Discurso de Rubén Moreira Valdez, Gobernador de Coahuila de Zaragoza
ofrece mejorar condiciones de vida de los coahuilenses y defender sus derechos humanos
- 1 de Diciembre de 2011
- Por: Ramiro Gómez
1 de diciembre, 2011 “He llegado a la Gubernatura, con un compromiso a cuestas: Cumplir bien y con entrega total, el mandato que 722 mil coahuilenses me otorgaron el pasado 3 de julio”, dijo.
“Seré gobernador porque su generosidad así me lo permitió; sin embargo, también trabajaré para ganarme la aceptación de aquellos que votaron por una opción diferente; buscaré los puntos de convergencia que ellos vieron en las otras opciones”, agregó.
“Trabajaré además, para que aquellos coahuilenses que hoy están en el abstencionismo vuelvan a creer en la política y en el futuro regresen a las urnas para manifestarse por la opción que ellos deseen.
Hoy ante mi está el más grande reto de mi vida, y lo asumo convencido de que tengo la fortaleza para enfrentarlo con éxito. Con humildad voltearé a la historia para sacar la experiencia de los grandes hombres que han dirigido los destinos de nuestra entidad.
Hoy vengo a pedirles su confianza y su apoyo para seguir trabajando en la construcción de la sociedad que nuestros abuelos y padres soñaron para nosotros.
Ellos, los que vencieron al desierto, los que encontraron el carbón o los que con miles de sacrificios sobrevivieron al rigor de nuestro clima, ellos imaginaron para nosotros un futuro que no hemos hecho presente y que, me temo, nos estamos alejando de él.
Hoy vengo, a recordarles ese sueño y a decirles que lo podemos hacer realidad. Vengo a traer ante ustedes, el afán de Andrés Osuna por tener una sociedad culta, en donde las diferencias religiosas no pesaran.
El afán de Pedro V. Rodríguez Triana, por erradicar la pobreza, hacer digna la vida de nuestros campesinos, eliminar los fanatismos y construir una sociedad más justa. El afán de Braulio Fernández Aguirre de tener un Coahuila unido, con regiones en pleno desarrollo, con un gobierno ordenado y cercano a la gente.
Traigo el afán de las madres y los padres de todos nosotros, que quisieron una sociedad en armonía y tranquilidad, y que jamás soñaron un país desgarrado por la violencia, la desesperanza y el encono. Hoy vengo a decirles que esos sueños están más cerca de la realidad que lo que nosotros creemos.
Hoy vengo a decirles que Coahuila es grande, y que juntos haremos realidad esos sueños que se engloban en los de mi generación: para que más temprano que tarde, los niños vuelvan a caminar con sus amigos nuevos en la alameda. Para que construyamos la sociedad de la cual surge el hombre nuevo, el solidario, el que se preocupa por la tristeza de los demás y cada mañana se levanta con la esperanza del nuevo amanecer.
Hoy vengo a decirles que yo también tengo un sueño, el de encontrar a los desaparecidos en Coahuila; el de eliminar todo tipo de discriminación; el que ninguna mujer pierda la oportunidad de ser feliz por ser mujer; el que nadie sea privado de amar a su gusto; el sueño de que todos las niñas y los niños culminen sus estudios. El sueño de que el que clama justicia la encuentre; y el que busque salir a la calle, seguro lo haga.
Que se haga posible el sueño de aquel niño que quiere ver regresar a su padre con un salario digno y justo; y el del padre que por la mañana quiere ver salir a su hijo, que siempre será su niño, a estudiar o formar una familia.
Hoy les digo que los sueños de nuestros abuelos, los de nuestros padres, los de mi generación, los suyos y los míos, se pueden hacer realidad en la tierra prometida, en el estado más bello del mundo, en el único lugar donde el desierto nos permite conocer el verdadero rostro de las montañas; aquí, donde el calor purifica el alma, donde el frío templa el espíritu; aquí donde nació el hombre que al vencer al Imperio, nos dio su apellido como nombre. Los sueños de todos, se pueden hacer realidad en Coahuila de Zaragoza.
Señoras y señores, les agradezco a todos su presencia, a quienes vinieron de cerca y de lejos, a mis amigas y amigos, a los dirigentes de colonias, a los campesinos y a los obreros que están hoy aquí. A los que marcharon junto conmigo en julio pasado, a los que debo servir en Coahuila; a quienes desde el PRI, Nueva Alianza, Verde Ecologista de México y Primero Coahuila, me ayudaron a recorrer nuestro estado, y refrendar en las urnas lo que hoy desea Coahuila: Propuesta, disposición y respuesta.
Agradezco la presencia de quienes fueron mis compañeros de aula en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, Fernando de las Fuentes Hernández, Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado; y Gregorio Pérez Mata, Magistrado Presidente del Superior Tribunal de Justicia.
