Enrique Peña Nieto se reune con 500 gobernadores de los tarahumaras en Guachochi, Chihuahua
Encuentro con etnias rarámuris, tepehuanos, guarijíos y pimas de la Sierra de Chihuahua
El candidato del PRI a la presidencia de la república, Enrique Peña Nieto, visitó hoy una de las zonas más inaccesible y pobres del país, en el norte de México, Guachochi, Chihuahua, donde sobrevive la etnia Rarámuri conocida como Tarahumara.
Ahi el abanderado del PRI expresó lo siguiente:
Gracias a mis amigos rarámuris, tepehuanos, guarijíos y pimas que están hoy aquí en este encuentro y que me permiten saludarles, pero sobre todo venir a comprometerme con ustedes y con todo Chihuahua.
Quiero agradecer la amable compañía de un gran amigo y a quien ustedes conocen muy bien: de César Duarte y de su distinguida esposa, que amablemente están aquí hoy conmigo. Muchas gracias a ambos por estar aquí un servidor.
Aquí están autoridades municipales, nuestras candidatas y candidatos a distintos cargos y a distinta representación para esta zona.
Quiero saludar con gran respeto a los más de 500 gobernadores de comunidades tarahumaras, sirianes, que aquí están. Muchas gracias por venir a este encuentro, gracias por acompañarme.
A quienes vienen de distintos municipios de la Sierra Tarahumara, incluso desde Chihuahua, que aquí se han dado cita, aquí puedo encontrar amigos que desde lejos han venido. Muchas gracias por darme esta oportunidad de poderles saludar.
Estamos en el tercer día de la campaña en la que estamos decididos que con trabajo, pero sobre todo con un gran compromiso con todos los mexicanos, habremos de llegar, con su respaldo y su apoyo, a la Presidencia de la República.
Por eso he iniciado esta campaña política tocando distintos puntos de la geografía nacional.
Iniciamos en el occidente, ahí en Jalisco, donde dejé claramente señalados los cinco grandes compromisos nacionales por donde México debe transitar para superar la condición más crítica, que es la pobreza en la que viven casi 70 millones de mexicanos; en la de revertir la inseguridad que lastima a las familias mexicanas; en generar crecimiento económico para abrir oportunidades de empleo y de desarrollo.
Como bien lo exponía Rosalba en sus palabras de bienvenida, quien se venía peleando con esas hojas que el viento se llevaba, pero que de corazón dejó claramente señalado qué quieren los tarahumaras y todas las etnias de esta zona: no sólo dádivas; quieren justicia, quieren trabajo justo y bien remunerado.
Y para eso hay que crecer económicamente, para atraer inversiones e impulsar las actividades productivas del campo y del turismo, que esta zona promete tener y servirán para el desarrollo de quienes aquí viven.
Este es uno de mis compromisos que, ante ustedes, aquí voy a refrendar.
Pero quiero tocar otro punto muy importante, y que sabemos que es base del desarrollo de todo un pueblo, que es la educación. Porque ayer justamente en Chiapas, en un encuentro en Chamula, también con etnias de esa Entidad, hice un compromiso para Chiapas y para todo México: es un programa ambicioso, pero que estoy decidido a llevar a cabo para darle a nuestros hijos mejor educación.
No podemos apostar o apuntalar el desarrollo del país, si no logramos realmente sembrar educación en nuestra niñez y juventud.
Y ayer comprometí para Chiapas y para México, y hoy aquí lo refrendo, y es justamente emprender un programa de rehabilitación de la infraestructura educativa del país, para que tengamos escuela digna, donde nuestros hijos reciban una educación de mayor calidad.
Tener escuela digna, significa tener escuelas bien equipadas, con baños dignos y limpios, con bancas, con pizarrones, conectadas a la energía eléctrica, con abasto de agua, para que ahí nuestros hijos se eduquen, aprendan y podamos sembrar en ellos herramientas que les permitan enfrentar los desafíos del futuro.
Una buena y adecuada educación será lo que nos permita realmente lograr como país un mayor desarrollo, justicia y progreso para todos los mexicanos. Y aquí refrendo mi compromiso para dar buena educación y tener buenas escuelas, aquí en la Sierra Tarahumara y en todo México.
Y justamente en este encuentro con las etnias de la Sierra Tarahumara es claro lo que para un servidor en este arranque de campaña viene siendo tema central en el compromiso que quiero hacer; porque no puede haber desarrollo, no puede haber avance en una nación, y menos un gobierno puede estar al margen o insensible ante lo que es un tema indispensable en la ética política de quien hace gobierno, que es justamente generar condiciones de igualdad entre la sociedad a la que sirve.
Cuando no se tienen oportunidades de desarrollo para toda una población, hay un atraso y hay una deuda mayor.
