Crónica de una derrota anunciada: elecciones Coahuila 2014

“El enemigo más temible de la democracia es la demagogia”. Alfred Croiset

• 11 de Mayo de 2014
• Por: Ramiro Gómez

Por Ramiro Gómez Caldera Coahuila va a dejar de ser, más pronto que tarde, un gran bastión del PRI en el país. En este estado no ha gobernado otro partido político desde el 4 de marzo de 1929. Sin embargo, poco a poco, se han perdido senadurías, diputaciones y alcaldías.

Es paradójico, que en el estado más priísta de México, hoy se esté hablando de que el PRI se enfila a una derrota en varios distritos, provocada por varias causas, ajenas inclusive a los perfiles de los candidatos o candidatas.

Esto por supuesto no tiene qué ver con que en muchos distritos las candidatas sean mujeres, al contrario, se habla de que las mujeres son una garantía de triunfo, de trabajo legislativo y lealtad al partido.

No, la derrota se perfila por el manejo de las campañas desde el directivo estatal, y desde la misma secretaria de gobierno, que juega el doble papel de garante de la equidad de las elecciones y parte en el proceso electoral

Con sus excepciones, el PRI ha ido perdiendo su hegemonía en los principales municipios de la entidad, ya sea que hablemos de Saltillo, Monclova , Torreón Sabinas o Ciudad Acuña.

Olvidemos los municipios pequeños donde el PRI también ha perdido y seguramente teme perder en varios más. ¿Pruebas? Una alianza, inconcebible en otros tiempos, con 7 partidos; campañas negras en municipios “clave” y donde se perdieron las elecciones municipales.

Cabe destacar por supuesto que Piedras Negras seguirá siendo el municipio eminentemente priísta ya que cuenta con una clase política cohesionada, de convicciones firmes y leal al partido.

Esto no ocurre en muchos otros municipios, donde los priístas han sido lastimados por la propia política estatal, por decisiones cupulares o por repartos inequitativos de posiciones y puestos de trabajo.

En Coahuila se ha perdido el oficio político, y si nos atenemos a los cánones, ya no hay políticos, con sus raras excepciones, con amor apasionado por su causa; con ética de su responsabilidad, y mesura en sus actuaciones, como lo dijera Max Weber.

Hay, sí, políticos del manotazo sobre la mesa, cuyo maestro – se ufanan-, es Maquiavelo, políticos de la amenaza, abierta o velada, directa o indirecta, que avanzan utilizando para ello todas las fuerza con que cuenta el estado, ya sean institucionales, legales, o no.

Medran hoy políticos que castigan dejando fuera de la nómina a priísta de toda la vida, priístas que a se atreven a diferir en opiniones o aspiraciones, ya no se diga de métodos de trabajo o estrategias.

EL PRI de antes eran TODOS los priístas, hoy solo son los de un BANDO. Priístas eran aquellos que creían firmemente que su partido buscaba consolidar la democracia y la justicia social. Hoy son otros los priístas que buscan su comodidad y su propio beneficio, dejando fuera o castigando a priístas de toda la vida y con más años que ellos al interior del partido.

Inútilmente buscan afuera del partido a los que les van a ganar. Deberían buscar dentro, pero sobre todo enfrente, en el espejo, a los que les van a hacer perder. Y no son precisamente los de abajo. Ni los de afuera.

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