De quienes me antecedieron en el cargo que hoy emprendo, y a quienes reconozco su dedicación y empeño en la construcción de este gran estado; los ex gobernadores Francisco José Madero, Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor Seguy, Enrique Martínez, Humberto Moreira y Jorge Torres López.
Me siento muy contento porque este mediodía están aquí en Coahuila la Gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega; y los Gobernadores de Aguascalientes, Carlos Lozano; del Estado de México, Eruviel Avila Villegas; de Campeche, Fernando Ortega Bernés; de San Luis Potosí, Fernando Toranzo; de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú; de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes; de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo; y de Hidalgo, mi gobernador, José Francisco Olvera Ruiz.
Y lo digo de esa manera, porque en los meses pasados he encontrado en ese gran estado mi segundo hogar, junto a la bonhomía de su gente que me ha dado su amistad y me ha permitido acercarme a sus tradiciones y valores. Y porque no decirlo, en mi corazón, no sólamente está Carolina, también está el bello estado donde ella nació. Gracias Paco por estar aquí; y a todos mis amigos de Pachuca y de Tepehuacán, que hoy me acompañan, les agradezco su gesto solidario.
Mi gratitud, por venir hasta acá, a los ex gobernadores de Tabasco, Roberto Madrazo; de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán; de Durango, Ismael Hernández Deras; de Hidalgo, Manuel Angel Nuñez Soto; y de quien hasta hace poco gobernó con éxito el Estado de México, Enrique Peña Nieto…en verdad Don Enrique, gracias por aceptar mi invitación y acudir a este evento…lo valoro inmensamente.
Gracias a Fausto Vallejo, Gobernador electo del estado de Michoacán. Felicidades Fausto. Sé que tendrás un gran gobierno, tan grande como lo es la tierra del Siervo de la Nación.
Gracias a Chacoca Aniko Manta, líder espiritual de la tribu Kikapú, y a Gonzalo Palao, dirigente de la tribu de los Negros Mascogos. Son ustedes lo mejor de lo nuestro.
Recibo con gusto a Monseñor José Guadalupe Galván Galindo, Obispo de la Diócesis de Torreón; y a Arturo Farela Gutiérrez, representante de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas.
Resalto que están aquí en este recinto compañeras y compañeros diputados federales y, entre ellos, quiero decirle a Francisco Rojas que me da mucho gusto saludarlo.
Agradecer la presencia de Luis Castro Obregón, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Nueva Alianza y de Mónica Arriola Gordillo; de los presidentes en el estado, del Partido Verde Ecologista; Social Demócrata; Nueva Alianza; del Trabajo; Unidad Democrática; Primero Coahuila; de la Revolución Democrática, y de mi partido el Revolucionario Institucional.
Muchas gracias a mi amigo, el Señor Embajador de la República de Cuba, Manuel Aguilera de la Paz; a los señores cónsules de Canadá, Francisco Lafond; de Cuba, Luis Abraham Quirantes; de Belice, Raymundo Pérez; de Guatemala, Felipe Camelo; de Corea, Gregorio Canales; de Rumania, Manuel Pintado; del Salvador, Enrique Rosales; de República Dominicana, Agustín Villarreal, y de quien ha tenido múltiples atenciones conmigo, y por ello agradezco su presencia, Nace Barnett Crawford, Cónsul General de los Estados Unidos en Monterrey.
También quiero hacer especial mención de quien representa en la entidad a nuestro glorioso Ejército Nacional, al General de División Mario Marco González Barreda, Comandante de la XI Región Militar.
Asimismo, agradezco la asistencia de presidentas y presidentes municipales de Coahuila y de otras entidades de la República; de los diputados al Congreso Local, de la presente y de la siguiente Legislatura, y de los diputados locales de otras entidades, así como de los presidentes de Comités Directivos Estatales del PRI.
Me es grato saber que nos acompaña nuestro paisano, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México; con él, saludo a los rectores de las universidades coahuilenses, y también a mi amigo, Juan Díaz de la Torre, Secretario General del SNTE.
Amigas y amigos, hace unos momentos acompañado del Doctor Alejandro Poire, Secretario de Gobernación, y representante del Señor Presidente Felipe Calderón, estuve en el Congreso del Estado para jurar respeto a la misma Constitución que promovió Venustiano Carranza en 1917. Lo hice, ante las diputadas y diputados, herederos de los congresistas que en su momento respaldaron al Varón de Cuatro Ciénegas en su lucha contra Victoriano Huerta.
Lo hice ante una Legislatura plural, a la cual presenté mi respeto y mi compromiso de diálogo y búsqueda de consenso. Para mi, la tarea electoral terminó, y sé que aunque nos pueden dividir nuestras ideas, la unión se dará en el amor a Coahuila.
