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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 17 de Noviembre del 2024

El IFE cumple 20 años

-UN IFE A LA ALTURA: Cada sufragio nos cuesta aproximadamente 17 dólares

Por Gerardo Gutiérrez Candiani Este 11 de octubre, el IFE cumple 20 años. Nació en 1990, pero hasta seis años después, se desligó de la Secretaría de Gobernación para convertirse en un órgano autónomo.

20 años atrás, México carecía de un padrón electoral confiable y de un sistema efectivo de representantes ciudadanos de casilla. Hoy, contamos con ambos instrumentos, así como credenciales de elector y un Tribunal Federal Electoral para defender el derecho ciudadano al voto. Hemos dado pasos decisivos para tener una autoridad electoral imparcial.

Estos son logros del pueblo mexicano y de líderes de los más diversos sectores e ideologías que lucharon e inclusive dieron su vida para cubrir el primer requisito de la democracia representativa: tener un sistema electoral confiable.

Los empresarios de Coparmex hemos sido pieza fundamental de esta historia, y seguiremos participando de ella.

Hay que aquilatar este legado y cuidarlo, y no existe mejor forma de hacerlo que proyectarlo a un nivel superior. La mejor forma de celebrar los 20 años del IFE es fortalecerlo.

Los mexicanos hemos superado un sistema electoral cerrado, controlado por el gobierno, para acceder a un órgano electoral que hizo factible la alternancia en el poder y es pieza central de la transición democrática. Ahora, el reto es que ayude a consolidar este proceso, fortaleciendo la credibilidad en el Instituto.

La siguiente fase del IFE debe ser su plena ciudadanización y autonomía, para que pueda responder adecuadamente a su papel, de cara a los grandes desafíos de la democracia mexicana; no sólo los del 2012, sino en el largo plazo.

Necesitamos un IFE que recupere la confianza que llegó a tener después de 1997 y que se arraigue como un órgano regulador al servicio de los intereses ciudadanos, más que de los partidos políticos.

Este año en que se renuevan posiciones de tres consejeros ciudadanos, es preciso que los principios de autonomía, imparcialidad y ciudadanización sean los principales criterios, y no los acuerdos cupulares de espaldas a la sociedad, basados en cuotas de poder.

El sistema electoral mexicano requiere de un impulso renovador, en el que una mayor transparencia y rendición de cuentas son fundamentales. Ya es demasiado costoso como para no cumplir plenamente con estos requisitos.

Se estima que en México, el financiamiento público al voto es 18 veces superior al promedio en América Latina.

Cada sufragio nos cuesta aproximadamente 17 dólares, mientras que en países como Brasil no llega a 50 centavos de dólar. Las elecciones federales del 2009 le costaron a los contribuyentes 12 mil 880 millones de pesos: casi 43 millones de pesos por cada uno de los 300 diputados uninominales elegidos. Todo esto sin contar 23 millones de spots en un plazo de seis meses, casi 29 veces más que en los comicios de 2006.

El gasto para el ejercicio fiscal 2011 del IFE podría ascender a más de 10 mil millones de pesos, y este año, el presupuesto fue de más de ocho mil 600 millones. Los partidos políticos obtuvieron más de una cuarta parte de estos recursos para actividades ordinarias.

A cambio de tanto dinero, nuestro sistema político tiene un déficit importante de representatividad y productividad. Reducir, transparentar y mejorar la rendición de cuentas en el costo de la estructura electoral y de partidos en México, es un gran pendiente.

La reforma electoral del 2007 no significó grandes ahorros, y en cambio, aumentó las prerrogativas de los partidos. Con la ley electoral vigente, en 2012, cada uno de éstos recibirá un extra de 50% de su financiamiento ordinario para gastos de campaña. Además, su cuota aumenta cada año, porque se incrementa en proporción directa del crecimiento del padrón, en vez del número de votantes efectivos para cada partido.

Hay que corregir lo más pronto posible los aspectos regresivos de esa reforma.

Prohibir que cualquiera que no forme parte de un partido político se exprese a través de publicidad pagada en medios electrónicos, es una violación a la libertad de expresión que en Coparmex hemos denunciado y contra la cual promovimos amparos en todo el país. No es contraviniendo las garantías individuales como va a lograrse la equidad. Esperamos la resolución de la Suprema Corte.

De igual forma, el IFE no tiene la capacidad ni debe de ser un censor de la expresión política y ciudadana, acotando con criterios altamente subjetivos el derecho de opinión y de informarse.

Los ciudadanos no necesitan más spots para decidir; requieren mejor información, posturas claras, compromisos y propuestas que se cumplan.

Coparmex seguirá impulsando reformas y acciones que provoquen el cambio. Existen opciones viables y de alto impacto positivo en el corto y el mediano plazo, como sujetar a los partidos políticos a la Ley Federal de Transparencia, con el fin de terminar con la discrecionalidad en el gasto, y crear un solo instituto electoral para todo el país, para evitar duplicidades y combatir las irregularidades que siguen presentándose en los comicios estatales.

El fortalecimiento del IFE y del sistema de partidos, es un componente esencial de la reforma del Estado que hay que llevar a cabo en México. Una medida como la reelección inmediata de legisladores y alcaldes es indispensable, para mejorar la representación política, la profesionalización de la gestión pública y la rendición de cuentas, pero también tendrá un efecto muy favorable en materia de recaudación y financiamiento, para elevar el nivel de las campañas.

Es necesario pasar de las promesas y la imagen en que se concentran los spots, a las propuestas y los compromisos.

La reforma política tiene la capacidad de desencadenar una transformación profunda que active un nuevo dinamismo en la política mexicana, y con ello, avances en las reformas de fondo que hacen tanta falta en materia fiscal, laboral, educativa, energética y, desde luego, electoral, entre otras.

La consolidación de la transición democrática en México exige la participación de todos. Impulsémosla desde cada uno de nuestros Centros Empresariales, Delegaciones y Representaciones. Esta es una lucha histórica de Coparmex, que estamos obligados a completar.

Etiquetas: aniversario, democracia, IFE, México, voto