EE.UU., Nicaragua y Colombia aúnan fuerzas para combatir el narcotráfico
Por Lauren Monsen Redactora Washington – En dos operativos diferentes, personal de la Armada estadounidense y del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos sumaron fuerzas con el personal naval de Nicaragua y de Colombia para recuperar enormes cantidades de cocaína y frenar el traslado de grandes cargamentos de contrabando en aguas del Hemisferio Occidental, según informó el Comando Sur de Estados Unidos (Southcom).
Como uno de los nueve comandos combatientes unificados del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Southcom realiza tareas de cooperación en seguridad con los países de América Central, América del Sur y del Caribe. Trabaja con países asociados para combatir las actividades ilícitas ligadas al narcotráfico, que amenazan la estabilidad del Hemisferio Occidental.
El 31 de mayo el escampavía Valiant, del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos patrullaba el mar Caribe. Su tripulación detuvo a una barcaza de alta velocidad que transportaba unos 1.204 kilos de cocaína, con valor de 32,5 millones de dólares al por mayor. La actuación era parte de la Operación Martillo, un esfuerzo combinado entre Estados Unidos, Europa y el Hemisferio Occidental para arremeter contra las rutas del tráfico ilícito en las aguas costeras a lo largo del istmo de América Central.
La participación militar de Estados Unidos en la Operación Martillo está dirigida por el Grupo de Tareas Sur de la Fuerza Interagencial Conjunta, una unidad de Southcom.
Como relataron los oficiales de Southcom, el incidente de la intercepción se desarrolló con caracteres dramáticos.
En colaboración con sus asociados internacionales y la Armada de Estados Unidos, el escampavía Valiant y su helicóptero ubicaron a la barcaza de alta velocidad con cinco tripulantes a bordo y embalajes sospechosos en la cubierta de la nave, que estaba condicionada para hacer contrabando. La tripulación de la nave rápida ignoró las repetidas órdenes del Servicio de Guardacostas para que se detuviera y comenzó a hacer un recorrido errático para evitar su captura, tirando los embalajes de contrabando al agua.
El helicóptero de Valiant a continuación hizo disparos de advertencia frente a la nave, pero la tripulación hizo caso omiso. A continuación, la tripulación del helicóptero disparó contra uno de los motores externos de la nave. Una vez que la nave quedó inhabilitada la nave fue abordada por el equipo de Valiant encargado de aplicar la ley y tomó el control de la nave y de los cinco sospechosos de contrabando a bordo.
Acto seguido, la armada nicaragüense envió dos pequeñas naves para ayudar al Servicio de Guardacostas en la recuperación del contrabando. Un total de 43 embalajes, que dieron positivo en cocaína, fueron recuperados.
El comandante John Detleff, oficial a cargo a bordo del Valiant, destacó la coordinación entre el experimentado personal del escampavía y el nuevo personal recién incorporado.
“Para mí fue de inmediato gratificante ver a nuestros experimentados y eficientes camaradas de la nave dirigir al personal nuevo, y ver cómo esos dos grupos se unieron a nuestra tripulación en el aire para lograr una interdicción perfectamente ejecutada con la finalidad de eliminar las drogas de nuestras calles”, dijo.
Los cinco detenidos fueron trasladados bajo la custodia de los oficiales federales encargados de aplicar la ley.
Días más tarde, el 4 de junio, la fragata USS Nicholas, guiada con misiles, recuperó 112 embalajes de cocaína, con un peso de 2.227 kilos, durante una intercepción frente a la costa de Colombia en el Pacífico, también como parte de la Operación Martillo.
El cargamento de drogas fue frenado mediante un esfuerzo coordinado entre las tripulaciones del Nicholas, el Destacamento para la Aplicación de la Ley del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos (LEDET), el escampavía Sherman del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y la armada colombiana.
Los oficiales de Southcom dijeron que la Armada de Estados Unidos y el personal de LEDET del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos recuperaron el contrabando que estaba a bordo de una barcaza de alta velocidad, antes de que entrara en aguas territoriales de Colombia. La armada de Colombia estaba en las cercanías y desplazó una lancha patrullera para interceptar y decomisar la nave.
De acuerdo a estimaciones de Southcom, el valor al por mayor de las drogas recuperadas es de más de 60 millones de dólares y su valor en las calles asciende a más de 367 millones de dólares.
Las contribuciones a la Operación Martillo incluyeron naves de la Armada de Estados Unidos y del Servicio de Guardacostas, aviones de organismos federales de Estados Unidos encargados de la aplicación de la ley, y unidades militares y de aplicación de la ley de varios países trabajando juntos para impedir que las organizaciones criminales puedan trasladar narcóticos, precursores químicos, dinero al contado y armas a lo largo de las rutas navieras de América Central.
Catorce países participaron en la Operación Martillo: Belice, Canadá, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Francia, Guatemala, Honduras, Holanda, Nicaragua, Panamá, España, el Reino Unido y Estados Unidos.
“Más del 80 por ciento de la cocaína destinada a los mercados de Estados Unidos se transporta por vía marítima, principalmente por las rutas del litoral de América Central”, dijo el general de la Fuerza Aérea Douglas Fraser, comandante de Southcom. “En colaboración con los países asociados, nuestro propósito es frenar las operaciones [ilícitas] e impedir la posibilidad de que utilicen a América Central como zona de tránsito”.
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