La OMC prevé un descenso del 9 por ciento del comercio mundial en 2009 como consecuencia de la recesión
En el día de hoy, los economistas de la OMC vaticinan que el hundimiento de la demanda mundial de resultas de la mayor desaceleración económica registrada en muchos decenios hará que en 2009 las exportaciones disminuyan en un 9 por ciento aproximadamente en volumen, lo que supone la mayor contracción de este tipo desde la Segunda Guerra Mundial.
Washington, EE.UU. En los países desarrollados la contracción será particularmente acentuada, y este año las exportaciones se reducirán un 10 por ciento. Para los países en desarrollo, cuyo crecimiento depende mucho más del comercio, los economistas de la OMC prevén un descenso de alrededor del 2-3 por ciento de las exportaciones en 2009.
Según la evaluación anual del comercio mundial de la OMC, la contracción económica en la mayoría de los países del mundo industrializado y los fuertes descensos de las exportaciones que ya se han producido en los primeros meses del año en curso en casi todas las grandes economías en particular las de Asia- hacen que la evaluación del comercio para 2009 sea insólitamente sombría.
En los últimos meses de 2008 empezaron a aparecer señales de una brusca deterioración del comercio, con la desaceleración de la demanda y el ritmo más lento de la producción. Aunque el comercio mundial aumentó un 2 por ciento en volumen en el año 2008 considerado en conjunto, en los seis últimos meses su crecimiento se frenó, quedando muy por debajo del 6 por ciento de aumento en volumen experimentado en 2007.
En palabras del Director General Pascal Lamy, “En los 30 últimos años el comercio ha constituido una parte cada vez mayor de la actividad económica, y su incremento ha superado con frecuencia a las ganancias de la producción. La producción de muchos artículos se efectúa con materias procedentes de todo el mundo, lo que crea un efecto multiplicador: cuando la demanda se desploma en todas partes, el comercio cae aún más. El agotamiento de los fondos disponibles para financiar el comercio ha contribuido al importante descenso de los flujos comerciales, en especial en los países en desarrollo”.
“En consecuencia, se están perdiendo muchos miles de empleos relacionados con el comercio. Los gobiernos no deben regresar a las medidas proteccionistas, que empeorarían una situación ya de por sí mala, porque estas medidas en realidad no protegen a ningún país y ponen en peligro más empleos. Por nuestra parte, seguimos de cerca la evolución de las políticas comerciales. El empleo de medidas proteccionistas va en aumento, y hay un riesgo cada vez mayor de asfixiar el comercio, que es un motor de la recuperación. Hemos de mantenernos vigilantes porque sabemos que si un país restringe las importaciones, sus vecinos lo imitarán y atacarán sus exportaciones. El comercio puede ser un arma poderosa para sacar al mundo de este atolladero económico. En Londres, los dirigentes del G-20 tendrán una oportunidad única para pasar todos juntos de las promesas a la acción y abstenerse de adoptar cualquier otra medida proteccionista que reduzca la eficacia de los esfuerzos en pro de la recuperación mundial”.
La crisis financiera provoca la desaceleración
A raíz del dramático empeoramiento de la crisis financiera que comenzó en septiembre del año pasado, el crecimiento real del producto mundial disminuyó a un 1,7 por ciento, en comparación con el 3,5 por ciento de 2007, y es probable que en 2009 quede situado entre el 1 y el 2 por ciento. Esta es la primera vez que la producción mundial total desciende desde los años treinta, y el impacto de este descenso se reproduce, multiplicado, en el comercio. Sin embargo, los economistas de la OMC advierten que la extraordinaria turbulencia de los mercados mundiales en los últimos meses y la persistencia de la incertidumbre sobre la trayectoria de la economía mundial a corto plazo hacen extraordinariamente difícil el cálculo de las estimaciones preliminares del comercio en 2008 y las proyecciones para 2009.
Un aspecto notable de la actual desaceleración del comercio mundial es su carácter sincronizado. Las cifras mensuales de las exportaciones y las importaciones de las principales economías desarrolladas y en desarrollo han caído paralelamente desde septiembre de 2008. La cuota cada vez mayor del comercio de los países en desarrollo en el total mundial, y la mayor diversificación geográfica de esos flujos, hizo que algunos observadores pensaran que un efecto de “desacoplamiento” haría que los países en desarrollo fueran menos vulnerables a los trastornos económicos de los países desarrollados. No ha ocurrido así.
La estimación preliminar de la OMC de un crecimiento del 2 por ciento en volumen del comercio mundial para 2008 es considerablemente inferior a la previsión de un crecimiento del 4,5 por ciento publicada hace un año. No obstante, las perspectivas del año pasado apuntaban a importantes riesgos de desaceleración, relacionados con la evolución de los mercados financieros. Gran parte de la explicación de esta estimación excesiva radica en el descenso imprevisto y muy pronunciado de la producción mundial en el cuarto trimestre de 2008.
Fuente: OMC
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