EPN en el XCIII Aniversario luctuoso de Don Emiliano Zapata
Axapusco, Estado de México. Gracias. Muchas gracias a mis paisanos del Estado de México. Gracias a mi tierra. Gracias a las mujeres del Estado de México; a los jóvenes, nuestro presente; a nuestros hombres trabajadores del campo y de otras áreas, que están hoy aquí presentes.
Gracias a todas y a todos mis amigos, paisanos del Estado de México.
Nada puede emocionarme más que regresar a mi tierra, que estar aquí en esta mí casa, el Estado de México. Estar hoy con las mujeres y los hombres que especialmente trabajan el campo mexiquense; y que son ustedes rostro y expresión de quienes viven en el campo de nuestro País.
Hoy quiero agradecer la presencia de nuestros dirigentes, tanto estatal de nuestro partido, a nuestro dirigente nacional de nuestro sector campesino del partido.
A quienes son nuestras candidatas y candidatos. Candidatas al Senado de la República; candidatas y candidatos a Diputados Federales.
Pero especialmente a toda esta gran representación del campo mexiquense, que se da cita en este aniversario luctuoso de Emiliano Zapata.
Reitero, es para mí motivo de gran satisfacción y emoción encontrarme con la gente de mi Estado.
Vine a recargarme de energía y ánimo, en el contacto directo con cada uno de ustedes, en el saludo que afortunadamente puedo hacer a muchas y a muchos de ustedes; en el recorrido para llegar a este espacio y poder compartir con ustedes alguna reflexión.
Hoy nos convoca, como ya lo señalaba, el recordar a un hombre de nuestra historia, a un hombre que enarboló la bandera de la justicia para el campo mexicano, que salió en defensa de las mujeres y de los hombres del campo; y que a 93 años de haber fallecido, hoy siguen estando vigentes muchos de los ideales por los que él luchó y por los que él ofrendó su vida.
Él hizo posible que varias de sus demandas se convirtieran en ley. Él hizo posible que nuestra Constitución previera un justo reparto a quienes eran los originales propietarios de la tierra.
Pero a 93 años de distancia, a casi 100 años de nuestra Constitución, hoy lamentablemente observamos cómo el campo de nuestro país sigue siendo, lamentablemente, rostro de la pobreza de México. Y eso es algo que no podemos seguir permitiendo.
Por eso, en esta campaña, en esta lucha que estamos haciendo y en este recorrido por todo el país, queremos justamente enarbolar la bandera de un cambio para todo México, y particularmente de un cambio para la gente que vive del campo de nuestro país.
Aquí están los rostros de alegría y de entusiasmo que están decididos a construir el cambio que el país demanda, porque ciertamente no estamos satisfechos. La sociedad mexicana no se resigna a la condición que hoy vive el país.
No queremos más violencia. No queremos más pobreza, y que de esa pobreza, buena parte y rostro de ella, sea el campo de nuestro país.
No queremos que la economía siga en este bajo y mediocre crecimiento, que ha impedido que tengamos las opciones de empleo y de desarrollo que nuestros jóvenes hoy demandan.
Por eso estamos decididos, y seguro estoy que ustedes son expresión y son una viva manifestación de lo que todo México quiere: queremos un cambio, porque queremos cambiar las cosas, queremos que México esté mejor. Queremos que México recupere liderazgo, y queremos que México transite por el camino de mayor desarrollo y de mayor progreso para todos los mexicanos.
El campo mexicano se ha rezagado, y se ha rezagado porque no ha habido la debida atención al campo de nuestro país, y eso lo saben ustedes quienes viven en el campo, quienes sienten todos los días las necesidades más apremiantes y quienes saben que de los cultivos y las cosechas que llegan a recoger, cuando no tienen que enfrentar la sequía —como lamentablemente ahora varias entidades del país han padecido y sufrido de las consecuencias de esta grave sequía que azota a gran parte de México—, ustedes saben lo que se siente y lo difícil que es vivir en las condiciones de no tener los insumos a precios accesibles para poder producir sus tierras.
Saben también de las necesidades que enfrentan cuando el precio de sus cultivos, lamentablemente, ni siquiera les permite recuperar lo que han invertido. Y más grave resulta ser cuando no tienen acceso a un crédito que les permita trabajar sus tierras, para hacerlas más productivas.
Eso tiene que acabar. Tenemos que revertir esa condición. Y tenemos que volver a hacer punta de lanza a la productividad de nuestro campo; tenemos que lograr que la gente que viva del campo viva con dignidad, viva de manera decorosa y tenga del campo una forma de vida digna que garantice su sustento de quienes trabajan la tierra y de quienes viven de ella.