Mientras rendía protesta al cargo de gobernador, levanté la mano izquierda, siguiendo la costumbre de mi Partido; y en ese instante, mi mente voló hacia cuatro mexicanos a los cuales quiero dedicar mi gobierno: Ignacio Cepeda Dávila, Elsa Hernández de De las Fuentes, Lázaro Cárdenas del Río y Luis Donaldo Colosio.
A su memoria apelo para tomar las mejores decisiones estos seis años. Ante su mirada encumbrada en lo más alto de la historia; pondré todas mis decisiones bajo su escrutinio.
De Ignacio Cepeda Dávila tomo su defensa de Coahuila. Su fe ciega en el federalismo. Su espíritu revolucionario. Su congruencia y su convencimiento pleno de que lo más importante es la dignidad de Coahuila y bien vale la pena, dar la vida por ella.
De Elsa Hernández de De las Fuentes registro su inmenso amor por una tierra que no la vio nacer; pero la recibió, la apreció y la cobijó. Me sostengo en su fuerza para luchar contra la adversidad. Me sostengo en su sensibilidad para recordarme que el cuerpo es frágil; y en su memoria hago el compromiso de que las y los coahuilenses tendrán la certeza de que lucharemos contra el cáncer, en todas sus manifestaciones.
De Lázaro Cárdenas del Río, el más grande de los mexicanos, recupero su amor por La Laguna. Esa tierra que conquistó su corazón y el mío; y actuaré siempre bajo una premisa: La mejor política es la que genera bienestar individual y colectivo.
De Luis Donaldo Colosio rescato su visión de futuro y su esperanza en un México nuevo. Por él, en el amanecer de todos los días; repetiré que hay un México con hambre y sed de justicia, y desde mi modesto cargo, no descansaré para hacer realidad su ideal.
Ellos marcarán, con sus cualidades diversas, las directrices morales y éticas del mandato que ejerzo a partir del día de hoy.
El orgullo de ser coahuilense lo aprendo desde mis primeros días en el Jardín de Niños Coahuila. Lo continúo en la Escuela Primaria Anexa a la Normal, donde cada jueves recibí, bajo la sombra de la insignia patria, la clase de milicia. Lo refuerzo en la Secundaria Federico Berrueto Ramón, donde Humberto Elizalde, Ascencio Loera y Celestino del Bosque me enseñaron la importancia del respeto y aprecio a nuestros mayores, a la cultura y al estudio.
Lo amplío en el Colegio México, donde bajo el auspicio de la obra de un gran empresario, Isidro López Zertuche, recibí las enseñanzas de San Juan Bosco, el pedagogo de la juventud.
Lo profundizo en la Escuela Normal Superior, donde conocí la esperanza de una sociedad más justa y me enseñaron a indignarme cuando se explota a mis semejantes; y también, en la Facultad de Jurisprudencia, donde aprendí que donde existe el derecho, existe la sociedad. Hoy tengo la oportunidad de realizar los sueños que forjé en sus aulas; cuando escuché a Oscar Villegas Rico, a Armando Fuentes Aguirre y, a quien sin duda es para mi, un maestro inolvidable, y al cual todavía acudo para escuchar su consejo: José Fuentes García.
Mi profundo amor por Coahuila lo escucho de mis lecturas de Miguel Ramos Arizpe, Francisco L. Urquizo, Manuel Acuña, Julio Torri, Federico Berrueto, Vito Alessio Robles, Carlos Cárdenas, Ildefonso Villarello, Eduardo Guerra, José María Suárez, Julio Santoscoy, Miguel Alessio Robles, Felipe Sánchez de la Fuente, Jesús Flores, Oscar Flores Tapia, Carlos Manuel Valdés, Martha Rodríguez, Lucas Martínez, Javier Villarreal Lozano, María Elena Santoscoy, Roberto Orozco Melo, Jesús Alfonso Arreola, Arturo Berrueto y Álvaro Canales Santos.
Mi compromiso de servir a mi estado lo asimilo de las oportunidades laborales que me brindaron en su momento, Mariano Fuentes del Bosque, Antonio Berchelmann, Felipe González y Oscar Pimentel; y los gobernadores José de las Fuentes Rodríguez, Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor Seguy, Enrique Martínez y Humberto Moreira.
Gracias a ellos he conocido las tribulaciones y esperanzas de los habitantes de los 38 municipios: de los más de 800 ejidos, de las colonias populares y de los barrios. Porque junto con ellos, caminé sus calles y sus labores, degusté su comida, escuché sus problemas y compartí sus anécdotas. Gracias a ellos, lo digo con humildad y con mucho orgullo, hoy me comprometo a laborar los 365 días de cada uno de los seis años de mi mandato; y a poner mi esfuerzo en cada segundo por transformar mi entidad.
