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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 22 de Diciembre del 2024

EPN: Encuentro en la Universidad Iberoamericana

11 de Mayo de 2012 Jóvenes estudiantes, muy buenos días tengan todos ustedes. Le agradezco al señor rector de esta institución académica su hospitalidad la oportunidad de poder saldar mi deuda con ustedes, porque había sido invitado anteriormente para estar aquí, y por razón de agenda y de empatarse con otro evento que teníamos ya comprometido, no nos fue posible entonces. Pero aprecio aún más que se haya abierto un nuevo espacio para poder estar con los jóvenes universitarios de la Universidad Iberoamericana.

Gracias, señor Rector.

Gracias a los jóvenes que tienen responsabilidad de coordinación y de liderazgo entre los estudiantes.

Gracias a las distinguidas personalidades que hoy aquí están presentes.

A don Valentín Diez; al señor presidente de mi partido que le aprecio mucho me haga favor de acompañar a este encuentro con los jóvenes de la Universidad Iberoamericana;

A todas las personalidades. Pero sobre todo, quiero saludar con respeto a las mujeres y hombres jóvenes estudiantes de esta Universidad. Porque valoro y aprecio mucho esta oportunidad, pero sobre todo este ánimo que se respira de efervescencia que se da entre la juventud universitaria.

Y que más allá de las diferencias que son legítimas, que dan espacio a la pluralidad universitaria, que dan espacio a la libertad que debe tenerse en todos los espacios universitarios, me permiten contagiarme y sobre todo, poder compartirles la visión de un servidor.

Podrán algunos estar de acuerdo o no, y quienes no lo estén, espero aunque sea un poco, poderles convencer. Y si no, tampoco pasará nada. Lo más importante es propiciar ante todo respeto y ambiente cordial, que dé espacio a las diferencias, porque lo que se ve hoy reflejado entre los jóvenes universitarios también se proyecta allá afuera.

Este es el ambiente que tiene hoy México en su democracia. Un ambiente plural, diverso, distinto, de contrastes, pero que a final de cuentas, más allá de los posicionamientos de partido o individuales, lo que debe propiciar es el ambiente de respeto y de cordialidad para darle impulso a lo que en consenso pueda servir de mejor manera al país.

Insisto, nadie debe pretender imponer verdades absolutas, porque no las hay. No hay verdades absolutas, todas son relativas. Y todas a final de cuentas requieren y demandan la participación de las distintas expresiones que enriquezcan una visión que pueda ser compartida por todos y que genere consenso, y que por lo menos sea adoptada por toda una sociedad o por un grupo a quienes esté dirigido.

En este espacio quiero dedicar sólo unos minutos a mi exposición sobre los temas que aquí ya se apuntaron, y más bien abrir un espacio mayor a las preguntas que ustedes pudieran tener para poder responder más a las inquietudes e interrogantes que los jóvenes que comparten este proyecto, y quienes no lo comparten, puedan tener.

Déjenme decirles lo siguiente:

Algo que México ha logrado en los últimos años, que sin duda es un gran activo y que no podemos perder, ni debiéramos dejar que esto suceda, es nuestra democracia. Nos llevó años construirla. Le llevó años a la sociedad mexicana lograr esta condición democrática que hoy el país vive, y que permite una participación equitativa a los partidos políticos, espacios para participar más allá de lo que cada partido represente y tenga el respaldo entre la sociedad, todos los partidos tienen espacios igualitarios y equitativos para participar en la contienda y competencia democrática.

Lo que debiéramos evitar es que la ausencia de resultados de los gobiernos que a partir de nuestro régimen democrático más consolidado y fortalecido, no se estén observando. Y cuando esto no ocurre, cuando una sociedad no ve avances, mejoras, precisamente a partir del régimen democrático que ha consolidado, viene el desencanto que se convierte en un riesgo mismo para la democracia.

Por ello, he venido postulado de tiempo atrás que hoy se trata de lograr que nuestra democracia vaya más allá del mero terreno electoral y dé lugar a gobiernos eficaces que realmente den mejores resultados a la sociedad, a quienes gobiernan, a quienes se deben y para quien deben de trabajar.

Esto es lo que debemos lograr en democracia: eficacia del gobierno para que se traduzca en resultados.

Hay un ejercicio que lo pueden ustedes consultar en el Internet, que es la encuesta de Latinobarómetro, que permite o más bien que mide el nivel de satisfacción que los distintos países de América Latina tiene sobre su democracia; y lamentablemente, si ustedes entraran más tarde a ver esta página, el Latinobarómetro, podrán observar que en México hay un amplio sector de la sociedad que no se siente satisfecha con la democracia porque no ve los resultados, y es evidente que el gran reto y desafío que tenemos a partir de esta competencia democrática, es dar resultados.

