EPN: ¿Cuál debe ser el rol de México en la Cumbre de las Américas?
Los países que integran nuestro continente se encuentran ante el impostergable reto de consolidar la integración de sus distintas regiones; Norte, Centro, Sur y el Caribe. En este contexto, se vuelve necesaria la colaboración y cooperación que cada nación pueda y deba aportar para la solución de problemas que son comunes y que trascienden sus fronteras.
En el marco de la “VI Cumbre de las Américas”, habrá de realizarse paralelamente la “I Cumbre Empresarial de las Américas”. Estos foros convocarán a 34 Jefes de Estado y de Gobierno del continente, quienes enriquecerán el diálogo hemisférico con propuestas, soluciones y, muy particularmente, con la adopción de compromisos y acciones conjuntas que asumirán con sus contrapartes e implementarán en sus respectivos Estados.
¿Cuáles serán los resultados de esta VI Cumbre en razón de sus ejes temáticos? y ¿Cuál debe ser el rol de México ante los posibles acuerdos alcanzados en cada uno de éstos?
Integración de las Américas. El compartir fronteras debe unir a nuestros países, no sólo en razón de los grandes problemas globales y regionales que en conjunto deben afrontar, como el narcotráfico y el crimen organizado, sino en razón del potencial económico, social y cultural de cada una de nuestras naciones. México debe consolidarse como país estratégico no solamente por su privilegiada posición geográfica, sino también a partir de su colaboración con todas las naciones del continente, su participación en los grandes proyectos regionales de infraestructura y desarrollo económico, y su apertura a las inversiones y a la asociación privada en proyectos de alto contenido social. Particularmente, en proyectos que favorezcan la integración física y de infraestructuras de la región; que vinculen a los diversos países, a sus zonas productivas y a sus centros de distribución y embarque.
Reducción de la pobreza y las inequidades. Los países americanos deben colaborar para reducir la pobreza y aprender, unos de otros, a través de las políticas exitosas en la región, con el objetivo de asegurar la alimentación de su población y las condiciones necesarias de vida para los grupos más desprotegidos. México debe resolver la deuda histórica que tiene con sus pueblos indígenas y con los millones de pobres que ha dejado la última década, mediante la adopción de políticas que incentiven la inversión privada, fomenten el empleo y generen proyectos productivos de gran impacto con un enfoque de desarrollo local, incluyendo a estos grupos desde sus propias visiones como actores directos de su propio desarrollo en sus comunidades de origen.
Desastres naturales. La evidencia de las últimas décadas en el mundo y en el continente, advierte que el cambio climático ha provocado fenómenos extremos en el medio ambiente, como precipitaciones intensas, registro de altas temperaturas, sequías y desastres naturales que han afectado a millones de personas, en su mayoría aquellas en condición de pobreza. Por ello, los países del continente y México, con ellos, deben comprometerse a reducir sus emisiones de carbono, transitar hacia el uso de energías alternativas que beneficien al medio ambiente, generar desarrollo sustentable y colaborar en la reacción ante posibles desastres regionales en el futuro.
Acceso y utilización de tecnologías. Hoy más que nunca, la utilización de nuevas tecnologías, debe democratizarse; dando la opción y las herramientas para que los grupos más desprotegidos o en condición vulnerable así como las comunidades más apartadas, puedan tener acceso a ellas. El avance tecnológico deberá servir como medio de acceso a la cultura, la educación y la salud. Esto será determinante en el progreso económico de nuestras naciones, reduciendo de forma significativa la marginación y la pobreza en la que todavía viven grandes segmentos de nuestra población.
Seguridad. Uno de los problemas más importantes que enfrenta el continente es sin duda la seguridad. Los Estados americanos afrontan el enorme reto de combatir al crimen organizado en todas sus manifestaciones como responsabilidad irrenunciable vis-a-vis sus ciudadanos. Es necesario fortalecer la cooperación y la coordinación entre los países de las Américas, así como realizar acciones conjuntas que aporten soluciones definitivas, para combatir de manera efectiva al crimen organizado y al terrorismo internacional. Es prioritario llevar a la práctica el principio de responsabilidad compartida, realizando acciones corresponsables que debiliten, de manera contundente, la capacidad financiera y operativa de los cárteles criminales.
Finalmente, hago votos porque esta Cumbre sea el comienzo de una serie de acciones que lleven al continente y a todos nuestros países hacia una integración plena que incida en el desarrollo económico y social y que afronte el reto de superar la inseguridad; pero que, sobre todo, convierta a la democracia electoral en una democracia de resultados que beneficie a nuestra gente.
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