¡Ese es mi compromiso y así voy a cumplirlo!
Ustedes me conocen, la gente del Estado de México me conoce, quienes trabajan en el campo mexiquense me conocen, saben de lo que hicimos, saben del impulso que le dimos al campo mexiquense. Y logramos hacer que el campo mexiquense creciera y generara mayor riqueza e hiciera una mayor contribución dentro de la riqueza que genera el Estado de México.
Trabajamos en la mecanización del campo y entregamos para los agricultores 6 mil tractores que hoy favorecen a hacer de sus tierras más productivas.
Saben que apoyamos con adquisición de semillas mejoradas, de fertilizantes, precisamente reconociendo que el campo enfrenta rezagos y que tiene que cambiar.
Hoy vengo aquí ante ustedes, en este aniversario luctuoso de un hombre del campo y que demandó justicia para la gente del campo: Emiliano Zapata. Vengo justamente en este aniversario, aquí en Axapusco, aquí en este lugar que hace siete años me cobijara cuando estaba por iniciar mi campaña como candidato a Gobernador del Estado y que desde aquí me dieron un gran impulso y sembraron en mí energía y entusiasmo para comprometerme y después, como Gobernador, cumplirles a los mexiquenses.
Hoy vengo ante ustedes a hacer un compromiso para el campo de todo México; porque, ciertamente, tenemos que procurar justicia para la gente que vive y que depende del campo de nuestro País. Y debemos asegurarnos que nuestro campo produzca los alimentos que nuestra población demanda.
Necesitamos asegurar y trabajar por la seguridad alimentaria de nuestro país. No podemos estar a expensas de las especulaciones que el mercado internacional genera sobre los alimentos y sobre los productos que demanda nuestra población. Sabemos que la población del mundo está creciendo y que los alimentos muy pronto serán de mayor demanda y quizá insuficientes para alimentar a la población del mundo. Por eso México tiene que dedicarle mayor atención.
Y es mi compromiso trabajar, junto y al lado de los hombres del campo, para lograr justicia para ellos y asegurar para todos los mexicanos nuestra seguridad alimentaria. Porque si no producimos lo que México demanda, corremos el riesgo de tener que importar alimentos caros, quizá insuficientes, para lo que México demandará.
Pero, más grave aún, que los precios que se fijen en el mercado internacional, vengan a encarecer la canasta básica y alimentaria de los mexicanos.
Esto tiene que cambiar. Y por eso mi compromiso para apoyar decididamente al campo de nuestro País.
Son claros los cinco objetivos que ya ha señalado sobre lo que tenemos que lograr del campo.
Un campo justo, que permita que quienes trabajan y viven del campo tengan asegurada la seguridad social, como lo expresaba hace un momento el dirigente nacional de la CNC. Tenemos que asegurarles, a mujeres y hombres del campo, una seguridad social, que les dé los beneficios de la salud y que les dé los beneficios de su retiro digno cuando entren a la edad adulta.
Justicia que sigue siendo vigente, la bandera enarbolada de Emiliano Zapata, y en ésta vamos a trabajar.
Segundo objetivo para el campo mexicano. Un campo productivo. Y sabemos que en el uso de nuevas tecnologías, de la ciencia aplicada al campo, es posible hacer que nuestro campo sea más productivo. No podemos depender solamente del temporal que eventualmente nos genere buenas o regulares cosechas, tenemos que asegurarnos que nuestro campo sea productivo. Y para ello tenemos que invertir en tecnología, en ciencia, en mecanización para el campo, en semillas mejoradas y en fertilizantes, que garanticen un campo productivo. Porque un campo productivo será sinónimo también de un ingreso digno para las familias del campo de nuestro país.
Y en este mismo sentido, está el otro objetivo. Un campo rentable. Un campo que, además de generar ingresos para el sustento de las familias, que genere mayores ingresos para la familia del campo nacional. Un campo rentable; un campo que realmente deje beneficios a quienes viven del campo, no sólo para sus alimentos para el autoconsumo o para hacer que el campo sea una forma de sustento, sino también una forma de ingreso, una forma de trabajo productivo y rentable, que eso es lo que buscan quienes viven del campo de nuestro país.
Campo rentable es compromiso por el que vamos a trabajar.
Tenemos que lograr que nuestro campo también sea sustentable. Tenemos que lograr un campo productivo, rentable, justo, pero con respeto al entorno en el que vivimos. No podemos depredar nuestros bosques, no podemos crecer y hacer producir nuestro campo a costa de depredar nuestras tierras y nuestros bosques.
