Cuando los sueños vencen las adversidades: Jimmy, un ejemplo de lucha
- 6 de Mayo de 2011
- Por: Roderic Gómez
Monclova, Coahuila; 06 de mayo de 2011.- Cruzó de ‘mojado’ a los Estados Unidos pero no logró el sueño americano; pensó entonces en robar, no se animó a hacerlo. Para cualquiera son salidas fáciles para obtener dinero, pero para José Ángel García Orozco, originario de Monclova, no fue así.
Jimmy, como todos lo conocen, padece de distrofia muscular, enfermedad que se caracteriza por una debilidad de los músculos y es propenso a sufrir neumonías; no puede exponerse tanto al frío.
Su padecimiento nunca ha sido un pretexto para estar inactivo o recluido en casa; tocó muchas puertas para obtener un empleo y todas le fueron cerradas: nadie lo quería contratar por su aparente discapacidad. Le urgía tener ingresos económicos que le permitieran luego abrir un negocio, ese siempre fue su sueño que compartía con su esposa Ana Karen, para entonces ya embarazada.
Además de las negativas a ser contratado, Jimmy sufrió de discriminación. El rechazo sistemático caló hondo en su espíritu; cayó en una profunda depresión.
Su madre, Guadalupe Orozco recuerda que Jimmy no podía encontrar trabajo, se deprimía, ya estaba batallando mucho con él porque había asumido otra actitud y buscaba hacer cosas que no se deben de hacer.
Fue en ese difícil trance, que acudieron al Instituto Estatal del Empleo en Monclova en busca de apoyo. Ahí les informaron del Programa de Fomento al Autoempleo. Luego de tanta lucha y sufrimiento, por fin encontraron una puerta abierta.
Jimmy siempre había soñado con instalar su propio restaurante, que tuviera juegos infantiles y áreas verdes.
Como parte del programa, al joven se le respaldó con un remolque multifuncional con plancha, parrilla, comal y luz, para la preparación de antojitos.
Aquella depresión Jimmy la superó y volvió a ser el mismo muchacho de siempre: entusiasta, trabajador, perseverante y con todo el ánimo por superarse junto con su familia.
Abrió su negocio a un costado del Libramiento Carlos Salinas de Gortari, en la colonia Colinas de Santiago, en Monclova. Su restaurante ofrece pollo asado, hamburguesas, gorditas, caldo de res y menudo.
Tan bien le va que ahora no solamente él depende del negocio, también sus padres Leonardo y Guadalupe; su hermana, Jessica Victoria, y su sobrina, Jennifer América.
Hoy en día, el joven cuenta con un trabajo digno y seguro que le deja muchas satisfacciones; a ese orgullo se suma la reciente llegada de su primer hijo, Fernando, de apenas seis meses de nacido y quien es el motor de su vida.
A la luz de los recuerdos oscuros por los momentos difíciles que pasó, Jimmy rememora:
“En momentos la desesperación me ganó, de tantas solicitudes repartidas como volantes sin respuesta me hicieron irme de ‘mojado’ a Estados Unidos, mi madre decía que no porque iba a sufrir, pero me ganaba el deseo de tener dinero y poner mi negocio.
“Pero también me regresaban y la depresión me hacía sentir muy mal hasta pensé en robar, pero supimos del Programa de Fomento al Autoempleo llenamos los trámites, nos lo autorizaron y ahora aquí estamos con una transformación de mi vida”.
El padre de familia demostró su gran empeño para el trabajo durante un año constante por lo que pasó las supervisiones satisfactoriamente y ahora va por más, porque a pesar de su discapacidad es una persona de mucho empeño y gran corazón.
Por eso, exhorta a los jóvenes que le echen ganas, que no se desanimen, que las oportunidades ahí están al igual que los apoyos, nada más hay que tener fe y voluntad de triunfar porque “los sueños se pueden hacer realidades”.
También a su mamá le vienen los duros recuerdos del pasado. “Yo le decía algún día vas a tener tu propia fuente de trabajo Dios es muy grande y fuimos al IEE a solicitar empleo, nos apoyaron muy bien que ahora tiene su negocios de antojitos.
“Esto le cambió prácticamente la vida, le pone mucho empeño, él surte en su cuatrimoto lo que se necesita para el negocio, además de preparar comida y llevarla a domicilio”, agrega.
Ahora veo su sueño completo porque cuando se me fue “al otro lado” me dejó muy angustiada, lloraba mucho por él; hasta una noche que llegó todo espinado y asustado por la experiencia que había vivido.
Mientras que su pareja, Ana Karen López, afirmó: “Estoy muy orgullosa de él; espero que siga así echándole ganas por nuestro bebé. Es un hombre muy positivo, es una persona muy especial para mí yo lo quiero mucho”.Etiquetas: Coahuila, migrantes, valores