La pequeña Becky ‘vuela’ desde el Semidesierto para lograr su sueño: conocer los nuevos museos
Saltillo, Coah. Para los sueños no hay distancias, y para Denys Rebeca Delgado Aguirre, que vive en La Esmeralda, del municipio de Sierra Mojada, no importan los 460 kilómetros que la separan de Saltillo: quiere ir a la capital del estado a conocer sus nuevos museos.
La niña estudia el sexto grado en la escuela primaria “Miguel Hidalgo”, donde participa con entusiasmo, sobre todo cuando se trata de hacer trabajos manuales o de dibujar, donde ya ganó un concurso.
Fuera del aula, Becky, como le dicen su familia y amigos, juega al basquetbol y futbol; en su casa ve televisión, pero primero hace la tarea.
Todas esas actividades le gustan y le divierten mucho, pero su sueño es conocer los museos que el Gobierno del Estado ha construido en la entidad, en especial los de Saltillo.
Una mañana, junto con su mamá, la señora María del Socorro Aguirre, salió de su comunidad, enclavada en el semidesierto de Coahuila, para cumplir su gran anhelo.
Tras emprender el recorrido, su comunidad se va quedando pequeña, con su antigua estación, los restos de un viejo cuartel de la Revolución, su famosa sierra y mucho más allá, el lugar conocido como la Zona del Silencio.
En el trayecto, la pequeña se queda dormida. Sueña que no va por tierra a Saltillo, sino que ¡va volando en un avión!…
Al fin “aterriza”, junto con sus sueños, en la capital del estado, y de inmediato se traslada al Museo de la Revolución Mexicana.
Aquí, a Becky le llamaron la atención las fotografías de los diversos personajes del movimiento armado, los objetos de la época y en especial, la sala donde se recrea con estatuas de tamaño natural, la firma del Plan de Guadalupe.
La guía del Museo le contó sobre los pasajes e historias de la Revolución Mexicana. La estudiante tuvo la oportunidad de ver en una sala de cine imágenes del movimiento nacional, y de participar en juegos interactivos que dispone el Museo para que la gente aprenda en forma divertida.
La niña continúa con su “vuelo de imaginación”, ahora en el Museo Giroscopio, donde conoció divertidos juegos y aparatos con los que experimentó los usos de la energía, el movimiento y el calor.
Becky fue recibida por un robot que le dio la bienvenida, posteriormente disfrutó de una importante colección de trenes, naves y aviones, y aprendió sobre el cuidado del medio ambiente.
Estos museos son lugares maravillosos, cofres abiertos de historia viva con sus monedas, fotografías, vestimenta, y piezas históricas y cotidianas que fueron de aquellos tiempos; así como aparatos fantásticos que promueven la ciencia.
La jovencita recarga su interés por la ciencia, que la impulsa a ir más allá en su vida, ya que pese a su corta edad tiene trayectoria.
Y es que Becky formó parte de un Congreso Infantil, donde abordó el tema de la prevención de adicciones a través de dibujos, los cuales ya son conocidos en la región del semidesierto de nuestro estado.
Con esas experiencias, la menor continúa en su aventura y finaliza el recorrido en el Museo del Palacio. Con gran interés, conoció las vestimentas de las distintas épocas, armas, el mobiliario que usó don Venustiano Carranza.
Lo que más divirtió y le llamó la atención fue una pantalla que proyecta el avance de un tren, al pie están unas vías de ferrocarril bajo un cristal, donde se coloca la persona, por lo que da la impresión de que la máquina la arrollará.
Miles de niños coahuilenses tienen ahora múltiples opciones con los museos que la administración estatal construyó a lo largo y ancho de la entidad y que fomentan, apoyan y enfatizan la difusión de la historia y la cultura.
Como Becky, todos podemos ‘volar’ con nuestra imaginación, visitando los nuevos museos en Coahuila.
Etiquetas: cultura, educación, museos, Saltillo, Sierra Mojada