Gobernadores estatales tienen un papel clave en el gobierno de EE.UU.
El gobernador desempeña muchas de las mismas funciones a nivel estatal que el presidente de Estados Unidos a nivel nacional
Por Bridget Hunter Redactora Washington – Ninguna elección presidencial está en juego en las papeletas el 2 de noviembre en Estados Unidos, pero los ciudadanos en 37 estados elegirán un jefe ejecutivo que probablemente tendrá un impacto mayor en sus vidas diarias que el que pueda tener un presidente.
Los gobernadores dirigen los gobiernos estatales que de alguna manera se parecen en estructura al gobierno federal de Estados Unidos con ramas ejecutivas, legislativas y judiciales. El gobernador desempeña muchas de las mismas funciones a nivel estatal que el presidente de Estados Unidos a nivel nacional: establece las políticas, nombra a los jefes de los departamentos, prepara y administra un presupuesto, recomienda legislación y firma leyes. En la mayoría de los estados, el gobernador también tiene un papel importante en el nombramiento de jueces estatales y locales.
El gobierno de Estados Unidos es un sistema federal en el que una serie muy específica de poderes y responsabilidades se asigna al gobierno central, una opción creada deliberadamente por los fundadores del país para guardarse de la posible opresión de los derechos individuales. La constitución de Estados Unidos estipula que todos los poderes que no se hayan otorgado expresamente al gobierno quedan reservados a los estados y al pueblo.
“El gobierno federal en Estados Unidos dirige muy, muy pocos programas”, dijo Raymond Scheppach, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Gobernadores, a un grupo de periodistas en una sesión informativa en Washington el 26 de octubre. “Principalmente administra la Seguridad Social, el programa de asistencia médica Medicare, la defensa nacional y los parques nacionales. Casi todo lo demás en el sistema lo administran en realidad los gobiernos de los estados y por tanto los gobernadores tienen un papel muy importante”.
La mayoría de los programas financiados federalmente los suelen ejecutar los estados, según dijo Scheppach, y mencionó actividades tales como cuidado de la salud, educación, mantenimiento de la infraestructura y preparación para emergencias.
En el sistema estadounidense, los estados tienen un alto grado de autonomía. No pueden aprobar leyes que infrinjan la constitución de Estados Unidos y no pueden participar en actividades que estén asignadas exclusivamente como federales, tales como negociar tratados, pero tienen amplia jurisdicción en la mayoría de los otros aspectos del gobierno. Los estados establecen impuestos, establecen tasas para licencias, determinan el gasto de los ingresos estatales, regulan las empresas y administran los sistemas de sanidad y seguridad que afectan las vidas diarias de sus ciudadanos.
UNA VEZ CADA DÉCADA
Históricamente, el partido del presidente en el cargo tiende a perder cuatro o cinco gobernadores en las elecciones de mitad de período y a juzgar por los sentimientos antigobierno y contra quienes ocupan los cargos en la actualidad que los votantes estadounidenses han venido expresando en 2010, probablemente este historial no va a cambiar.
¿Qué tiene que ver esto?
En el año que sigue al censo nacional que se hace a finales de cada década, los límites de los distritos congresionales se rehacen para asignar justamente los 435 escaños de la Cámara de Representantes, la cámara del Congreso cuya representación se basa en la población. En contraste, cada estado, independientemente de su población, tiene dos escaños en el senado de Estados Unidos.
Cuando un estado gana o pierde un sitio en el Congreso, el gobernador y la legislatura del estado rehacen los límites de los distritos. Los límites se pueden establecer de manera que favorezcan, o perjudiquen, la capacidad de la persona en el cargo en ese momento para mantener su puesto en la elección de 2012. Tal proceso de redistribución de los distritos ha creado algunos mapas de distrito absurdos con el correr de los años, lo que se conoce en inglés con el nombre de gerrymandering.
La redistribución de los distritos será particularmente importante, según dijo Scheppach, “para los estados que hayan ganado o perdido uno o dos escaños”, y citó a Texas, Florida, Ohio y Pensilvania.
Un gobernador sirve como dirigente de su partido político en el estado, un importante papel durante la campaña presidencial. En 2012, los candidatos presidenciales demócratas y republicanos acudirán a los gobernadores para que recauden fondos, trabajen como voluntarios y coordinen las actividades en el terreno mientras elaboran sus campañas.
Tener el puesto de gobernador en 2012 “podría implicar que el partido obtuviera un 1 ó 2 por ciento más del voto en las elecciones presidenciales que cuando el gobernador no tiene el control del partido”, según Scheppach.
Mientras tanto, los gobernadores, recién elegidos y ya en el puesto, harán oír sus voces en el Congreso, al opinar enérgicamente sobre una gama de asuntos legislativos.
“Debido a que los gobernadores administran todos estos programas internos, en realidad sienten que saben mucho respecto de cómo administrarlos y cómo debe el Congreso redactar nuevas leyes con respecto a los programas para que puedan administrarse más eficazmente”, dijo Scheppach, y agregó que “si uno observa la legislación federal de Estados Unidos, se dará cuenta de que la mayoría se inicia en un estado. Así que uno observa los principales cambios e innovaciones, ya sea el aire limpio, el estado del bienestar, los topes y canjes (de gases de efecto invernadero), se dará cuenta de que empezaron en los estados y después se trasladaron a algo así como grupos de varios estados”.
FUTUROS LÍDERES FEDERALES
Scheppach subrayó la importancia de la gobernación como terreno de capacitación para el liderazgo nacional.
“Por ejemplo, tenemos 10 ó 12 ex gobernadores que están ahora en el Senado de Estados Unidos”, dijo, y mencionó a Lamar Alexander, Thomas Carper, George Voinovich y Mark Warner como ejemplos. “Por lo que si hay un gobernador que es bastante popular, éste tiene una buena posibilidad política de llegar a ser senador”.
Consiguientemente, los ex gobernadores podrían encontrar su siguiente puesto como parte del Gabinete (del ejecutivo).
En la administración Obama, la ex gobernadora de Kansas Kathleen Sebelius dirige el Departamento de Salud y Servicios Sociales, Tom Vilsack de Iowa, el Departamento de Agricultura, Gary Locke de Washington el Departamento de Comercio y Janet Napolitano de Arizona el Departamento de Seguridad Interna.
“Había cuatro [en] la administración anterior [la de George W. Bush]”, indicó Scheppach. “De hecho, se verá que [en] el organismo federal más grande, Salud y Servicios Sociales, los últimos tres secretarios han sido ex gobernadores”.
Pero el cargo político más importante al que un ex gobernador puede aspirar es la presidencia de Estados Unidos, y en las últimas décadas los votantes estadounidenses han determinado que los gobernadores están calificados para aspirar a ésta.
De los seis presidentes de Estados Unidos más recientes, cuatro: George W. Bush, Bill Clinton, Ronald Reagan y Jimmy Carter – fueron ejecutivos de la jefatura de su estado.
“Así que, de nuevo, esta experiencia ejecutiva de administrar un estado prepara para puestos en el Gabinete, para el Senado y particularmente para la presidencia”, dijo Scheppach.
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://www.america.gov/esp ) ************************************************************ La Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estados Unidos distribuye USINFO-NOTICIAS. Puede encontrar información adicional en
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