Consolida U.A. de C. su perfil con Nuevo Modelo Educativo
Saltillo, Coah. Ante alumnos, maestros, funcionarios, directivos, integrantes de las comisiones de planeación y asuntos académicos del Consejo Universitario y comités de reestructuración curricular de escuelas y facultades de las Unidades Saltillo, Torreón y Norte, fue presentado el nuevo Modelo Educativo que regirá a la Universidad Autónoma de Coahuila.
El Modelo Educativo es un conjunto de conceptos, principios y procedimientos, que orientan la vida académica de la UA de C, como base en el esfuerzo de los docentes y directivos que desde hace años han trabajado en beneficio de los estudiantes.
El modelo se basa, en los cuatro saberes fundamentales propuestos por la UNESCO: Saber Aprender, Hacer, Convivir y Ser; que dan lugar a la propuesta pedagógica que lleva a los estudiantes a desarrollar conocimientos, habilidades, actitudes y valores mediante experiencias de aprendizaje significativo, estructuradas y sistematizadas para el desarrollo de capacidades personales, cognitivas, profesionales y sociales.
Julio Saucedo Zul, director de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, expresó que el nuevo modelo representa un reto para los docentes, pues permitirá la actualización permanente en los métodos de enseñanza-aprendizaje, ya que la formación de los alumnos exige profundizar en los contenidos y así brindarles conocimientos de calidad.
Mayela Valdez, estudiante de la Escuela de Bachilleres “Ladislao Farías” de Monclova, celebró que con el nuevo Modelo Educativo se le considera en su totalidad al estudiante, en el desarrollo de sus habilidades, aptitudes y actitudes en lo académico y en el ámbito personal.
Por su parte, el rector Blas José Flores Dávila, acompañado por los coordinadores de Unidad, Rubén García Braham, Manuel Martínez Gallegos y Felipe Morales Rodríguez, afirmó que con la implementación del modelo se da un paso decisivo a la consolidación del perfil como una institución de educación superior que responde con pertinencia, viabilidad y congruencia a la sociedad de la información y el conocimiento.
“Hacer uso de esa base que ya constituye la estructura donde se sustenta nuestra labor, nos permitirá encadenar y activar cada elemento incluido en el modelo educativo para generar esa movilidad de factores que nos haga llegar al núcleo de ese círculo en el que se resume nuestro modelo educativo: el estudiante”, puntualizó Flores Dávila.
Con esta nueva etapa de fortalecimiento e integración de todos los universitarios, logar esa formación integral en los alumnos como la aspiración última de la labor que se desarrolla dentro de nuestra universidad, harán de nuestros estudiantes un capital humano preparado para interactuar positivamente con su entorno laboral, personal y social.
Flavia Jamieson Ayala, directora de Asuntos Académicos, presentó el nuevo Modelo Educativo que entre otros aspectos consiste en que la evaluación juega un papel importante en el Modelo Educativo, ya que alumnos y maestros serán objeto dé, lo que permitirá reconocer los logros, así como la detección de áreas de oportunidad presentando una radiografía del progreso de la casa de estudios, traduciéndose en el examen del desempeño.
Explicó que los componentes estructurales parten de los fundamentos teóricos del humanismo y el constructivismo, que sustentan la educación centrada en el aprendizaje del estudiante, mientras que los enfoques conceptuales le permiten visualizar y adaptarse a diversos escenarios reconociéndose como sistémico, multidimensional, dinámico y prospectivo.
En este tenor, indicó que el modelo “tiene como finalidad establecer las bases que guiarán la función educativa; articular y proyectar las estrategias y procedimientos de las áreas sustantivas y adjetivas, para que la UA de C, en un marco de mejora continua de sus servicios, logre la formación integral de excelencia de sus estudiantes, buscando perfilar una identidad académica distintiva, bajo una visión de educación para la vida”.
De esta forma, el modelo aporta los elementos constructivos para desarrollar eficazmente el proceso de aprendizaje-enseñanza; orienta los procesos de análisis, diseño, operatividad y flexibilidad curriculares en el marco de estándares internacionales y posiciona al estudiante y al docente, como actores dinámicos de la Universidad y su entorno.
Además, establece que la oferta educativa debe tener como características el ser pertinente, dinámica, flexible, multidisciplinaria, integral e innovadora ya que así se fomenta la retroalimentación; considera el carácter multidimensional y complejo de la educación, promoviendo la formación integral de sus estudiantes y adopta una actitud innovadora hacia el conocimiento.
“La orientación a la formación integral concibe que los estudiantes tendrán una formación armónica e integrada, desarrollando al mismo tiempo los dominios cognoscitivo (conocimientos), psicomotriz (habilidades y destrezas) y afectivo (valores y actitudes). De este modo se incidirá en su desarrollo ético, social, histórico, tecnológico y cultural, además del intelectual”.
Finalmente, dijo que con respecto a los roles del docente y partiendo del principio que su función no es exclusivamente la enseñanza, sino el logro de los aprendizajes de los estudiantes, se espera que éste asuma la responsabilidad de ser un modelo de formación y transmisión de valores y un ejemplo de actitudes favorables para desarrollo personal y profesional del educando.
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