Declaraciones de Clinton tras reunión con secretaria de Relaciones Exteriores de México
Obama ha solicitado al Congreso de Estados Unidos 5.600 millones de dólares para reducir la demanda de drogas
A continuación una traducción de fragmentos de las declaraciones de la secretaria Clinton en la rueda de prensa realizada conjuntamente con la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, tras la reunión del grupo consultivo de alto nivel:
SECRETARIA CLINTON: Buenas tardes. Permítanme que comience dando las gracias a la secretaria de Relaciones Exteriores y al gobierno de México por auspiciar hoy estos debates tan importantes. Hemos tenido la oportunidad de profundizar en muchos ámbitos de interés común que constituyen el meollo de la Iniciativa de Mérida y nuestra responsabilidad compartida para combatir y derrotar la delincuencia organizada transnacional. Esperamos continuar el diálogo en las próximas semanas y meses. Más tarde hoy nos reuniremos con el presidente Calderón, porque Estados Unidos apoya firmemente su valiente campaña en nombre del pueblo mexicano contra las organizaciones criminales violentas. Rendimos también homenaje al servicio y los sacrificios de hombres y mujeres mexicanos que llevan el uniforme del Ejército o las fuerzas policiales.
La relación entre nuestros dos países es tan amplia y compleja como profunda y abarcadora. No está limitada por fronteras ni divisiones burocráticas. Hoy nos centramos en una de las partes que conforman esa relación, si bien es una de las partes realmente importantes. Estamos trabajando conjuntamente en nuestros dos gobiernos para resolver el problema de los carteles criminales que acechan las calles de sus ciudades y de las nuestras, que matan y hieren a personas inocentes, que propagan un reinado de terror e intimidación y que utilizan el tráfico de drogas para crear adicción en la población, la trata de personas para degradarlas y que representan de hecho un insulto y una reprimenda a los valores comunes que comparten nuestros dos países.
Es un honor estar aquí en México acompañada de una delegación muy importante de la administración Obama. El secretario de Defensa Gates, la secretaria de Seguridad Nacional Napolitano, el jefe del Estado Mayor Conjunto almirante Mullen, el director de Inteligencia Nacional Dennis Blair, el vice asesor de Seguridad Nacional John Brennan, el vicesecretario interino de Justicia Grindler, la administradora interina de la DEA, Michele Leonhart, el director de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, Adam Szubin, el director de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas, Gil Kerlikowske, el embajador Pascual, y un nutrido grupo de altos funcionarios, en el que todos están comprometidos con esta alianza única de la que damos muestra hoy.
Nuestro diálogo abarcador nos permite abordar estos problemas desde distintos ángulos, para idear soluciones intersectoriales, para garantizar que nuestros dos gobiernos están trabajando estrechamente, no sólo a nivel ministerial, sino en todos los niveles de nuestras respectivas burocracias.
Hemos ampliado la Iniciativa de Mérida más allá de lo que tradicionalmente era, debido a que no se trata sólo de seguridad. Por supuesto, eso es de suma importancia, pero también se trata de consolidar instituciones. Se trata de incluir a las comunidades y a la sociedad civil, y de colaborar para impulsar el desarrollo social y económico.
Hemos visto con gran dolor las terribles tragedias y asesinatos que han tenido lugar aquí en México, y los asesinatos en Juárez, que cobraron la vida de tres personas vinculadas a nuestro Consulado, lo que nos partió el corazón. No son sino el último recordatorio más horroroso de lo mucho que tenemos que hacer juntos y lo importante que son estas reuniones para cotejar el trabajo de nuestros dos países para combatir la amenaza de este sindicato de redes transnacionales delictivas. Les damos las gracias a todos por su pésame. Los hombres y mujeres que trabajan en nuestra legación diplomática aquí en México se han sentido animados por el apoyo y las oraciones del pueblo mexicano. Estamos trabajando en todo lo posible con el gobierno de México para que esos asesinos y todos los demás asesinos comparezcan ante la justicia. Señora Secretaria: quiero darle las gracias personalmente por su apoyo y pésame a raíz de esa tragedia. Su visita a Juárez significó mucho para nuestros empleados de ese Consulado.
