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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 18 de Diciembre del 2024

En el Congreso de EE.UU. la reforma financiera es un proyecto en curso

Por Andrzej Zwaniecki Redactor

Washington – La revisión general de un proyecto de ley cuyo propósito es que el sistema financiero de Estados Unidos sea menos propenso a las crisis enfrenta tiempos inciertos ahora que las distintas partes interesadas, formuladores de políticas y legisladores hacen maniobras para someterlo a votación en el Congreso, modificarlo o eliminarlo.

En el Senado, el presidente de la Comisión de Banca, el demócrata Chris Dodd, dio a conocer en noviembre de 2009 un “borrador para debatir” y se comprometió a trabajar con los legisladores republicanos en la elaboración de un proyecto de ley bipartidista. Sin embargo, excepto la declaración de objetivos compartidos emitida por Dodd y Richard Shelby (el republicano de más alto rango de la comisión) a finales de diciembre de 2009, no existen señales evidentes de que se hayan logrado progresos.

La Cámara de Representantes aprobó en diciembre de 2009 un proyecto de ley de reforma financiera apoyado por la Casa Blanca que se llevó votos en contra de todos los legisladores republicanos.

El Senado tiene que aprobar el proyecto de ley que emane de la Comisión de Banca y a continuación se tiene que realizar la reconciliación de las versiones de la Cámara y del Senado antes de que el presidente pueda firmar el proyecto para convertirlo en ley.

Tanto el borrador para debate del Senado como el proyecto de ley de la Cámara tratan de resolver lo que los legisladores consideran que son las causas de la crisis financiera, a saber: una estructura reglamentaria ineficaz y compleja, los riesgos excesivos que las grandes instituciones financieras han estado dispuestas a correr, cuyo fracaso podría poner en peligro todo el sistema financiero, y los poderes insuficientes del gobierno para hacer frente a los grandes bancos en crisis y para proteger a los consumidores.

Sin embargo, los dos proyectos en el Congreso difieren en la manera en que abordan algunas cuestiones clave, hecho que dificulta la posible tarea de resolver las diferencias. Hasta ahora, el proyecto de ley del Senado suprimiría la mayoría de los organismos reguladores ya existentes y trasladaría sus autoridades a un organismo superregulador, mientras que el proyecto de la Cámara fusionaría sólo tres organismos reguladores y otorgaría mayores poderes a los organismos reguladores clave. El plan del Senado crearía una nueva agencia cuyo propósito sería detectar y abordar los riesgos que los grandes bancos y los productos complejos plantean para todo el sistema. La iniciativa de la Cámara otorgaría esa autoridad al banco central de Estados Unidos, pero obligaría a ese organismo a compartir sus poderes decisorios con otros organismos reguladores clave.

La pérdida de un escaño demócrata en el Senado en las elecciones especiales celebradas en Massachusetts en enero priva a ese partido del camino seguro a la victoria legislativa, hecho que “ha sembrado mucha incertidumbre acerca del proceso legislativo”, dijo Reid Cramer de la Fundación New America, una organización de investigación de políticas en Washington.

Tras haber conseguido cierta ventaja sobre los demócratas, los republicanos probablemente vayan a extraer las concesiones, según opinó Peter Wallison del grupo American Enterprise Institute, otra organización de investigación de políticas. Sin embargo, agregó, es poco probable que los republicanos obstruyan el proceso hasta el punto de acabar con el proyecto de ley. Las elecciones legislativas de noviembre de 2010 ejercerán presión sobre ellos, con lo que es poco probable que “se dirijan a los votantes sin tener algo que decir sobre lo que podrían haber hecho para abordar la crisis financiera”, dijo.

La elección en Massachusetts indicó la insatisfacción popular con la débil economía y con los excesos de Wall Street. Desde entonces, el presidente Obama ha propuesto un plan para frenar la consolidación del sector financiero y para disuadir el alcance de los bancos comerciales limitando su tamaño, impidiendo su participación en operaciones bursátiles arriesgadas e imponiéndoles un impuesto correspondiente con su tamaño. En su discurso del Estado de la Unión ( file:///\\PDNA2\IIP\Press\LAT\HOLD\LAURA\Paul Volcker, left, is greeted by Senator Chris Dodd at a Senate hearing. Niceties out of the way, the senator didn’t mince his words. ) pronunciado el 27 de enero, el presidente Obama reiteró su apoyo a un proyecto de ley de reforma financiera firme y amenazó con vetar cualquier proyecto que no esté a la altura de sus expectativas.

La postura de la administración ha provocado una intensificación de la presión que ejercen los grandes bancos, a quienes les preocupa que la legislación financiera se encamine en direcciones que poco desean, según el diario The New York Times.

Al enfrentarse directamente a los grandes bancos, explicó Cramer de la Fundación New America, Obama ha ofrecido protección política a los legisladores de ambos partidos para que sigan adelante con la legislación y “no huyan de su responsabilidad de gobernar y resolver los problemas” por el bien del crecimiento económico y la estabilidad financiera.

Desmond Lachman, del grupo American Enterprise Institute, dijo que el plan de Obama pondría la reforma en “una trayectoria más deseable”, puesto que pretende hacer que la banca estadounidense sea más eficaz y menos propensa a las crisis. “Sin embargo no mejora las perspectivas de que se apruebe el proyecto de ley, ya que es probable que los bancos se resistan mucho a esa postura”, dijo.

El senador Dodd dijo que la Casa Blanca está “bien encaminada” con las nuevas propuestas. En una audiencia el 4 de febrero, arremetió contra las grandes empresas financieras por su negativa a trabajar “constructivamente” con el Congreso, la cual “raya en el insulto al pueblo estadounidense”. Sólo dos días antes, el senador expresó una opinión algo distinta, quejándose de que el plan complica las delicadas negociaciones al añadir otra capa más de complejidad.

Durante la audiencia los representantes del sector de la banca manifestaron sus dudas sobre el plan. Sin embargo, un ex alto directivo financiero, que también prestó declaración, defendió las propuestas de la administración, así como la idea de crear un organismo independiente de protección financiera al que se opone el sector.

Cramer dijo que los recientes comentarios de Obama añaden urgencia al proceso legislativo y ampliarán la concienciación pública del papel que desempeñaron los bancos “en el desarrollo de la recesión económica”.

La mayoría de los expertos creen que será difícil que el proyecto de ley de Dodd sea aprobado por el Senado en su forma original y que se disminuyan o modifiquen los poderes de la Reserva Federal, que es el banco central de Estados Unidos. Cramer predijo que se creará un organismo de protección financiera del consumidor, mientras que Wallison consideraba que era poco probable.

Obama sigue instando a la creación de protecciones para el consumidor, pero en declaraciones recientes no mencionó específicamente a la idea de crear una agencia independiente.

(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://www.america.gov/esp ) ************************************************************ La Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estados Unidos distribuye USINFO-NOTICIAS. Puede encontrar información adicional en http://www.america.gov/esp/

Etiquetas: EEUU, reforma económica