Inicio mi mandato, con la satisfacción de que Coahuila de Zaragoza es un estado grande; es el estado que mueve a México porque producimos uno de cada cuatro vehículos que circulan en este país. Somos el principal productor de plata refinada del mundo; el mayor productor de acero líquido de México. Tenemos las mayores empresas lecheras, cerveceras y comerciales de la nación. Con nuestro carbón encendemos 14 de cada cien luminarias de este país.
Somos un estado que transforma y que está en movimiento. Somos un estado que da más de lo que recibe.
Tan sólo en este año generamos 50 mil nuevos empleos; y muy pronto, nuestra producción automotriz será fortalecida con una nueva armadora que se instalará en la Región Sureste.
El mejor indicador de que las cosas marchan bien, es que en los últimos años disminuimos la pobreza. El Gobierno de la Gente combatió con éxito la marginación social. El día de hoy, no existe en nuestra tierra ningún municipio de muy alta o alta marginación. Coahuila es un estado alfabeta, al nivel de cualquier país europeo, porque sólo el 2.6 por ciento de nuestros hermanos son analfabetas. Aquí vale la pena recordar, que para lograr este objetivo, miles de jóvenes salieron al campo y a la ciudad a cumplir esta misión, y lo hicieron con la generosidad del pueblo cubano que compartió con nosotros su experiencia educativa.
Para tener un gobierno eficaz y eficiente que haga realidad nuestros sueños, diseñamos una nueva organización de la administración pública. La generosidad de Jorge Torres López y el trabajo de las y los Diputados del Congreso la hicieron realidad. El gobierno que hoy inicia, se regirá por las siguientes líneas estratégicas:
1. Plantearemos objetivos que sean relevantes y pertinentes; seremos eficaces en su cumplimiento y eficientes en el uso de los recursos que destinemos para ello.
2. Impulsaremos el respeto a los derechos humanos y los promoveremos transversal y permanentemente en todas las áreas de gobierno para garantizar todas las formas de diversidad y eliminar las diferencias que dañan a las mujeres.
3. Promoveremos una cultura de la legalidad para que nuestra sociedad se identifique con nuestro orden jurídico.
4. Buscaremos la conjunción de esfuerzos para mejorar el bienestar individual y colectivo a partir de dos criterios: El aumento de la expectativa de vida y la felicidad de los coahuilenses.
5. Disminuiremos la marginación, brindaremos oportunidad de desarrollo individual y colectivo para quien vive en la pobreza; fomentaremos la solidaridad y fortaleceremos las soluciones colectivas.
6. Cuidaremos el medio ambiente y remediaremos los daños acarreados a éste; promoveremos una cultura que garantice a las nuevas generaciones el disfrute de un ecosistema sustentable en el estado.
7. Mejoraremos la competitividad; construiremos indicadores que permitan evaluar el cumplimiento de los planes y programas; y garantizaremos la transparencia en el uso de los recursos y la ejecución de las políticas públicas y,
8. Promoveremos la participación responsable de la sociedad civil organizada en la ejecución de las políticas públicas.
Con estas herramientas vamos a elaborar el Plan Estatal de Desarrollo basado en cuatro ejes: Un Nuevo Gobierno, Una Nueva Ruta al Desarrollo Económico, Una Nueva Propuesta para el Desarrollo Social y Un Nuevo Pacto Social.
¿Qué significa un nuevo gobierno? Será uno ordenado, preocupado por la planeación y por el ejercicio responsable de los recursos. Uno, que se ajuste a la ley recién aprobada, y que trabaje con el Congreso, al cual no sólo le deba colaboración, sino además le rinda cuentas. Es por eso, que como me comprometí en campaña, voy a asistir al inicio de cada período de sesiones y escucharé los posicionamientos de los legisladores. Cada año rendiré mi Informe ante ellos; y ahí en el recinto parlamentario, en sesiones especiales de trabajo, discutiré el estado que guarda la administración pública. Como Ejecutivo ya no voy a mandar las iniciativas de Ley; las presentaré personalmente y las discutiré con los legisladores. A ellos les propondré para su ratificación, a los candidatos a titulares del gabinete legal.
El nuevo gobierno es el de la equidad de género; por ello, me acompañan en mi gabinete, igual número de mujeres que de hombres. No sé si exista un antecedente en México, de lo que si estoy seguro es que de la riqueza de la visión femenina, surgirán políticas públicas exitosas.
El próximo gabinete es uno de mujeres y hombres que conocen y quieren a su tierra; con experiencia en la función pública en los diversos órdenes de gobierno: unos fueron legisladores, ex alcaldes; otros dirigieron mi Alma Mater, la Universidad Autónoma de Coahuila; y unos más provienen de la sociedad civil y del empresariado.
Pero todos están decididos a construir un Coahuila mejor. Todos están decididos a entregar sus mejores esfuerzos por la tierra de sus padres y de sus hijos.