Y hoy vengo aquí a decirles que vengo a hacer un compromiso con ustedes y con todo México en lo que, sin duda, es un gran lastre y es una deuda que los gobiernos no han saldado, y que, por el contrario, se ha agravado en nuestro país:
Hoy tenemos, en estos últimos cinco años apenas, 12 millones más de mexicanos en condición de pobreza. Y de esa enorme cantidad de mexicanos en pobreza bajo distintas modalidades, los 57 millones de pobres, a ese total se han sumado en estos años, de esos 12, seis millones que viven en condición de pobreza extrema; incluso, pobreza que a veces les lleva a tener días y a dormir sin haber probado alimento, porque no les alcanza para lo indispensable y lo elemental, que es para su alimentación cotidiana.
No podemos ser un país moderno en pleno Siglo XXI, cuando hay en México 21 millones de mexicanos que padecen de pobreza alimentaria.
Mi compromiso que vengo a hacer ante ustedes es para que no haya más pobreza, no más hambre; abatir lo que señalé desde mi inicio de campaña: emprender un programa y brigadas de cero pobreza, de cero hambre, para al menos 15 millones de mexicanos, que no deberán pasar por más hambre en el futuro.
Y, algo de lo que aquí decía Rosalba y que viene a marcar lo que espero distinga esta campaña que estoy realizando, la campaña que hemos iniciado tiene un propósito muy claro: comprometerme con los mexicanos y asumir compromisos específicos; varios de orden nacional, sobre políticas y acciones que estarán dirigidos a todos los mexicanos, que buscan impulsar el desarrollo y progreso de la nación, abatir la pobreza, abatir la inseguridad, mejorar la educación.
Pero varios de los compromisos que firmaré también tienen que ver con necesidades específicas. Y es que no puede tenerse una política única y general o acciones para todos, si no miramos a las necesidades específicas.
Y por eso, como lo hice —y Rosalba lo señalaba— en mi experiencia de candidato a gobernador mi Estado, el Estado de México, precisamente consciente de la poca credibilidad y desprestigio que hay en la política y en los políticos, que decidí firmar mis compromisos, y hacerlo ante notario público para que no hubiera duda de a qué me comprometía y para que, pasando la campaña, no pasara como ha pasado ya a muchos que se olvidan de sus ofrecimientos. Y eso no quería que le pasara a su servidor. Por eso firmé compromisos.
Pero, más importante aún, ya en el gobierno me sometí a la evaluación de la sociedad mexiquenses, para que supervisara y evaluara que realmente estaba cumpliendo con los compromisos que había asumido entonces como candidato.
Al igual que entonces, hoy vengo aquí y recorriendo el país en esta campaña firmando compromisos, para que cuando reciba su respaldo y apoyo que me lleven a ser Presidente de México, me dedique a cumplirles a ustedes y a todos los mexicanos, y que sean ustedes quienes evalúen que realmente así esté ocurriendo.
Eso quiero hacer, y por ello quiero pedirles su respaldo, su confianza, su voto de apoyo; como la confianza Rosalba, que hoy me dan al entregarme este Bastón de Mando, que para mí es significado de un voto de confianza a la propuesta y al compromiso que estoy haciendo con ustedes y con todo México, y que quiero honrar en entrega total para servirle a México.
Por eso les digo, con su apoyo y su voto, seguro estoy, llegaré a ser Presidente de México.
Amigas y amigos que gentilmente hoy se dan aquí cita:
Gracias por dejarme estar entre ustedes. Esta presencia, además de que aquí habré de firmar este compromiso para erradicar la pobreza de México en al menos 15 millones de mexicanos, y que lo hago ante ustedes en una de las necesidades más apremiantes que tiene la gente de aquí; además de este propósito y de esta gran oportunidad, para mí resulta invaluable el llevarme de ustedes este contacto directo, el conocimiento de esta tierra, el conocimiento de su gente y de ser sensible a los problemas y a las necesidades que ustedes tienen.
Bien decía Rosalba, y en ello implica también mi compromiso, no se puede hacer gobierno detrás del escritorio y a enorme distancia de aquí de Chihuahua. Quien quiera gobernar la Sierra Tarahumara, obligado está —y aquí me comprometo a hacerlo así siendo Presidente de México, como lo quiero hacer con las otras regiones de todo el país— a ser un gobierno itinerante, que esté con la gente, que sirva a la gente y que gobierne al lado de la gente de este gran país.
Por eso, hoy aquí vengo a comprometerme. Y aquí regresaré, seguro estoy, muchas veces para ir dando seguimiento a los compromisos que esté haciendo con esta zona y con todo Chihuahua, y a ver los avances y logros y a estar cerca de la gente a la que hoy le pido su voto de confianza, su voto de apoyo, para poder servirle a México.
¡Muchas gracias!
(Se procede a la firma de compromisos.)
Voy a hacer ante ustedes un compromiso de carácter nacional, y que está orientado, como ya lo señalé, a erradicar la pobreza de nuestro país, la pobreza alimentaria. Y el compromiso textualmente así dice:
“Me comprometo a erradicar la pobreza alimentaria. No más hambre entre los mexicanos que lamentablemente viven en esta condición”
Y firmo mi compromiso. Y, porque ustedes me conocen, voy a cumplir.
Firmado está, comprometido está. ¡Vamos a cumplirlo!
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