Investigadores científicos de EE.UU. y América Latina se unen contra el cáncer
Por Charlene Porter , Redactora
Washington — El cáncer se cobra 8 millones de vidas cada año, esa cifra aumenta, y se anticipa que para el año 2030 serán casi 12 millones en el mundo los que mueran debido a esta enfermedad. Sin embargo, investigadores médicos en Estados Unidos y América Latina combinan sus esfuerzos para resolver algunos de los misterios del cáncer y salvar vidas.
En 2008, la Oficina para el Desarrollo de Programas de Cáncer en América Latina (OLACPD) en los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) empezó trabajar con los gobiernos latinoamericanos para realizar programas conjuntos de investigación del cáncer. Uno de los primeros proyectos que se realizan es el de cáncer del seno, una de las principales causas de muerte para las mujeres en Estados Unidos y América Latina.
El cáncer del seno presenta cuatro subtipos diferentes, según descubrieron los científicos hace unos años en investigaciones centradas sólo en mujeres de Estados Unidos. Encontraron además que la probabilidad de que aparezca un subtipo y no otro es diferente en las mujeres blancas que en las mujeres afroestadounidenses.
Los subtipos de cáncer también “responden de forma distinta al tratamiento hormonal o la quimioterapia”, dijo en una entrevista el doctor Jorge Gómez, director de OLACPD. “De manera que dependiendo del subtipo, la supervivencia también es diferente”. Si los médicos combinan el tratamiento correcto con el subtipo correcto, curan más cánceres y salvan más vidas.
Nunca se ha realizado una evaluación sistemática y estandarizada de la ocurrencia de los subtipos de cáncer entre grupos étnicos y nacionales de mujeres de América Latina, y OLACPD comienza ahora ese estudio.
“Reunimos pacientes de tres países: México, Argentina y Uruguay”, dijo el doctor Gómez. Los investigadores pronto empezarán a buscar pacientes con cáncer en Chile y Brasil también. La investigación incluirá un grupo de hasta 3.000 mujeres que serán vigiladas durante cinco años. Las pacientes que participan en el estudio serán diagnosticadas con un método estandarizado para asegurar consistencia de conclusiones en sus varias nacionalidades. Una vez que se haga un diagnóstico exacto y se identifique el subtipo del cáncer de cada mujer, empezará el tratamiento. Los médicos de los pacientes tendrán un papel importante en identificar el mejor tratamiento para cada mujer. Los médicos también tomarán las decisiones de tratamiento con el beneficio de las conclusiones de Estados Unidos acerca de cómo el subtipo diagnosticado de cáncer de cada mujer pueda responder a la cirugía, la quimioterapia o el tratamiento hormonal.
Gómez subraya la importancia del papel de los médicos latinoamericanos en el tratamiento de las mujeres y en todas las etapas de investigación. Las diferencias culturales en lo que respecta a cómo se reciben los tratamientos o cómo respondan las pacientes pueden ser significativas, dice el doctor, y las sensibilidades locales a esos asuntos deben tenerse en cuenta en todas las decisiones que se tomen. De esa manera, todos los socios en las colaboraciones de investigación internacionales pueden mantener un sentido de propiedad de los resultados del trabajo, agrega.
Los resultados de este trabajo permitirán progresos significativos en la lucha y la cura del cáncer tanto en Estados Unidos como en América Latina. Las mujeres hispanas de muchos países distintos son parte del grupo minoritario más grande en Estados Unidos, y entender cómo se desarrolla el cáncer en sus países de origen debería mejorar las tasas de tratamiento de cáncer en todo el hemisferio.
Una colaboración de investigación realizada anteriormente por científicos estadounidenses y costarricenses demuestra que las asociaciones internacionales pueden ser muy productivas. El estudio probó la eficacia de una vacuna desarrollada por GlaxoSmithKline para prevenir el cáncer cervical, tanto en su tasa de incidencia como de mortalidad. La evaluación en curso de las pacientes que fueron vacunadas demuestra que fue eficaz y que ayudó no sólo a las participantes en el estudio, sino a todas las mujeres en riesgo de esta forma de cáncer.
La vacuna “es ahora parte del sistema de salud en Estados Unidos y ha sido integrada en planes básicos y beneficios de salud”, dijo Gómez.
ONU SE ENFOCA EN ENFERMEDADES NO TRANSMISIBLES
La colaboración de OLACPD con investigadores latinoamericanos se lleva a cabo en momentos de creciente preocupación internacional por el cáncer y otras enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Si bien las asociaciones internacionales de salud se han enfocado anteriormente en gran parte en las enfermedades contagiosas como el VIH/SIDA, la malaria y la polio, las enfermedades no transmisibles son realmente los asesinos más grandes del mundo, puesto que ocasionan el 63 por ciento de todas las muertes, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La Asamblea General de la ONU ha convocado a una sesión especial sobre enfermedades no transmisibles para el 19 y 20 de septiembre, y uno de sus principales objetivos será promover más colaboraciones como la OLACPD.
El doctor Roger Glass asistirá a la próxima sesión de la AGNU en su papel de director del Centro Internacional Fogarty de los Institutos Nacionales de la Salud de (NIH) de Estados Unidos. El centro tiene una historia de 40 años de realizar asociaciones internacionales de investigación, y el doctor indicó que con el ejemplo de OLACPD, la colaboración puede mejorar los resultados.
“Se ceñirán a las mismas normas éticas y de laboratorio”, dijo Glass, “así que con estas colaboraciones realmente podemos utilizar la investigación de salud mundial para abordar problemas comunes más rápido, mejor y más económicamente que si trabajamos solos”.
La sesión especial de la Asamblea General de la ONU sobre enfermedades no transmisibles es la segunda sesión que se dedica a una cuestión de salud. La primera fue una sesión especial en 2001 sobre el VIH/SIDA y fue un catalizador del reconocimiento internacional de la amenaza de esa enfermedad.
El doctor Gómez confía en que esta próxima sesión produzca un resultado semejante y convenza a los gobiernos a ser más enérgicos en abordar el cáncer en sus poblaciones.
“Es muy importante coordinar mundialmente estos programas para ayudar a controlar, prevenir y tratar la enfermedad en la etapa más temprana posible”, dijo Gómez. “Eso salvaría muchas vidas”.
Un estudio del Banco Mundial calculó el costo global de las enfermedades no transmisibles en 35 billones de dólares del año 2005 al 2030, pero los gobiernos tienen la oportunidad de salvar vidas y reducir costos al fomentar un mayor conocimiento público acerca de los estilos de vida que son factores de riesgo para esas enfermedades no transmisibles: El consumo de tabaco, dietas deficientes, la inactividad física y el abuso del alcohol. La OMS calcula que si se eliminaran estos principales factores de riesgo, se podría prevenir el 75 por ciento de las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2, y el 40 por ciento de todos los cánceres.
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Etiquetas: América Latina, cáncer, EEUU, lucha conjunta