En el gobierno tendremos cuatro dependencias nuevas, sin aumentar burocracia; le vamos a dar orden al desarrollo urbano con la Secretaría de Gestión Territorial; seguridad a los obreros con la nueva Secretaría del Trabajo; fortaleza a la cultura con una Secretaría especializada en ese ramo; y después de revisar muchos análisis, de platicar con expertos, como Genaro García Luna, y de conocer la reciente experiencia de Eruviel Avila, propuse la creación de la Secretaría de Seguridad.
Antes de continuar, agradezco a las y los diputados federales de Coahuila, su apoyo para contar en este año, con un presupuesto generoso y sin precedentes. Mi reconocimiento a quien dirige la bancada de nuestro estado, en representación del Partido Revolucionario Institucional, Francisco Saracho Navarro; y a Hugo Martínez, Melchor Sánchez de la Fuente, Diana Patricia González Soto, Josefina Rodarte, Héctor Fernández Aguirre, Héctor Franco, Tereso Medina y Noé Garza Flores, mi gratitud por su incansable trabajo. Reconozco también el esfuerzo de Marytelma Guajardo Villarreal, Diputada del Partido de la Revolución Democrática; Elsa Martínez, de Nueva Alianza; Tomy Vives y Jesús Ramírez de Acción Nacional.
Saludo también a quienes sin ser coahuilenses nos respaldaron en este ejercicio legislativo presupuestal; y menciono especialmente a mi amigo Francisco Rojas Gutiérrez… gracias “Jefe Rojas”, por tu apoyo y cariño a los coahuilenses. Mi respeto y admiración por tu impecable conducción de la bancada priísta. Al Presidente de la Comisión de Presupuesto, Alfonso Navarrete Prida, gracias; y a través de él, extiendo mi agradecimiento a todos los legisladores que amablemente nos recibieron, y con cuales compartimos muchas horas de trabajo y discusión, para lograr los recursos que se requieren para concretar proyectos. Gracias a ti Carolina por tu asesoría, y por el tiempo que le dedicas a Coahuila.
Un Nuevo Gobierno será también el del ejercicio responsable y austero. En los próximos días, daré a conocer a través de un Decreto, cómo vamos a emplear mejor el dinero de las y los coahuilenses. Tendremos nuevos tabuladores que reducirán sueldos a los mandos superiores; pero aumentarán a niveles dignos las percepciones de muchos trabajadores que desde modestas pero dignas trincheras, mueven la administración pública.
En el Nuevo Modelo de Gobierno vamos a respetar los derechos de los trabajadores sindicalizados, y quiero que me permitan constituir una Comisión Inter Secretarial que se dedique a analizar la viabilidad de los sistemas de seguridad social; y proponer, en su caso, medidas para reforzarlos. Esta comisión, si lo aceptan los Ayuntamientos, podrá asesorarlos en este tema.
En el Nuevo Modelo de Desarrollo Económico, ciframos la esperanza de seguir generando los empleos que necesitamos. Buscaremos que nuestras ventajas competitivas sean conocidas en el mundo, y sirvan para la atracción de las inversiones. En este Nuevo Modelo nos interesa alcanzar un crecimiento equilibrado entre las regiones, que disminuya la brecha inmensa entre la ganancia que genera la producción agrícola y la industrial.
El gobierno que voy a presidir concibe el desarrollo económico a partir de cuatro criterios: Que todos los actores de la producción reciban un beneficio, que no haya coahuilense sin seguridad social, que se aumente el ingreso, y que las empresas contraten a personas con discapacidad.
En el Nuevo Modelo, el empresario tendrá garantizada su inversión, con una serie de herramientas que le generarán certeza jurídica; pero en contraparte, el estado pide, y sé que así será, un trato digno para los trabajadores y un respeto al medio ambiente.
Para lograr lo que aquí propongo, llevaré a cabo las siguientes acciones:
1. Contaremos con la mejor Secretaría de Desarrollo Económico: Agil, versátil y profundamente comprometida con todos los municipios del estado.
2. Rediseñaremos la Secretaría de Desarrollo Rural, porque la mejora económica también debe estar en las actividades del campo. Necesitamos los alimentos para no depender de otras naciones y requerimos buenas remuneraciones para que los campesinos tengan una vida digna y a la altura de la misión que tienen en la sociedad.
3. Voltearemos la mirada al Oriente, para atraer inversiones a Coahuila y buscaremos exportar nuestros productos a esas tierras.
4. Vincularemos la universidad al Sector Productivo y promoveremos las carreras que nuestra industria necesita.
5. Trabajaremos en la infraestructura de comunicaciones que demanda el desarrollo de Coahuila. En este sexenio, concluiremos las carreteras San Pedro-Cuatro Ciénegas, la Múzquiz-Ojinaga, y la Viesca-Derramadero, vía Parras. Con estas carreteras vamos a aprovechar el Corredor Económico del Norte que se detonará a partir de la autopista Mazatlán-Matamoros.