La triste verdad es que estos asesinatos son parte de un ciclo mucho mayor de violencia y crimen que ha impactado a comunidades en ambos lados de la frontera, y que ha tenido un impacto especialmente grave sobre las familias aquí en México. Los carteles del narcotráfico libran una guerra contra la sociedad civil. Esta violencia destroza a comunidades, frena el desarrollo económico y socava el progreso. De modo que, sí, aceptamos nuestra parte de responsabilidad. Como dije cuando estuve aquí por primera vez hace un año, creo que de pie aquí mismo en este escenario: Estados Unidos es su aliado y su adepto. Sabemos que la demanda de drogas impulsa la mayoría de este comercio ilícito, que las armas que se compran en Estados Unidos como vimos en los ejemplos de afuera se utilizan para facilitar la violencia en México. Estados Unidos debe y ya está haciendo su parte para ayudarles a ustedes, y a nosotros, a hacer frente a esos desafíos.
Nuestra colaboración es tan importante porque, como parte de nuestras consultas permanentes, estamos aprendiendo unos de otros. Estamos explorando distintos enfoques. Estamos intentando determinar la mejor manera de avanzar. Hemos dialogado acerca de las nuevas herramientas que podemos utilizar, pero a fin de cuentas no se trata de conversaciones ni reuniones, sino que se trata de obtener resultados. En eso se centran nuestros dos presidentes. Quieren obtener resultados reales que deriven en mayor seguridad y mejores oportunidades para nuestros ciudadanos.
Así que hoy alcanzamos un acuerdo con respecto al camino a seguir. Hemos elaborado planes de trabajo concretos, con tareas, plazos y medidas en cuatro ámbitos estratégicos: el bloqueo de la capacidad de las organizaciones delictivas, la reforma y fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia, la creación de una frontera del siglo XXI que mejore la seguridad ciudadana y el comercio, y la creación de comunidades más fuertes y resistentes que puedan resistir la influencia de los carteles.
También convenimos en poner en marcha iniciativas clave, como por ejemplo programas piloto para combatir la violencia en la frontera en Tijuana y San Diego y en Ciudad Juárez y El Paso. Hemos mejorado el intercambio de datos de inteligencia financiera y la coordinación entre organismos del orden público para detectar y prevenir los delitos financieros y la financiación de estos carteles. Además, tenemos en marcha un programa de trabajo bilateral para combatir el flujo de armas ilícitas. La secretaria Napolitano firmó hoy dos acuerdos en nombre del gobierno de Estados Unidos cuyo objetivo es fortalecer la seguridad fronteriza y de la aviación y ampliar nuestra cooperación contra los carteles de la droga.
Todas estas actividades se basan en nuestra ayuda en curso a través de la Iniciativa de Mérida. Contribuimos cientos de millones de dólares para entrenar y equipar a los organismos policiales mexicanos y fortalecer el sistema judicial mexicano y las instituciones democráticas. El presidente Obama ha solicitado al Congreso de Estados Unidos 5.600 millones de dólares para reducir la demanda de drogas en nuestro propio país. Además, colaboramos no sólo de gobierno a gobierno, sino entre organizaciones de la sociedad civil y de pueblo a pueblo.
La reunión que celebramos hoy es producto de la ardua labor de ambos lados y del proceso que iniciaron el presidente Obama y el presidente Calderón en agosto de 2009. La secretaria Espinosa y yo nos reunimos en Nueva York en septiembre de 2009 para establecer este nuevo marco estratégico. Desde entonces, nuestros equipos se han reunido en tres ocasiones para desarrollar los programas que hemos examinado hoy. Este nuevo marco seguirá guiándonos a medida que avanzamos y garantizará que nuestros esfuerzos sean equilibrados y eficaces.
A México y Estados Unidos les une la frontera más concurrida del mundo. Estamos muy orgullosos de ese hecho. También estamos muy orgullosos de los numerosos lazos que existen en ambos lados a través de esa frontera. Hemos establecido una nueva visión para gestionar esa frontera común a fin de asegurarnos de que nuestra seguridad y nuestros intereses comerciales vayan de la mano. A nuestras familias y comunidades les unen lazos de comercio y cultura, lazos de historia y valores, y lazos de familia. De modo que nuestras aspiraciones comunes para un futuro pacífico y próspero comienzan al garantizar la seguridad y protección de nuestros ciudadanos. Así que, de nuevo, permítame darle las gracias, señora Secretaria, por su liderazgo y su hospitalidad.
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