El Ángel que Dios nos mandó

Dedicado a mi hermosa nieta Zoé

• 8 de Enero de 2019
• Por: Ramiro Gómez

Un día, Dios el Gran Arquitecto del Universo, decidió mandar a sus ángeles para probar a los hombres.

Había mandado a su hijo Job las mas grandes tribulaciones y este había mostrado humildad y sabiduría ante la adversidad pues sabía perfectamente que Dios da y Dios quita.
Ahora Dios decidió probar a los hombres de otra manera.
Mandó numerosos ángeles a la tierra, pero estos nacerían de la carne y la sangre de los hombres y mujeres de todo el mundo.
La diferencia es que estos ángeles nacerían con cuerpos humanos incompletos. Esto es, algunos no podrían oír, otros no podrían hablar, otros no podrían caminar, a otros les faltaría algo del cuerpo. Otros no se moverían en absoluto.
Pero estos ángeles estarían conciente todo el tiempo, no sabrían como expresarse ante los humanos en las familias que nacerían. Pero estarían concientes de todo.
Y la prueba era ver como reaccionaban los hombres y mujeres que tenían el privilegio de tener uno de esto niños en su familia.
Serían llamados niños especiales.
Algunos ignorantes los llamarían locos o tontos. Pero en realidad era evidente que eran ángeles disfrazados de niños especiales.
Nacerían con síndrome de Down, con Síndrome de Rett, con autismo, con parálisis cerebral, con retraso mental y físico o con enfermedades incurables.
Estos ángeles estaban llamados a probar el amor, la bondad, la solidaridad, la sabiduría pero lo más importante la fe de sus familias primero y luego de toda la sociedad.
La primera prueba era aceptarlos como son. No culpar al pecado, o a la indiferencia o a la falta de bondad de Dios. Y la segunda humanizar a los hombres.
No culpar a nadie de tenerlos con ellos. Al contrario agradecer esta prueba del amor infinito de Dios.
Esta prueba era la mas grande, y consistía en probar el amor de los padres, de los abuelos, de los tíos y hermanos y hermanas en el hogar donde nacen estos niños especiales.
Algunos de estos Ángeles, no resistían el desprecio de sus padres de sus abuelos y sus hermanos y volaban pronto al cielo, allá le decían a Dios lo malos que eran muchos hombres y mujeres en la tierra.
Otros padres y abuelos, hermanos y tíos los colmaban de amor infinito y estos hombre y mujeres eran parte de Dios abrazando el universo.

Etiquetas: Acuña, Asperger, autismo, niños especiales, Rett, síndrome de Down

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