Por eso he llamado a quienes hoy son mis adversarios, porque tarde que temprano tendremos que superar este espacio a veces de diferencia y de encono para dar paso a una convocatoria de todas las expresiones políticas y de la sociedad en general, para que en unidad podamos construir los acuerdos que lleven a México a mejores condiciones para impulsar reformas estructurales que el país necesita, y no podemos dar espacio a partir de esta competencia democrática, a que siempre estemos marcando diferencias y en permanente encono.

Esto no puede ser la constante de la política mexicana, tenemos que actuar con gran civilidad y madurez política, partidos y quienes les representamos.

Para entender que la competencia democrática tiene un espacio para marcar contrastes, para marcar diferencias, pero que tarde o temprano se tienen que deponer y dejar de lado para dar lugar a la construcción de los acuerdos que realmente le den rumbo al país, y esto está en la actitud que cada quien esté dispuesto a asumir, la manera civilizada con la que se quiera conducir.

A partir de este escenario es que participo en esta justa democrática, en esta competencia, representando a un partido del que ya hablaremos, seguro estoy de que en sus preguntas habrán de tocarlo, pero un partido que ha sabido entender el cambio político que México ha experimentado, esta transición democrática que hemos tenido y se ha preparado para competir.

Se ha preparado para potenciar y exhibir lo que han sido sus logros, reconocer sus errores y desaciertos, pero sobre todo, en el clima y en el marco de una competencia democrática, favorecer y privilegiar sobre todo la propuesta, el proyecto, la solución que queremos llevar a los mexicanos.

De las competencias, no sólo en ésta que es la presidencial, en todas las competencias donde mi partido ha participado, hay que reconocer la actitud madura y civilizada que ha adoptado, donde ha defendido sus victorias, pero también ha sabido reconocer sus derrotas, y ésta debiera ser, entre otras, muestras de una actitud de avanzada, de madurez y de civilidad que hoy debieran tener los partidos políticos en esta competencia democrática.

¿Cuáles son los retos que el país hoy tiene de manera inmediata? Yo he señalado que si fuéramos al médico y nos hiciera una auscultación para ver cómo está el paciente, cómo está el país, los indicadores del desarrollo social elementales, lamentablemente no son satisfactorios.

Si observamos el nivel de desarrollo social o de pobreza en los últimos cuatro años, se ha agravado. De cuatro años a la fecha, se ha incrementado el número de mexicanos en condición de pobreza, 12 millones más.

Si observamos el indicador del crecimiento económico para el empleo, el desempeño de nuestra economía ha sido la peor de los últimos 80 años, 1.7 en promedio al año, que contrasta con el crecimiento que otros países de América Latina han tenido en los últimos años, sólo en los últimos años, que han tenido el doble y el triple de lo que México ha logrado.

De hecho, México es el país de toda América Latina que peor desempeño económico ha tenido, el que menos ha crecido, y cuando no se crece no se abren oportunidades de empleo.

Y cuando los empleos que se generan no son suficientes, los que se propician son de baja paga, son mal remunerados, porque una mayor oferta presiona eventualmente a más empleos. No es el único factor, pero sin duda importante: mayor oferta, más empleo, mejor remunerado.

Y esto tiene que ver con el crecimiento económico.

Las cifras de la seguridad, ustedes mejor que nadie las conoce, las conoce todo México. No escapa a los mexicanos saber y conocer de este clima de inseguridad, de violencia, que no sólo amenaza la vida de la gente, sino amenaza su libertad.

Hoy hay gente que prefiere —y quizá no sea la condición del Valle de México en particular, no tan marcada y acentuada como sí lo es en otras entidades del país—que prefieren las familias no salir, quedarse en su casa, para no ser eventualmente víctimas de la comisión de algún delito.

Segundo gran reto. Crecer. Y he venido postulando que México tiene un gran potencial. Déjenme solamente recrearles de manera breve lo que ha significado para un servidor esta campaña.

Siempre orgulloso de ser mexicano. Amo a mi país, como estoy seguro que todos ustedes lo aman y quieren lo mejor para su país. Pero la campaña me ha permitido, más allá de que hubiese tenido antes ya oportunidad de recorrer el país, hoy en campaña conocerlo mejor; conocer a la sociedad de cada lugar, de cada entidad, a la representación social de cada estado.

Y más quedo maravillado, asombrado y enamorado del país que tenemos y de su gran potencial; de la enorme riqueza que México tiene y que no ha aprovechado suficientemente.

México tiene potencial para crecer, para desarrollar y para darle a los mexicanos mejores oportunidades. De eso estoy absoluta y totalmente convencido.

