El baloncesto y su locura de marzo anima a estudiantes y seguidores
Washington – Cada año, a finales de marzo, junto con las lluvias de primavera y las primeras flores en los árboles, se produce en Estados Unidos una alteración y entusiasmo colectivos, locura incluso, que agrupa a la gente, hace que los estudiantes pierdan clases, hagan apuestas y cuenten historias sobre los increíbles cuatro equipos que llegarán a las semifinales (Final Four) y la ceremonia de “recortar la red de la canasta” al final de los partidos.
Se la llama la “locura de marzo” o el “gran baile”, y se conoce más seriamente como el Campeonato de Baloncesto Masculino de 1ª División de la Asociación Atlética Nacional de Colegios Universitarios (NCAA), el torneo anual de los 68 mejores equipos de baloncesto universitario.
El camino hacia las semifinales dura tres semanas. Los torneos de baloncesto de la NCAA pueden ser impredecibles y se destacan por un gran carácter dramático, los equipos de las universidades más importantes tratan de mantener su legado de victorias y los equipos se esfuerzan desesperadamente en cambiar el rumbo y vencer.
El baloncesto universitario estadounidense puede desencadenar tanta emoción que los mejores partidos de baloncesto profesional de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), o más, según algunos, y no sólo entre estudiantes. Muchos consideran que es la forma más pura y mejor del juego, antes de que los enormes salarios de la NBA transformen a los prodigios de la NCAA en personajes del espectáculo con altísimos sueldos que desean complacer a las multitudes y convertirse en estrellas de los medios.
A pesar de las complicadas reglas del torneo, los partidos de finales de marzo y principios de abril son observados de cerca y analizados expertamente por seguidores accidentales, comentaristas deportivos expertos y reclutadores de las grandes ligas. Se consideran los mejores indicadores del futuro del baloncesto estadounidense, uno de los tres deportes míticos nacionales (junto con el fútbol americano y el béisbol).
El torneo está dividido en cuatro regiones, y los organizadores tratan de asegurar que cada región esté equilibrada en capacidad de los equipos en comparación con las otras regiones. Cada equipo juega en territorio neutro, las reglas prohíben que jueguen en su ciudades de origen.
Los ganadores de cada región pasan a las semifinales o Final Four, que este año tendrán lugar en San Antonio (Texas) el 31 de marzo y los dos semifinalistas ganadores se enfrentarán en la final del campeonato el 2 de abril.
El equipo ganador recibe un trofeo bañado en oro del Campeonato Nacional. El equipo que queda en segundo lugar recibe un trofeo bañado en plata, y los dos semifinalistas que no lograron llegar a la final reciben trofeos bañados en bronce por su tercer lugar.
Los torneos de baloncesto de la NCAA tienen mucho folklore y rituales. Uno de los más peculiares es cortar la red de la canasta al final de los campeonatos regionales y del campeonato nacional. Cada jugador del equipo ganador se queda con una hebra como recuerdo y el jefe de los entrenadores se queda con el resto de la red.
Ganar el torneo de la NCAA puede ser muy importante para levantar el prestigio de una universidad, tanto como tener un premio Nóbel entre su profesorado.
El término “locura de marzo” tiene también su historia, incluso ayudó a establecer un precedente jurídico. Se acuñó en 1939 cuando H.V. Porter, un oficial de la Asociación de Escuelas Secundarias de Illinois (IHSA) lo utilizó por primera vez en un artículo sobre el torneo de las escuelas secundarias. A principios de la década de 1980, el término empezó a vincularse con el torneo de la NCAA.
En la década de 1990, tanto la IHSA como la NCAA intentaron registrar la frase como nombre comercial para utilizarla como franquicia. Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos estableció en 1996 en una decisión histórica el concepto de una marca de “doble uso” por primera vez, lo que otorgó la propiedad del nombre comercial a ambas instituciones para que cada una la utilizara en sus propios propósitos.
Aunque no es todavía tan popular como la competición masculina, el Campeonato de Baloncesto Femenino de 1ª División de la NCAA empieza a recibir cada vez más publicidad y se considera parte de la “locura de marzo”. Se inauguró en 1982 y su popularidad se ha incrementado desde que el partido del campeonato 2003 se celebrase el martes después del lunes en que tenía lugar el partido final del campeonato masculino.
El torneo de baloncesto de la NCAA es el evento de más importancia y que ofrece mayores ganancias entre los deportes universitarios, pero la NCAA no se queda con los beneficios, los ingresos que recibe de los multimillonarios contratos de televisión se distribuyen entre las universidades en que se juega al baloncesto para apoyar las competiciones interuniversitarias
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Etiquetas: baloncesto, basquetbol, EEUU