6. Pugnaremos por un nuevo puente internacional para vehículos y otro de Ferrocarril, en Acuña. Con una buena gestión, lograremos que la Aduana de Piedras Negras se abra las 24 horas.
7. Modernizaremos, con participación privada, nuestros aeropuertos internacionales; y mejoraremos el resto de las pistas con las que contamos.
8. Tendremos un amplio catálogo de estímulos fiscales para atraer empleo: Quién genere nuevas plazas no tendrá que pagar el impuesto sobre nómina.
9. Promoveremos con estímulos fiscales el establecimiento de empresas que generen energía limpia.
10. Estimularemos, como en ningún otro estado, a quienes contraten a personas con discapacidad.
11. Impulsaremos el intercambio de conocimientos, mercancías y negocios entre las diversas regiones de nuestro gran estado.
12. Alentaremos el turismo de negocios, el rural y el especializado, como el paleontológico.
13. Trabajaremos con la Secretaría del Trabajo para generar una cultura de respeto a los derechos de los trabajadores.
En el Nuevo Modelo de Desarrollo Económico todos contamos; en él vamos a fincar la generación de empleos que sirvan para dar seguridad a los hogares de los coahuilenses y construir un futuro digno para sus familias.
Agradezco la presencia de mis amigos empresarios Alonso Ancira, Carlos Fernández, Enrique Zorrilla, Daniel Goñi, Jorge Dávila, Braulio Cárdenas, don Joaquín Arizpe, Ernesto y Juan Carlos López, don Antonio Gutiérrez, Salvador Chavarría y don Ramón Iriarte.
Coahuila de Zaragoza es un estado que avanza, fuerte en su economía, la mayoría de sus indicadores le son muy favorables; por ejemplo, casi todos vivimos en casas con piso firme; casi ninguno de nosotros padece desnutrición; nuestro acceso a la escuela está asegurado; sin embargo, reconocemos que en materia de desarrollo social tenemos asignaturas pendientes.
Aún hay muchas cosas que realizar ya que nuestra frenética carrera por el desarrollo económico nos distrajo de valores que son esenciales; nuestra sociedad no estará completa, ni reinará en ella la felicidad, si no atendemos lo que en otras partes se ha convertido en política pública.
Pongo varios ejemplos: En Coahuila galopan cuatro flagelos en materia de salud; sin embargo, poco hemos hecho como sociedad y gobierno para remediarlos. Tenemos los peores indicadores en padecimientos cardiovasculares, endocrinológicos, tumorales y obesidad. ¿De qué le sirve al hombre y la mujer el avance material, si no tendrá la vida para disfrutarlo? Sé que un programa de activación física poco se puede vender en los medios, y que tal vez una obra material emocione más a una sociedad acostumbrada al desarrollo. Pero, ¿debemos permanecer pasivos cuando cada vez más jóvenes los coahuilenses padecen de diabetes? ¿No vamos a hacer nada, cuando se presenta un mayor número de casos de cáncer de próstata en hombres menores de 50 años?
Me pregunto, ¿mi Gobierno debe permanecer pasivo ante prácticas alimentarias inusuales como el hecho de que no se consumen vegetales en el Norte de nuestra entidad? ¿O qué nosotros tomemos 110 litros de bebidas gaseosas por persona cada año? Mi respuesta es clara: No voy a permanecer pasivo. Tampoco me ganará el ansia de lo material. Los voy a convocar a todas y a todos, a elevar nuestra expectativa de vida, a cambiar nuestra cultura alimenticia y a promover activación física.
¿Saben ustedes que de cada cuatro camas de hospital, tres estarían vacías, si tuviéramos una mejor cultura de salud? Hay que frenar la carrera de la enfermedad y la muerte. Aún cuando no pueda poner una placa que diga, que en mi gobierno se logró, tal o cual avance en esta materia.
Somos un estado de progreso, es cierto; y también de discriminación. Lo dicen los reportes de las agencias que miden estos casos. Acá, la mujer no está empoderada; de 25 Magistrados en el Poder Judicial, sólo dos son mujeres. Los partidos políticos no postulan mujeres a cargos de elección directa. Pero esto no es lo más grave, la violencia en contra de ellas crece peligrosamente en Coahuila. No hemos tenido a lo largo de la historia de nuestro estado, una política efectiva de salud sexual, ni de planificación familiar. En Coahuila aumentan los embarazos de adolescentes en forma desproporcionada, el número de madres solteras que carecen de sostenimiento es increíble y estamos en peligro de que prácticas terribles, como la trata de personas, nos invadan.