He venido postulando y me he comprometido -con acciones que no me voy a detener en ellas, porque podré hablar con mayor amplitud en las respuestas que dé a sus preguntas, si las hubiera en este tema— a impulsar el crecimiento económico con varias acciones: con reformas estructurales, que permitan que México crezca. México tiene un potencial para poder crecer, insisto, tres veces más de lo que ha hecho en los últimos 12 años, pero hay que tomar acciones.

Me he comprometido también a erradicar la pobreza alimentaria del país. En ella viven 21 millones de mexicanos, casi 21 millones de mexicanos de acuerdo a cifras de CONEVAL. Imaginen ustedes que casi uno de cada cinco mexicanos vive en condición de pobreza alimentaria. No sabe si el día de mañana podrá comer.

Y todo esto a final de cuentas, este escenario es terreno fértil para la criminalidad.

Nuestros jóvenes con potencial para estar en la actividad económicamente activa, no lo pueden hacer.

Resulta que lo que es el bono demográfico, que seguramente ustedes habrán escuchado y saben muy bien de qué se trata, el amplio sector de la población en México que puede generar riqueza y que puede estar en la actividad económicamente activa, no lo hace porque no hay oportunidades. Y lo más crítico, ni de trabajar, ni de estudiar porque no hay suficiente cobertura.

Hoy la demanda mayor en educación, que es el otro tema a tratar, tiene que ver con la cobertura para dar más educación a los mexicanos, especialmente en el nivel preparatoria, bachillerato y universidad, donde nuestra capacidad instalada es baja con respecto a la demanda, y la calidad de la educación.

A nadie escapa que es la educación el pilar del desarrollo de una nación. Y cuando ésta es de baja calidad condena a que la sociedad del mañana viva en rezago, en pobreza, en atraso y que no se inserte a las exigencias del mundo global que hoy tenemos.

México no se puede aislar del mundo. Quien suponga que México puede vivir en una burbuja aislado del mundo, verdaderamente es no saber entender lo que pasa hoy en el mundo.

Y ustedes como universitarios, seguro estoy que lo entienden y que lo conocen. Y para eso México tiene que prepararse y tiene que formar al capital humano que en su participación dentro de la actividad productiva permita que México genere mayor riqueza, y pueda competir con el resto de los países del mundo.

Estos son los grandes retos y estas son las grandes tareas. ¿Cómo habremos de lograrlo? En educación ya me comprometí a garantizar los siguientes seis años que significará hacer un gran esfuerzo pero convencido de que hay que hacerlo: la cobertura en el nivel preparatoria.

Hoy solamente dos de cada tres jóvenes pueden estudiar la preparatoria.

Mi compromiso es que los siguientes seis años, todos los jóvenes puedan tener acceso a la preparatoria, tres de tres.

Hoy sólo tenemos cobertura del 67 por ciento en esta asignatura, y en el nivel universitario, nuestra cobertura no llega o está alrededor del 30 por ciento, significa que solamente puede estudiar uno de cada tres jóvenes la universidad.

Mi compromiso es llevarla a niveles del 45 por ciento o más que permita que un millón y medio más de jóvenes pueden estudiar la universidad.

Hoy lo hacen tres millones, sería incrementar la oportunidad a un millón y medio más de jóvenes en nuestro país.

Y para la calidad de la educación, sin duda, tenemos que hacerlo con maestras y maestros de México, que sean parte del compromiso para que México tenga una educación de mayor calidad, y hay varias acciones que emprender, la evaluación a maestras, a maestros, alumnos, para realmente darle orientación a las acciones específicas que deban tomarse en cada lugar para elevar la calidad de la educación.

Ya me comprometí, el propósito de cerrar la brecha digital, dar computadoras con acceso a Internet, en niños de 5° y 6° de primaria.

Alguien dijo: “Es que eso va a costar muchísimo” Sí, pero es viable, sí va a costar, que no es como se hace inversión, y tampoco irrealizable, es medible y realizable.

Significaría darle computadoras a 4 millones 200 mil niños, en una primera ocasión y después cada año a la mitad de ellos, cuando pasen de 5° a 6°, cada vez que vayan llegando al 5° de primaria.

Eso es lo que voy a hacer, entre otras acciones. Déjenme señalar otra más, porque me parece muy relevante.

Los maestros hoy tienen como incentivo, no el que sus alumnos salgan bien preparados, no el que tengan una mejor evaluación. La lógica que hoy se tiene dentro de los incentivos magisteriales, es el cargo burocrático del maestro. Si es maestro de aula, si es subdirector de escuela, si es director, si es supervisor, el escalafón magisterial que determina el nivel de ingreso a los maestros, no se condiciona ni está sujeto al nivel académico de sus alumnos. Hay que cambiar los incentivos.