Por eso, tenemos que lograr que con el uso de tecnología y de ciencia, hagamos del campo una actividad rentable y productiva. Y esta es condición y premisa que, en el apoyo al campo, mi Gobierno, al que aspiro a encabezar, habrá de observar: un campo sustentable para una vida digna de quienes viven del campo de nuestro País.
Y finalmente, y sobre el que quiero signar aquí un compromiso. Porque saben ustedes que para darle certidumbre a quienes nos escuchan y a quienes pido confíen en el proyecto que encabezo, vengo firmando mis compromisos, como lo hice en el Estado de México, para que no se olviden, para que mañana, cuando pasen las campañas, no queden en el olvido la oferta y el ofrecimiento y el compromiso que vengo haciendo con todos los mexicanos.
Por eso, aquí, en el Estado de México, donde creamos esta nueva forma de compromiso con los mexiquenses, ahora, en el compromiso que hago con todos los mexicanos, vengo a firmar aquí un compromiso, que tiene que ver con la seguridad alimentaria para la población.
Aquí vengo a comprometerme a incrementar la producción agropecuaria nacional, para lograr la seguridad alimentaria de nuestro país.
¡Este es mi compromiso, y mañana lo voy a cumplir!
Ante ustedes, mujeres y hombres del campo, voy a firmar este compromiso. Pero antes de hacerlo, y ya como parte final de esta intervención, quiero pedirles lo siguiente:
Son ustedes actores protagónicos de lo que queremos para México. No podemos resignarnos a la condición que México hoy tiene, y tampoco podemos esperar que sean nuestros candidatos y el trabajo del partido que sólo nos lleve al triunfo. Hoy en cada plaza que estoy visitando quiero pedirle a la gente que nos acompaña, que se involucre y que sean parte de este esfuerzo, porque no podemos rezagarnos más y esperar más tiempo para el cambio de nuestro País.
Si queremos un cambio, como seguro estoy, así lo quieren la gran mayoría de los mexicanos, por eso aquí les pregunto: ¿Quieren el cambio para México?
(VOCES: ¡Sí!)
¿Quieren ser parte del cambio, trabajando todos juntos por el cambio?
(VOCES: ¡Sí!)
Hagamos que sea posible, hagamos del cambio una realidad. No dejemos pasar más tiempo. Estamos en la gran ocasión, en la gran oportunidad de construir el cambio, con trabajo y con dedicación.
Sé que todas y todos ustedes tienen distintas tareas y se dedican a distintas actividades; pero en cualesquiera de ellas, les quiero pedir que sean la voz del proyecto que estoy enarbolando; la voz de quien representa un compromiso de cambio con rumbo y responsable para México.
Que sean la voz que permita multiplicar y llevar el proyecto y el compromiso que vengo haciendo con todos los mexicanos: un compromiso para darles mejores condiciones a los mexicanos; para combatir la pobreza; para devolverles paz y tranquilidad a todos los mexicanos, y para lo que hoy nos ocupa: asegurar que nuestro campo sea productivo y se genere vida digna a todas las familias que viven del campo de nuestro país.
Seamos parte del cambio. Se llevan tarea, les quiero pedir que se lleven tarea, que no dejemos que esto ocurra por sí solo. Si queremos el cambio, construyamos el cambio, seamos parte de ese esfuerzo. Les pido realmente que el ánimo y el entusiasmo que aquí se ha manifestado se sigan expresando en voces fuertes, ruidosas, pero sobre todo convincentes, para todos los demás.
A toda la sociedad mexicana, lleguemos con nuestro mensaje de cambio, pero sobre todo de compromiso para llevar a México a mejores condiciones.
Ese es mi compromiso que hoy vengo a hacer ante ustedes, ante mis paisanos del Estado de México, quienes generosamente me han recibido esta tarde.
En ustedes dejo encargada la tarea de ser las voces que hablen por el candidato del PRI y nuestros candidatos en el Estado de México.
Seguiré regresando al Estado de México. Seguiré estando con mis paisanos, para cumplirle al Estado de México, para cumplirle a México, con el apoyo y respaldo de todos ustedes.
¡Qué viva el campo nacional! ¡Qué viva el Estado de México! ¡Qué viva México!
Compromiso de carácter nacional, desde el Estado de México para todo el país que dice así: “Mi compromiso por incrementar la producción agropecuaria nacional, para alcanzar la seguridad alimentaria de nuestro país”. Hoy mi compromiso que mañana habré de cumplir”.
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