La lectura no nos salva del sufrimiento de la pasión: Astrid Hadad
Prende a los jóvenes de Acuña que ya la han leído, oído y visto. -La precede su cauda de artista, pero es una gran intelectual
- 28 de Marzo de 2014
- Por: Ramiro Gómez
Ciudad Acuña, Coah. La precede su cauda de artista, de cantante de Teatro de Revista, pero es una gran intelectual a la altura del arte, y se alza majestuosa de su estatura minúscula, para decirnos que leamos, que leamos mucho, aunque nos advierte enseguida que la cultura no nos salva de los sufrimientos de la pasión.
Astrid Hadad, es un astro errante, un cometa de la cultura moderna que arrastra atrás de si, enfrente, arriba, abajo, su cauda de cometa teatral, adornada de calaveras de azúcar, de flores de cempasúchil, de pinturas de Frida Kahlo, de jarritos de barro, de tinajas de agua fresca.
Contestataria, crítica del sistema, amante de la lectura y el arte, teatrera cantante, artista, mujer defensora de las mujeres, detractora del machismo mexicano que tanto daño le ha hecho la país, destierra el laberinto de la soledad para decirnos que la suave patria es posible, aunque ella ve en lontananza un llano en llamas y a Mauricio Babilonia arrastrando un olor a grasa de carro y a mariposas amarillas en Cien años de soledad.
En entrevista, luego de su majestuosa participación en el teatro local, donde nos leyó y actuó algo muy del norte, nos cantó finalmente acompañada de decenas de jóvenes entusiastas, a capela, El calcetín”, Astrid Hadad nos alecciona y nos sorprende con su humor y su crítica.
“Lo que este país necesita es educación y cultura, porque tenemos un atraso enorme. Ha habido un descuido tremendo y se que le están invirtiendo. Yo que soy apolítica y antipolítica, cuando los políticos hacen algo bueno también lo aplaudo, porque yo no soy enemiga, solo pido que se haga justicia en este país y se hagan las cosas que se tienen que hacer”, espeta.
“Pienso que cuando se invierte en la cultura, no es un dinero tirado, al contrario, va a salir un Coahuila mucho mejor, con gente mucho mejor preparada, con gente con una capacidad para pensar mejor y para trabajar mejor en la vida”, dice refiriéndose al trabajo cultural del gobierno del estado.
“Así que los felicito ( a las autoridades) por el programa que se lleva a cabo, porque está muy bien que se promueva la lectura, está muy bien que se promueva la cultura”.
Enseguida, enfática: “Claro que podríamos estar mejor, si no hubiera corrupción por ejemplo. Hasta un ciego lo ve. Este país es un país próspero con gente súper trabajadora y que les puedo decir, yo que he viajado por todo el mundo, cada vez que regreso a México veo como la gente trabaja aquí, veo cómo se entrega la gente con su trabajo”.
Afirma: “Tenemos una riqueza no solamente natural, sino con la gente. Lo que pasa es que hay una impunidad tremenda, y la corrupción es lo que ha permeado todo, y eso lo que ha hecho que más del cincuenta por ciento de la población esté en la pobreza”.
Advierte: “La solución está en el pueblo, porque ningún caudillo va a venir a salvarnos. Para eso es la sociedad civil: para protestar y para exigir, porque el político que llega está para servirnos a nosotros, no para servirse de nosotros”.
Y Nos dice cómo: “Precisamente hoy que están las redes sociales, para salir a protestar todo el tiempo. Porque así obligas a los políticos a hacer lo que tienen que hacer: respetar las leyes. Porque tenemos leyes maravillosas, pero nadie las respeta, porque ya la impunidad se toma como algo natural”.
Sostiene: “Hace falta más compromiso de todos, por eso pienso que la lectura es algo que nos va a permitir pensar por nuestra cuenta y exigir lo que tenemos que exigir”.
Astrid Hadad tienen para todos: para tomarse fotos, para saludar amigos, para firmar autógrafos, para autografiar sus discos y revistas y contestar a los entrevistadores.
Y se da tiempo para recomendarnos algunas lecturas, algunos libros y autores: “yo te puedo recomendar, uno que me acuerdo ahorita es La Historia del Cerco de Lisboa de José Saramago, Los Miserables, de Víctor Hugo, El Llano en Llamas de Juan Rulfo, La Obra Negra, de Marguerite Yourcenar; Cien Años de Soledad y El Amor en los Tiempos de Cólera, de Gabriel García Márquez; a Fernando Pessoa en poesía; a Jaime Sabines en poesía; Las Manzanas Doradas del Sol, de Ray Bradbury, es que hay tanto que leer…”.
Agrega, mientras firma otro autógrafo y se toma otra foto con el público asistente: “El Laberinto de la Soledad es un libro más de estudio, prácticamente, y quedó un poco atrasado en algunas cosas, porque los mexicanos hemos ido evolucionando”.
Reconoce que la sociedad civil avanza y se salta el cerco de los grandes medios informativos: “Hay mucha gente que está luchando a pesar de todo, como son Carmen Aristegui, está Dresser, hay tanta gente, hay tanta gente. Está Elenita Poniatovska, también, que no cesa de decir las cosas. Hay mucha gente, México tiene mucha gente muy valiosa”.
Agradeció a las autoridades de Coahuila y de Acuña por darle las facilidades para esta visita que nos hace: “Estoy por todo Coahuila, he estado en Torreón, en Saltillo, en Monclova. Ayer estuve en San Juan de Sabinas, ahora estoy aquí en Ciudad Acuña. En la noche voy a estar en Piedras Negras y mañana en Nuevo Laredo. Luego, el domingo estoy en Bellas Artes leyendo en la sala Manuel M. Ponce otro libro de Rosa Beltrán”.
Y está lista para viajar otra vez fuera del país: “Este año he sido invitada a un museo de Paris, Francia, que es uno de los museos más importantes de París a dar tres funciones para muertos en Octubre”.
Sobre si el público tan juvenil de hoy en Ciudad Acuña le fue difícil dijo: “No, yo me entiendo con todos los públicos. En Torreón estuve con niños, con 600 niños en la mañana, con adultos en la tarde. Lo bueno es que parte de los espectáculos como la lectura me puedo entender con todo el mundo porque es un alma universal”.
Y tan fue así que se dio tiempo de entablar un dialogo con los jóvenes, con los que cantó El calcetín, en el teatro abarrotado, de todo público, pero sobre todo jóvenes estudiantes a los que recomendó leer para conducir y no ser conducidos.
Astrid Hadad es extraordinaria, verdaderamente, como lo reconoció el público asistente y lo han reconocido los miles de admiradores que tienen en todo el mundo. Astrid, bienvenida. Astrid, hasta pronto.
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