Grupos de napistas agreden a mineros en paradas de camiones
Tratan de amedrentar a trabajadores para que no acudan a laborar
- 27 de Agosto de 2012
- Por: Roderic Gómez
La violencia no termina en la comunidad minera de Barroterán, municipio de Progreso, donde grupos de napistas agredieron a trabajadores que esperaban los autobuses para acudir a trabajar en la Mina VII de Mimosa, después de 18 días que ésta permaneció tomada por órdenes de Napoleón Gómez Urrutia, denunció la Alianza Minera Nacional.
Coahuila es el mayor productor de carbón mineral del país, y cuenta en su subsuelo con el 95 por ciento de las reservas de este mineral, que utiliza Comisión Federal de Electricidad para producir el 10 por ciento del total de ele energía eléctrica de la nación, y Altos Hornos de México que lo requiere para producir la mayor cantidad de acero de la república mexicana, que supera los cuatro millones de toneladas de acero líquido al año, indicó el coordinador de la Alianza, Héctor Jiménez Coronado.
Señaló que de lograr Napoleón Gómez Urrutia su objetivo de paralizar las minas de carbón del estado, el impacto social y económico repercutiría gravemente en toda la entidad y tendría ecos en el resto del país.
La Alianza Minera Nacional solicitó a los tres niveles de gobierno garantías para salvaguardar la integridad de los trabajadores que son agredidos en las paradas de autobuses para amedrentarlos y que obligarlos mediante el terror y la violencia a no presentarse a trabajar.
A las siete de la mañana de este lunes iniciaron nuevamente labores en la mina, en la que el día tres de agosto por un derrumbe perecieron seis mineros, recordó Héctor Jiménez Coronado, coordinador de la AMN, quien señaló que este inicio de semana 200 trabajadores acudieron a trabajar en labores de mantenimiento y limpieza, que garanticen la seguridad de los mineros antes de extraer carbón mineral.
Sin embargo grupos compactos de agistadores sindicales napistas realizaron una campaña de terror pretendiendo “vender miedo en la base trabajadora para que no acuda a trabar” dijo el dirigente de la Alianza.
El dirigente opositor a Gómez Urrutia indicó que la campaña de terror no funcionó y que los dos centenares de mineros arribaron a la fuente de trabajo y se integraron a la jornada laboral, después de tres semanas que permanecieron sin cobrar salario alguno.
Jiménez Coronado pidió al las autoridades de los tres niveles de gobierno su intervención, pues aunque los napistas no lograron amedrentar a los trabajadores, la ola de violencia y el clima de inestabilidad afectarán el desarrollo económico y social de la región carbonífera del estado.
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