prensa local y esas autoridades locales decían que no le hacían caso ni al presidente, ni al Tribunal Supremo, ni a nadie.
Algunos podrían pensar: pero, bueno, las cosas han cambiado.
Yo quería sencillamente presentarles a ustedes algunos datos del mes de abril y del mes de mayo del año 2012 para que se vea que sí ha cambiado la emigración, no ha cambiado la tiranía grosera que imponen sobre ella un grupo de mafiosos.
El mes comenzó cuando un grupo de cubanos de Miami pagaron, lo que hay que pagar para usar una valla que se usa para hacer anuncios sobre el techo de un edificio. Fue colocada esa valla hacia el mediodía, y a media tarde, ya la valla había sido retirada.
En el curso de unas pocas horas, los vecinos del lugar llamaban aterrados a la policía y fueron a ver aterrados a la compañía que alquila ese espacio, porque estaban recibiendo llamadas telefónicas amenazándolos de muerte si continuaba esa valla en ese lugar.
El mismo día que la valla fue retirada, un señor que dirige un equipo deportivo de aquella ciudad, tuvo que enfrentarse a las cámaras de televisión y a la prensa local a hacerse un deplorable mea culpa, a lloriquear y pedir perdón. Lo habían sancionado como director de un equipo de beisbol, porque había dicho, según se dijo en alguna entrevista que, si me los diera Fidel Castro, sin dejar de decir que no simpatizaba con él, dijo que, sin embargo, le causaba admiración que hubiera resistido tantos años, tantos intentos contra su vida.
Pasaron unos días, se acercaba el fin del mes. La semana pasada, la última semana de abril, una bomba incendiaria redujo a cenizas las oficinas de una agencia de viajes, que se dedica a organizar visitas de cubanos de la Florida a Cuba.
Algunos sospechan que eso tiene que ver con el hecho de que esa agencia fue la que organizó, con el arzobispado de Miami, la visita a nuestro país de numerosos católicos de los Estados Unidos que vinieron aquí a acompañar a su Santidad el Papa durante su visita a Cuba.
Pero terminado el mes de abril y en lo que ha cursado del mes de mayo en esa ciudad, en sus medios locales, se ha desatado una campaña insólita de insultos e infundios contra ¿quién? Contra su eminencia el cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, simplemente porque el señor cardenal, hablando allá en la Universidad de Harvard, se refirió de una manera ponderada, mesurada pero justa, a algunos incidentes que ocurrieron aquí en La Habana, articulados desde Miami, para provocar malestar, tensiones, alrededor de la visita del Papa.
Si ese es Miami hoy, imagínense ustedes cómo era Miami cuando era el único lugar del planeta donde alguien podía decir que esa ciudad no era gobernada por la autoridad superior.
Todavía a estas alturas estamos tratando de que este caso pueda resolverse de una manea más sencilla por los tribunales de justicia, y lo único que haría falta es que ante los recursos de aveas corpus presentados por los compañeros, la jueza decidiera lo mismo que decidió el panel de apelaciones en el año 2005 que fue tomando en cuenta las características del lugar donde se efectuó el juicio, lo declaró nulo y sin valor.
Catorce años después, vemos cómo todavía sigue siendo esa una realidad y nos permite imaginar cómo era en aquel momento en que nuestros compatriotas fueron apresados y juzgados.
Me disculpan la digresión por este tema, pero para nosotros, como dijo Eusebio, es realmente muy importante. ¿Por qué es muy importante? Porque son personas que nacieron o se criaron en Cuba, que se formaron acá; son ejemplos para nuestra juventud y para los cubanos de hoy y de mañana. Que estamos enfrascados en un proceso complejo, laborioso, de ajustes en nuestro modelo económico que va a requerir mucha acción legislativa, administrativa y, sobre todo, mucha acción consciente de las gentes, de nuestros trabajadores de nuestro pueblo para lograr que nuestra sociedad avance de un modo más eficaz, más eficiente pese a todos los obstáculos que seguirá encarando.
Eso requiere mucha conciencia, mucha voluntad, y estos cincos compatriotas ejemplifican como nadie, como ningún otro cubano, ese espíritu que ha guiado a esta nación desde aquellos lejanos tiempos que recordaba Eusebio hasta el día de hoy.
Nuevamente queridas amigas y amigos, bienvenidos a su casa, esta Casa de México que está entre otras tantas casas de un país entero que es tan cubano como mexicano.
Muchas Gracias.
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Etiquetas: asamblea nacional, Cuba, México, Senado