Hay otro duro renglón, la discriminación que se hace contra la mujer que busca empleo, la niña que retiran de la escuela bajo el pretexto de que algún día se va a casar y no requiere estudios, y la anciana que no tiene seguridad social y mendiga por un poco de alimento.
¿Cuándo cómo sociedad vamos a desterrar el acoso sexual?, ¿cuándo las mujeres tendrán las mismas oportunidades que los hombres?, ¿cuándo vamos a retribuirles con derechos la función que tienen en la perpetuación de nuestra especie?
También me preocupa la discriminación, producto de la malformación cultural y de los prejuicios que en el siglo XXI todavía nos invaden. Todavía hay en la sociedad, quién no soporta la diversidad en la preferencia sexual, quién se ofende porque otros si pueden amar. Me preocupa que eso impida la felicidad en Coahuila.
La honorabilidad de las personas no depende de la preferencia sexual, ni de la raza, ni la religión que profesamos. En éstos seis años construyamos el respeto, lo que mucho nos va a ayudar para solucionar también otros problemas de convivencia.
En materia de desarrollo social tenemos que redoblar el esfuerzo para cumplir las Metas del Milenio, que hoy son, según nuestra legislación, las metas de Coahuila y un poco más. Frenemos el avance del Sida, detengamos la muerte de las mujeres y los niños y combatamos el rezago educativo, entre otras cosas.
Para mejorar lo anterior, hemos diseñado programas sociales y programas de protección. Les hemos puesto indicadores y metas, los vamos a vigilar puntualmente. Para la ejecución de las acciones en este tema, invité al gabinete a mujeres y hombres con una gran experiencia y recibí de ellos el compromiso de sacar los retos adelante.
No escapa a nuestro proyecto de gobierno, la importancia de la educación en materia de desarrollo social. Con el apoyo de las maestras y los maestros, y nuestro reconocimiento al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, y a su dirigente, mi amiga, la maestra Elba Esther Gordillo Morales, nos aplicaremos para que este sector sea palanca para el desarrollo y la justicia social en nuestro estado. Le he pedido al señor Secretario de Educación que, a la brevedad, convoque a las reuniones y foros para muy pronto contar con el programa sectorial que incorpore a las maestras y a los maestros de Coahuila.
Los programas de adultos mayores, mujeres, jóvenes y el DIF tendrán una nueva dimensión. Los reordenaremos para facilitar el desarrollo individual y colectivo de las personas en un clima de armonía, respeto y solidaridad.
Coahuila de Zaragoza exige un Nuevo Pacto Social. Al inicio del siglo XXI, han pasado casi cien años de que la Revolución se transformó en ley. Nuestra Constitución local es colección de todos nuestros afanes, de todas nuestras luchas, pero también es laberinto de adiciones y modificaciones.
Les propongo que el Nuevo Pacto Social se plasme en una nueva Constitución, la del Siglo XXI, la que fije las reglas que limitan a la autoridad y le dan derechos a las personas. Pero también, la que redacte nuestro anhelo de ser mejores, más grandes, más libres y más felices.
Si el Congreso de Coahuila me apoya, en los primeros días del 2012, iniciaremos el trabajo de la nueva Constitución y llevaremos a cabo la más amplia reforma en materia legislativa.
Pieza fundamental de la nueva carta magna serán los derechos humanos. A mi juicio hay asignaturas pendientes en este tema y tenemos que remediarlas; no sólo con voluntad o con acciones aisladas, sino con mecanismos legales eficaces.
Aprovecho el momento para saludar a Raúl Plascencia Villanueva, Ombudsman Mexicano, y a quien no solamente aprecio como amigo, sino respeto como jurista y admiro por su valor, fortaleza e independencia de criterio para señalar la injusticia. Hoy por la tarde, con la CNDH, habremos de cristalizar un proyecto que emprendimos hace más de un año: tener en Coahuila una oficina de ésta noble institución. En unas horas, en Torreón la vamos a inaugurar y firmaremos además un convenio para recibir asesoría y mejorar prácticas en la materia.
Ayer, nos enteramos del más reciente informe de la CNDH sobre las condiciones de trabajo que guardan las minas en la Región Carbonífera; confieso que lo leí de forma apresurada, pero me mortifica su contenido porque lacera mi alma. La explotación del carbón debe significar desarrollo y riqueza bien distribuida, pero el análisis de la CNDH nos dice que en muchas de las minas, la extracción no se lleva en condiciones de dignidad, ni conforme a lo establecido en la ley, ni bajo el cumplimiento de instrumentos internacionales; y que esta situación no es de ahora, sino de hace mucho tiempo. Del texto se desprende que se emplea a los niños para trabajar en el subsuelo sin protección, seguridad social o salario justo.
