Autoridades de EE.UU. responden a derrame de petróleo en el Golfo de México
que avanza por litoral de EEUU
Por Merle David Kellerhals Jr. Redactor Washington – Las autoridades del gobierno federal, estatal y local de Estados Unidos están trabajando intensamente para contener un enorme derrame de petróleo desencadenado por el hundimiento de una plataforma petrolera, que amenaza las playas, estuarios y pantanos del litoral de Estados Unidos en el Golfo de México.
El presidente Obama viajó al sudeste de la costa de Luisiana el 2 de mayo para asegurarles a los habitantes y pescadores que el gobierno federal estaba haciendo todo lo que podía para mitigar el impacto del enorme derrame de petróleo que avanza hacia el litoral de Estados Unidos. Según informan expertos del gobierno y ecologistas, se cree que el impacto ambiental será masivo, posiblemente el más dañino en la historia de Estados Unidos.
Después de reunirse con funcionarios estatales y locales, y tras recibir actualizaciones sobre la situación del derrame, que se extiende casi 48 kilómetros, Obama dijo a los periodistas que “hacemos frente a un desastre ecológico masivo y posiblemente sin precedentes. El petróleo que sigue filtrando del pozo podría perjudicar gravemente a la economía y el entorno de los estados próximos al Golfo, y podría extenderse por largo tiempo”.
La gigantesca empresa petrolera BP, cuyas ventas alcanzaron los 239.000 millones de dólares en el año 2009, había alquilado la plataforma de petróleo Deepwater Horizon que explotó el 20 de abril. Aun no se ha descubierto la causa exacta de la explosión. Dos días después, la plataforma se hundió en una zona del Golfo conocida como el cañón del Misisipi y el petróleo comenzó a filtrarse desde tres puntos. BP ha estado colaborando con diversos organismos del gobierno, y con empresas privadas, pero no ha podido detener el derrame. BP arrendaba la plataforma de TransOcean Ltd., una empresa distinta.
“BP está totalmente comprometida a tomar todas las medidas posibles para contener el derrame de petróleo”, dijo Tony Hayward, director general del Grupo BP, en una declaración.
El presidente Obama dijo que apenas comenzó el incendio en la plataforma petrolera las autoridades federales comenzaron a coordinar una respuesta con las autoridades estatales y locales, y con empleados de BP. Se inició una intensa misión de búsqueda y rescate para evacuar a las 115 personas que se encontraban en la plataforma y para encontrar a 11 miembros de la tripulación, que todavía no han sido encontrados.
“Cuando la unidad de perforación se hundió el jueves [22 de abril] iniciamos inmediatamente una intensa investigación con vehículos operados por control remoto de los 1.524 metros enteros del oleoducto que se encuentra en el fondo del océano”, dijo Obama a la prensa. “En ese proceso se encontraron tres fugas, la más reciente se produjo la noche del miércoles [28 de de abril]”.
Más de 70 naves y cientos de miles de metros de barreras flotantes han sido enviadas al Golfo para contener el derrame. Los pescadores de la zona también se han sumado para colocar las barreras de color naranja a lo largo de la costa para contener el derrame.
El almirante Thad Allen, comandante del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos, declaró a un canal de televisión el 3 de mayo, que se podría tardar hasta tres meses para frenar el derrame.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) dijo que parece que el derrame avanza hacia las costas de Alabama y la Florida, así como el litoral de Luisiana.
“Si bien nos hemos preparado y reaccionado con decisión, no descansaré… ni estaré satisfecho hasta que frenemos el derrame en su fuente de origen, hasta que el petróleo en el Golfo sea contenido y limpiado, y hasta que los habitantes de esta región puedan regresar a sus tareas cotidianas y sus medios de vida”, declaró Obama.
“Se está utilizando la tecnología más avanzada para tratar de frenar un derrame que se encuentran a más de 1.524 metros de profundidad. Puesto que este derrame es único y no tiene precedentes, podría tardar muchos días contenerlo”, agregó.
NOAA difundió un cierre de precaución de las aguas federales frente al litoral de Luisiana, Misisipi, Alabama y parte de la Florida, durante diez días. Ejecutivos de la industria pesquera local ofrecieron su apoyo a la moratoria temporal de la pesca en aguas federales, por el bien de los consumidores. La decisión no afecta las aguas estatales, ni las del resto del Golfo.
El 2 de mayo, NOAA indicó que el derrame de petróleo estaba a unos 14,5 kilómetros de la costa de Luisiana, pero que el movimiento de la marea negra no era completamente predecible porque depende de los vientos y mareas en el Golfo.
Mientras funcionarios que se encuentran en la zona y son parte del Servicio de Guardacostas, del Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento del Interior, y agencias estatales le informaban al presidente y efectuaban consultas con respecto a las medidas a tomar, los ingenieros de BP intentaban frenar el avance del derrame de petróleo y comenzaba la tarea de tapar el pozo submarino y parar las tres fugas.
Las medidas incluyen utilizar sustancias químicas para dispersar el petróleo, aunque se desconoce cuál sería el impacto en la ecología en aguas profundas; colocar enormes barreras flotantes de color naranja para bloquear la marea negra; y entrenar a voluntarios en maneras de reducir al mínimo el impacto del petróleo a medida que avanza hacia las playas del litoral. Los ingenieros de BP trabajan en planes para tapar una de las tres fugas con una válvula de cierre y bajar unas cúpulas contenedoras sobre las otras dos fugas. Todas estas medidas podrían ser puestas en marcha en un plazo de una semana a 10 días utilizando aparatos sumergibles robóticos atados a buques de apoyo a 1.524 metros arriba en la superficie.
BP también tenía previsto hundir dos pozos de alivio de presión para ayudar a aplicar un sifón al petróleo que se derrama en el Golfo, pero eso podría tardar varias semanas, según dijeron los directivos de la compañía a los medios de información.
EL FUTURO DE LA PERFORACIÓN FRENTE A LAS COSTAS
El derrame de petróleo se produce un mes después de que el presidente anunciara que no continuaría una moratoria que impide la perforación mar adentro frente al litoral de Estados Unidos. David Axelrod, asesor del presidente, dijo el 30 de abril en el programa Good Morning America de la cadena de televisión ABC, que no se permitirán nuevas perforaciones frente a las costas hasta que se concluya una investigación y análisis exhaustivo de la crisis actual.
La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton dijo el 2 de mayo que para seguir adelante en cuanto a la perforación mar adentro se requerirán teje y manejes. “Se trata de una preocupación de seguridad nacional, porque tenemos que intentar reducir nuestra dependencia del petróleo extranjero. Pero tiene que hacerse de manera segura. No puede hacerse si se corre el riesgo de tener que gastar miles de millones de dólares para limpiara estos derrames”, dijo en el programa de televisión Meet the Press de la cadena NBC.
El secretario de Prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo en ruta a Nueva Orleans que Obama le había pedido al secretario del Interior Ken Salazar que lleve a cabo una investigación exhaustiva de lo que ocurrió con el derrame en el Golfo y que le informe en un plazo de 30 días.
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