Mi propuesta es muy clara: premiemos al maestro cuyos alumnos tengan mejor desempeño académico. Por eso la evaluación debe ser permanente y constante a través de órganos independientes, con ciudadanos y especialistas que estén en la oportunidad de hacer una adecuada y afinada evaluación para reorientar la política educativa del país. Y de hecho debo decir algo sobre el tema, compete al Estado, y sólo al Estado y a su gobierno definir la política educativa del país.

Los sindicatos y el sindicato magisterial, tiene participación para velar por los intereses y derechos laborales de sus agremiados, no para intervenir en la política educativa del país.

Esa corresponde, sólo y exclusivamente al gobierno, al Estado Mexicano, y voy a trabajar para que en la definición de la política educativa del país, tengamos por clara orientación elevar la calidad educativa del país.

Ya llevo 20 minutos y quiero concluir para dar espacio a poder responder sus preguntas.

Creo que México tiene el próximo 1° de julio una gran oportunidad, única dentro de nuestro régimen democrático de definir qué queremos para México hacia adelante; hacer un balance de lo que tenemos en resultado de los gobiernos de la alternancia, que a todas luces no es satisfactorio.

Ya señalé los indicadores sobre los principales temas del desarrollo social de México, y claramente no han dado resultados satisfactorios.

Por eso, en esta competencia están hoy cuatro proyectos, y la opción que represento, he afirmado con toda puntualidad: soy una opción de cambio para México que de manera responsable y en estabilidad, permita que México vaya a mejores condiciones convocando invariablemente a la unidad de todos los mexicanos.

Quien suponga que hacer gobierno o aspirar a hacer gobierno es dividiendo a los mexicanos, ya partimos de un escenario equivocado. Convoco a la unidad de todos los mexicanos para que en sus legítimas diferencias, decidan el proyecto que les inspire mayor confianza, pero sobre todo, y muy importante, que acredite en su historia pública capacidad y resultados.

Y me acompaña en esta opción que represento, la experiencia de haber gobernado la entidad más poblada de México que a muchos escapa. Y cuando me han preguntado varios de mis entrevistadores, les pregunto: “¿Saben ustedes qué población tiene el Estado de México?” Y suponen que es un estado pequeño, territorialmente lo es, tiene 15 millones y medio de habitantes. Tiene 60 por ciento más población que el Distrito Federal, y evidentemente concentra su mayor población en la conurbación con el Distrito Federal, haciéndole parte de la zona Metropolitana más grande del mundo, con 20 millones de habitantes.

Y que el Estado de México, además de llevar el nombre de todo México, también es una buena síntesis en su realidad social de lo que ocurre en todo el país.

La experiencia de haber gobernado mi Estado, de haber servido a mi estado, de haber cumplido con los compromisos que ofrecí es la experiencia que me acompaña para querer hoy servir a todo México para querer dar resultados.

Y vengo apelando en esta campaña a que la sociedad me dé su confianza. Espero recibir el apoyo mayoritario de la sociedad mexicana, pero quiero también marcar que invariablemente seré respetuoso de quienes no estén en favor del proyecto que represento. Porque mañana, de llegar a la Presidencia de la República, convocaré a la participación de toda la sociedad en arropo a las acciones que habré de emprender, para que México cambie y esté mejor.

Este es el propósito, este es el reto que tenemos por delante y por el que estoy decididamente comprometido a trabajar para que México esté mejor.

Muchísimas gracias.

Muchas gracias jóvenes. Gracias a todas y a todos ustedes.

Me recuerdan cuando era universitario, de una Universidad hermana de ustedes, que es mi alma máter, y que evidentemente participé en espacios como en el que ahora estamos. Me tocó escuchar a candidatos entonces ahí en la universidad.

Y verlos a ustedes, me recrea simplemente mi etapa de estudiante que disfruté, que gocé, y que si algo habré de convocarles: primero, a que no se excluyan de este proceso electoral, porque para muchos será la primera oportunidad de participación y de votar. Denle sentido a su voto. Valoren muy bien por quién van a votar, por qué van a votar, porque si algo hemos logrado los mexicanos es darle valor a nuestra definición, a la definición que hacemos a través de nuestro voto.

Por eso, jóvenes, su participación es verdaderamente trascendental y relevante.

Hay 13 millones de jóvenes en nuestro país que habrán de votar por primera vez en México y será un voto que marque la diferencia en lo que México va a tener en los siguientes seis años.

Les invito a que sean parte de este proyecto democrático y sean parte de la solución que México necesita para esta mejor.

Nuevamente, agradezco esta oportunidad.

Etiquetas: EPN, presidente, PRI, Universidad Iberoamericana


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