Crecimiento y empleo para un México moderno: Gabriel Quadri de la Torre
México necesita generar en los próximos años un millón de empleos anuales bien remunerados, ese es el camino para sacar de la pobreza a más de 52 millones de personas que viven en condiciones extremas.
Ni los subsidios ni los programas sociales sirven para crear prosperidad; el desarrollo económico y el bienestar social se consiguen con un crecimiento sostenido de la economía que ofrezca a los mexicanos la oportunidad de la movilidad social.
Si bien el clima de inseguridad que vive el país obedece a diversos factores, la precariedad económica de millones de mexicanos contribuye perniciosamente a la fractura de la cohesión social.
Sólo con crecimiento económico, empleos formales bien remunerados, educación y bienes sociales de calidad, podemos salir de la grave crisis que vive nuestro país.
El diagnóstico no deja lugar a dudas. En los últimos treinta años el crecimiento económico en México ha tenido una tasa promedio anual de 2.4% y en la última década ha sido de tan sólo 1.8%. Con este comportamiento de la economía es imposible potenciar el desarrollo en nuestro país. El crecimiento económico se dinamizaría con un paquete de medidas que alienten la inversión productiva pública y privada (ya sea nacional o extranjera); de ahí la urgencia por aprobar una reforma fiscal, laboral, energética y de telecomunicaciones que den vitalidad a la actividad económica y propicien la competencia. No se trata de descubrir el hilo negro u ofrecer soluciones milagrosas, el crecimiento económico es la fórmula de todos conocida para salir adelante, ya que aumenta el empleo formal y fortalece el salario real, ayuda a mejorar la distribución del ingreso y a reducir la pobreza, extiende la disponibilidad y calidad de servicios públicos, fomenta el ahorro y la inversión, contribuye a la creación y desarrollo de mercados.
Por otro lado, la economía y el empleo informal no solo retrasan el crecimiento y la productividad, sus efectos contribuyen a una precaria seguridad social, en la que un porcentaje elevado de trabajadores y sus familias no tienen acceso al sistema de salud, de pensiones y de ayudas por desempleo o discapacidad. Los datos del mercado laboral en México son más que evidentes, se calcula que 64 de cada 100 personas (el equivalente a 28.4 millones de mexicanos) trabaja sin acceso a servicios formales de seguridad social (IMSS, ISSSTE y privados). El país necesita una reforma laboral que flexibilice la contratación, pero respetando los derechos de los trabajadores; con la creación de empleos y la contratación formal no sólo aumenta la cotización a la seguridad social sino que se expande la recaudación fiscal del Estado a través de la renta, propiciando una economía estable que no dependa de la cuota petrolera y la presión fiscal indirecta al consumo.
En Nueva Alianza somos conscientes que en México no se han implementado políticas públicas que favorezcan el aumento del coeficiente de inversión, la ampliación del financiamiento bancario a la actividad empresarial, la innovación y promoción sectorial-industrial, la expansión de la base tributaria y, por el contrario, se ha omitido combatir la evasión fiscal, los monopolios, la desigualdad y la pobreza. En nuestra plataforma presidencial ofrecemos acciones concretas para alcanzar niveles óptimos de crecimiento y generación de empleos bien remunerados; nuestras propuestas incluyen una reforma fiscal que se concatene con un cambio cualitativo en el mercado de trabajo; una revolución educativa que apueste por la calidad en la formación de capital humano; un proyecto de desarrollo sustentable afianzado en la utilización de energías renovables y, sobre todo, un estado de derecho que de certeza jurídicas a la inversión y a la competencia. Si queremos un México próspero y desarrollado, el próximo 1 de julio los ciudadanos mexicanos tienen una oportunidad histórica de hacer valer su voz y su voto.
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18.05
Evento Público Ambiental-Urbano
Etiquetas: empleo, Gabriel, Nueva Alianza, Quadri