Pongo nuestra inteligencia, y toda nuestra voluntad a disposición de las autoridades que requieran coordinarse con este gobierno, para atender el Informe de la CNDH y lograr que la extracción del carbón genere bienestar y desarrollo.
El Nuevo Pacto Social exige tener mayores mecanismos de protección a los derechos humanos; traer la reciente reforma federal a lo local, construir instituciones coahuilenses y fortalecer la comisión local, al darle facultades para que remueva al funcionario que viole los derechos humanos. Quiero proponerles que dentro del Poder Judicial tengamos un tribunal especializado para juzgar a las autoridades que violen los derechos humanos: Para que quién torture, desaparezca, asesine o discrimine gravemente, reciba su sanción.
Raúl, me preocupa el grave tema de los desaparecidos en Coahuila. Una sociedad no puede descansar si no sabe el paradero de todos y cada uno de sus miembros. He decidido constituir la Subprocuraduría que atenderá sólamente este tema; y presentaré a la brevedad un programa para prevenir la desaparición, castigarla e investigar el paradero de quienes hoy no encontramos. En esta difícil tarea también pido tu apoyo.
El Nuevo Pacto Social también representa una nueva relación entre los ciudadanos y el gobierno. Habrá una irrupción de la sociedad en muchas de las tareas que hoy son exclusivas de la autoridad. Habrá una mayor rendición de cuentas, pero también una mayor corresponsabilidad. ¿Cuántos guardabosques necesitamos, si con un sólo fósforo se puede incendiar el bosque?
En el Nuevo Pacto Social la comunidad participará para decidir qué obras y políticas deben emprenderse. Esto significa que la autoridad deberá escuchar a todos, pero la sociedad no podrá callar a nadie.
En la Constitución, sí se aprueba, construiremos las bases del Coahuila del Siglo XXI; limitaremos el poder, pero también asumiremos todos la responsabilidad de construir una sociedad mejor.
Dentro de ese Nuevo Pacto, ustedes tendrán un gobierno que atienda a las masas, que escuche su mandato, que regrese a ellas para revisar y reordenar decisiones, y que con la fuerza de éstas sostenga las políticas públicas.
En el Nuevo Pacto Social están las políticas de seguridad pública, la máxima aspiración de la sociedad mexicana es vivir en paz, es ejercer el derecho humano a la vida, es no ser perturbado, es ver a nuestros hijos jugar sin riesgos, es salir a la calle sin el temor de ser alcanzado por una bala. Desgraciadamente volver a la calma, no es tan fácil como decirlo, y eso lo comenté en mi campaña, quién promete de un día para otro arreglar todo, o no sabe la magnitud de lo que pasa, o lo dice sin reflexionar.
En el Nuevo Pacto yo me comprometo a incrementar la fuerza pública con policías bien preparados y que respeten la ley; me comprometo a presentar todos los instrumentos legales que se requieran para garantizar el trabajo de las fuerzas del orden, pero requiero del apoyo de la sociedad para tomar medidas que quizá no sean populares, y que otros no se atreven a proponer. Y pongo ejemplos: No hay sociedad en el mundo que con nuestras reglas de convivencia, tenga seguridad. Acá, ahora, se consume alcohol todo el día, se contratan habitaciones de hotel sin registro, abundan los casinos y, cerca de 200 mil vehículos no traen placas o las tienen sobrepuestas.
Les pido a todos, que hagamos un esfuerzo por la seguridad, y que rescatemos nuestras tradiciones y valores que conservan lo mejor de lo nuestro. Mi gobierno asume la responsabilidad que le corresponde y haré todo lo posible por recuperar la paz. Hoy por la mañana le ofrecí al actual Secretario de Gobernación, mi colaboración en esta tarea, y la reitero frente a ustedes.
Amigas y amigos:
Este es el momento más importante de mi vida pública, para estar aquí realicé una intensa campaña electoral. De nueva cuenta les ofrezco mi compromiso de servir a la tierra más bella del mundo.
Les digo con orgullo que es el tiempo de Coahuila de Zaragoza, que es el tiempo de aprovechar lo que hasta ahora hemos construido, que es el tiempo de dar un salto hacia adelante, que es el tiempo de asaltar los cielos, que es el tiempo de hacer realidad los sueños.
Que es el tiempo de todos, de todos en singular y en plural, de él y de ellas, de ellos y nosotros. Es el tiempo de levantar la cara para que el sol de nuestro escudo nos ilumine la piel. Que es el tiempo de que vuele nuestra imaginación por las montañas de Arteaga y los desiertos de Sierra Mojada.
Que es el tiempo de aceptar que el viento de la concordia y la paz quieren llenar las velas que empujan a este país. Que es el tiempo de estar a tiempo con Coahuila, que es el tiempo de decir,
¡Viva Coahuila! ¡Ah! Y por cierto, aquí se sonríe”, concluyó.
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